Capítulo 16. Todos extrañan Harrison.
*Narra Gwen*
Me encontraba en el salón de casa, con Bic. Mi padre estaba en uno de los sillones leyendo el periódico. Bic y yo dibujábamos un rato. Fuera llovia bastante y ella fue la única que vino. Shirley estaba mala y Katy castigada. Igualmente me divertí dibujando con ella. Mi padre carraspeó en un momento, y Bic y yo lo miramos. Me pasó el periódico sin decir nada. Miré bién la página por donde estaba abierto.
-¿Todos extrañan Harrison?- leí riendo. ¿Qué era éso? ¿Harrison no eran Harry y Maddy? Más abajo habian unas cuantas fotos de ellos. Una cuando Harry cargaba a Maddy en su espalda. Otra en la bolera. Otra en el centro comercial. Y otra abrazados. Leí el texto por encima, pero por lo que entendí, se vio a Harry con Cara Delevingne dándose besos y saliendo de sitios juntos. Y a Maddy se la vio con un chico, aunque no tan cariñosos como Harry y la modelo. Había una pequeña foto (y según lo que decía al pie de la foto, cogida del twitter de Madison) del chico misterioso. Me reí al verlo. ¡Era Charlie! Jo, como lo extrañaba. Y ahora va y aparece, cuando yo no estoy.
-¿Me lo explicas?- preguntó Bic a mi lado, sonriente. Se lo conté tal y como lo había entendido según el periódico. Me miraba atentamente, igual que mi padre que supongo que también se quería enterar.
-¿Esa Madison es la Madison que yo conozco?- preguntó él entrecerrando los ojos. Asentí entre risas, en las que se unieron Bianca y mi padre.
*Narra Madison*
Charlie me volvió a quitar el libro. Salió corriendo y yo salí detrás de él. Gritando para poder recuperar mi querido libro. Era la tercera vez que me lo hacía, y el tío no se cansaba nunca. Era lo que más había extrañado de él, que me molestase. Tropecé con la alfombra (ni yo sé cómo) y me caí al suelo de morros. Charlie volvió y en vez de ayudarme se puso a reír.
-Torpeeee- otra vez, molestándome. Agarré el periódico de encima la mesita, lo enrollé y me levanté para pegarle con él-. Oye, oye, no lo dobles que lo he comprado hoy y no me ha dado tiempo a mirarlo- me lo quitó de las manos y se sentó en el sofá. Yo a su lado. Iba pasando páginas, riendo por cualquier cosa y poniendo caras raras que me causaban risa.
-Para ya tonto- le dije riendo y puse la atención en la página donde se había detenido. ¿Todos extrañan Harrison? ¿Qué puñetas es éso? Le arrebaté el periódico a Charlie y empecé a leer con detenimiento. A cada palabra era una lágrima más que quería salir, pero una cosa llamada orgullo se lo impedía. Abracé a mi mejor amigo cuando no aguanté leer más. ¿Cara ahora era su novia? Hacía más de una semana que no veía a Harry, desde el día en que vino Charlie a casa y la cagué hasta el fondo. Y todavía me pregunto cómo puedo ser tan estúpida.
-Ya está Maddy, ya te lo dije: está celoso- si, siempre me lo repetía. Aunque no era el único. Jenna, Lexi y Laura me lo decían en cuanto salía el tema. Incluso Louis, Zayn, Liam y Niall me lo dijeron una vez. Igualmente solo lo dirán para hacerme sentir mejor, ¿No?
*Narra Louis*
Cogí el periódico de encima la mesa y con mi taza de té, me senté en el sillón a leerlo. Bla, bla, bla, sólo eran tonterías. Iba pasando página por página. Me detuve en una, leí el título y escupí todo el té que tenía en la boca. Para después ponerme a reír como loco.
-¡Louis! ¡Louis!- gritó Hazza viniendo hacia mí-. ¿Qué ocurre?
Le pasé el periódico aguantándome la risa. Lo miró y a los tres segundos se le cayó de las manos. Estaba completamente rojo, con una estúpida sonrisa en los labios.
-Eres tonto Harry, si te mueres por Madison, ¿Por que estás con Cara?- le regañé. Bajó su mirada.
-Ya sabes lo que pasó, Lou. Además no soy nadie importante para ella- señaló la parte del artículo donde explicaba lo que pasaba con Maddy y el otro chico-. Seguro que ahora es su novio.
-¿Pero no te dijo que era su mejor amigo?- pregunté con una ceja levantada.
-¿Y tú no sabes que los mejores amigos se enamoran entre ellos?- contestó burlón. Noté un poco de molestia en su voz.
-Tú ves demasiado la tele, Harold- le dije riendo. También rió, pero enseguida paró y se tiró al sillón.
-Extraño a Maddy, hace mucho que no hablamos.
Estaba triste, lo conocía demasiado.
-Pero no podéis estar toda la vida sin hablaros, ¿No?
-Ella es la que no quiere hablar nunca más conmigo- dijo en un susurro.
-¿Lo crees o lo afirmas?
-Lo creo- suspiró mirándome.
-Ya sabes que te toca, ir a hablar con ella de una vez por todas- se levantó y se fue. Antes de salir del salón, dijo sin mirarme:
-No.
-Niño cabezota- gruñí flojito para que no me escuchara y por suerte no lo hizo.
*Narra Lexi*
Bajé a desayunar, como siempre, muy tarde. Amaba dormir mucho, como a mi chico malo. En la cocina estaban Jenna, Laura y Charlie burlándose de Madison. Así que me acerqué rápidamente para ayudar.
-Hola Cocodrilo- besé la mejilla del pequeño Charlie. Luego las mejillas de las otras frutas traviesas-. ¿Molestáis a Maddy y ni me avisáis?
-Encima que te enfadas cuando te despertamos- replica Laura con los brazos en jarra. Riendo le doy otro beso en la mejilla.
-¿Sobre qué la molestábais?- Madison me fulminó con la mirada. Charlie me señaló el periódico que estaba encima de la mesa y lo leí un poco por encima-. ¿Todos extrañan Harrison?
-Sip, con éso la molestamos- sonrió Charlie burlón. Maddy le pegó una colleja.
-Se muere por estar con Harry- me dijo Jenna y ella también recibió una colleja de Maddy.
-Puede que sí, pero igualmente creo que Harry me odia- sollozó. Laura le pasó un brazo por los hombros, casi abrazándola.
-No te odia- dije cogiendo una tostada-. Supongo.
-Oh, gracias. Eso ayuda mucho, ¿Sabes?- ironizó poniendo los ojos en blanco.
-Era broma, estoy completamente segura de que no te odia. Quizás solo está un poco molesto, pero de odiarte nunca sería capaz.
-No lo sé- medio sonrió bajando la cabeza. ¿En qué estará pensando?
-¿Os venis conmigo y con Maddy esta tarde al Starbucks?- nos preguntó Charlie, con una enorme sonrisa pintada en el rostro.
-He quedado con Zayn- dije después de darle un último mordisco a mi tostada.
-Lau y yo nos vamos a patinar un rato sobre hielo- aclaró Jenna, luego añadió:-, ¿Por que nos os venis vosotros con nosotras?
-No, da igual. Hoy me apetece un café calentito- dijo Madison levantando la cabeza.
-A mí igual, así que Maddy, tendrás que estar con el pequeño Cocodrilo otra vez más- se encogió de hombros. Nos hizo reír. En realidad, Charlie nos hacía reír muy fácilmente.
*Narra Madison*
Me puse mi gorrito granate y la bufanda a juego, los guantes sin dedos que me regaló mi madre hace años y el abrigo. Cogí las llaves y junto a Charlie nos fuimos al Starbucks del centro. Nuestro preferido. En unos veinte minutos ya estábamos delante del café. Charlie abrió la puerta y entró el primero. Me reí en mis adentros, nunca será un caballero. Entré yo después. Nos pedimos el primer café que vimos y tenía buena pinta. Nos sentamos al lado de la ventana, como siempre. Escuché una fuerte risa femenina en la mesa que estaba a nuestro lado, giré la cabeza y no me lo podía creer. ¿Qué hacían allí Harry y Cara? ¿Tenían que estar en el mismo Starbucks que nosotros o qué? ¿No existen más Starbucks en Londres?
-...¿Madison?- miré a mi amigo un poco avergonzada. Seguro llevaba rato llamándome.
-Lo siento. ¿Decías?
-¿Ése es Harry?- lo señaló disimuladamente, y cuando digo disimuladamente es apuntándolo con el dedo con el brazo lo más estirado posible y agitando el dedo sin parar. Aparté su mano riendo.
-Si, es él.
-Lo voy a saludar- se giró hacia a él, decidido. Y no me dejó replicarle cuando ya había gritado su nombre. Harry y Cara se giraron. Hazza se quedó en shock al verme. Cara nos sonrió amablemente.
-Hola Charlie, hola Madison- nos saludó con una sonrisa fingida.
-¿De qué los conoces Harry?- le preguntó, aunque estoy casi segura de que solo lo preguntaba por Charlie. La notícia de Harrison estaba por todos lados, ¿Quién no se había enterado todavía?
-Son unos amigos- Cara asintió no muy convencida. Lo que yo decía, ella sabe algo.
-¿Os queréis sentar con nosotros?- nos preguntó Cara, otra vez con una sonrisa amable. Charlie gritó que sí, le hacía ilusión estar con una de sus modelos favoritas. Harry y yo negamos con la cabeza, pero no nos hicieron caso. Charlie se sentó al lado de Cara, y a mí me tocó al lado del odioso. Durante un buen rato, Cara y Charlie hablaron animadamente entre ellos, escondiendo el gran silencio que había entre Harry y yo. Hasta que él habló.
-¿Es tu novio?- me lo susurró. Empecé a reírme como una loca. Acabé con un fuerte dolor de tripa. Harry me miraba con el ceño fruncido, totalmente serio. Cara y Charlie pararon de hablar para mirarme con una divertida cara. Me encogí de hombros y volvieron a lo suyo-. No va en broma- refunfuñó.
-¿De verdad crees que él es mi novio?- asintió con un poquito de vergüenza-. ¿En serio?- volví a reír, pero no tan fuerte como antes-. Cuando era pequeño quería ser un Cocodrilo, ya me dirás tú.
-¿Es un no?
-Exacto. Nunca sería su novia, soy su mejor amiga.
-Pero...- le interrumpí.
-Ves mucho la tele Hazza- nos reímos. Pude notar de nuevo un brillo en sus ojos. Y una sonrisita tonta que me volvía loca. Quizás Lexi tenía razón, y no me odia.
*Narra Laura*
-¡Quita Jenna, no te agarres a mí que me caigo!- no valía la pena gritar, al final acabamos las dos en el frío hielo. Jenna no paraba de reír-. ¡Piña tonta!- grité riendo. Nos levantamos y por insistencia de ella nos agarramos las manos para ir juntas. Tardamos menos de tres minutos en volver a caer.
-Nos falta práctica, Lau. No puede ser que no podamos estar de pie ni un solo minuto.
-Eh, que nuestro record son tres- sonreí victoriosa. Jenna me pegó en el hombro.
-Tendremos que venir aquí cada día, a practicar hasta poder aguantar al menos cinco minutos.
-Pues vas tu sola, guapita. Yo aquí no vuelo hasta el año que viene.
-¿Y si te llevo yo?- dijo alguien a nuestra espalda. Nos giramos prácticamente a la vez. Eran Louis y Niall, quien llevaba un gorrito monísimo. Se lo quité y me lo puse, cosa que no discutió. Solo me besó la frente.
-Puede que venga, si me dejas llevar este gorrito tan mono- me abracé a él fuertemente.
-Claro que si princesa- me rodeó con sus brazos por la cintura.
-Por cierto chicos, ¿Qué hacéis aquí?- les preguntó Jenna, también abrazada por Louis.
-Vinimos un rato a patinar y os vimos.
-Di la verdad Lou, ¿Nos has visto caer?
-Un par de veces- dijo burlón. Jenna le pegó en el pecho.
-Nosotros os enseñamos- dijo mi Nialler dulcemente. Louis rió irónico y se alejó de nosotros patinando rápidamente.
-Tú les enseñaras- gritó mientras se iba.
-Pues empezaremos por perseguir a Louis, ¿Preparadas?- me cogió la mano y yo le cogí la mano a Jenna, para ir en cadena.
-Nací preparada- gruñó Jenna, mirando a Louis fijamente. Nialler empezó a patinar y yo solo me dejaba llevar, casi ni movía los pies. Jenna poco a poco empezó a aguantar el equilibrio y ahora los dos tiraban de mí. Yo la mar de feliz, riendo.
-¡Louis Tomlinson! ¡No escaparás!- la tia es tonta. ¿Por que grita su nombre? ¡Ahora ya hay unas cinco chicas persiguiéndonos a nosotros y al pobre Lou! Al final alcanzaron a Louis, que paró a descansar aguantándose en la barandilla. Las chicas que nos perseguían a nosotros nos dejaron y se fueron con Louis. Cuando las chicas ya se fueron, nos acercamos a Boo Bear.
-Te mato Jenna, he tenido que correr mucho para que no me alcanzasen- dijo con los brazos en jarra. Jenna lo abrazó con una sonrisa traviesa, que disipó el enfado de Louis.
-Te quiero tontito- le susurró.
-Y yo tontita bonita- la besó en la frente. Se quedaron así por un buen rato, sin hacernos caso.
-Oye Lau, mira esa chica- cuando me lo dijo me puse un poco celosa, pero cuando vi a la chica, dibujé una enorme sonrisa.
-¡Eh, Bonnie!- le grité y la pequeña chica buscó con la mirada quien la había llamado. Nos vio y se sonrojó levemente, con una gran sonrisa en los labios. Se disculpó con sus amigas y patinó hasta donde estábamos. Nialler le dio un dulce abrazo, al igual que yo. Bonnie estaba más sonrojada que antes. Era muy tierna y adorable. Estuvimos un rato hablando, nos cansamos y nos pusimos a patinar los tres juntos, riendo sin parar. Nos paramos otra vez para descansar, ya que Niall había estado todo el rato arrastrándome.
-Y... ¿Es verdad que estáis saliendo?- preguntó en un susurro. Normalmente hablaba así, supongo que por la falta de confianza. Aunque no hablaba tan flojito como el día en el que nos conocimos. Quizás ya tenía un poco más de confianza con nosotros.
-Si. Ella me hace el chico más feliz del mundo- me cogió de la cintura y besó mi mejilla. Me puse roja de un momento para el otro. Bonnie rió levemente.
-¡Bonnie, cariño! ¡Es hora de volver a casa!- gritó una señora de bonitos ojos verdes. Seguramente su madre, tenía los mismos ojos que Bonnie. Bonnie asintió y se despidió de nosotros con un tierno abrazo. Esa chica era adorable.
*Narra Gwen*
Llamaron a Bianca y se fue a su casa, su tía (la madre de Shirley) la reclamaba. Me quedé un rato más dibujando lo primero que se me pasaba por la cabeza. Papá y mamá se fueron a pasear hace ya un rato, la lluvia se había ido y hacia un poquitín de sol. Me fui a mi cuarto, me senté de piernas cruzadas delante del ventanal que daba al balcón y dibujé el paisaje. Me gustaría haber podido salir al balcón, pero estaba un poco mojado todavía. Cuando acabé mi dibujo, me levanté, dejé el lapiz en el escritorio y cogí los lapices de colores. Me pondría a pintar un poco. Todo sea para pasar el rato. Me senté y justo sonó mi móbil. Otra vez me levanté y corriendo fui a mi cama a cogerlo, ya que estaba allí.
-¿Diga?- pregunté, ya que ni miré quién era.
-Hola Coco- saludó una voz alegre. Una estúpida sonrisa se formó en mi cara al escuchar su voz.
-Hola Li- contesté igual que él.
-¿Cómo estás?- me preguntó dulcemente. Me mordí el labio, y por poco me pongo a chillar. Me había mordido muy fuerte. Con el dedo, toqué el labio y si, tenía sangre. Me alarmé, ya que siempre me ha puesto nerviosa la sangre, no sé por que. Fui corriendo al baño. Me miré al espejo y esta vez si chillé al ver la sangre. No era mucha, pero igualmente ya estaba de los nervios-. Gwen, ¿Qué ocurre? ¿Te encuentras bién?- iba a morder otra vez mi labio al notar su preocupación.
-Me he hecho daño- dije rápido, quitando la sangre con un trozo de papel.
-¿Con qué? ¿Pero estás bién? ¿Es grave?- demonios Liam, deja ya de ser tan tierno. Sonreí como tonta.
-No, tranquilo, solo me he mordido y sale un poco de sangre. Pero es que la sangre me pone muy nerviosa- solté con bufido, a lo que el rió.
-Tranquilízate, ¿Si? Estoy aquí, contigo. Aunque esté lejos- ¡VALE YA, ¿NO?! Deja de ser tan tierno Liam.
-Eres un tierno, Li- le dije y rió suavemente.
-Gracias princesita. ¿Estás mejor?
-Si, ya no me duele tanto- mentira. Me dolía lo mismo de antes, pero no lo quería preocupar más. Nos quedamos dos horas hablando por teléfono. Ni yo me lo creí que estuvimos tanto tiempo, pero vaya, se pasó rápido el rato. Me contó lo poco que sabía de lo que pasaba por allí, y yo le conté unas pocas aventuras que pasé con Shirley, Bic y Katy en estos últimos días. También me contó que no salía mucho. Le pregunté por que y me dijo que porque como yo no estoy allí, y siempre salía conmigo, no quiere salir con los otros. A no ser que salgan todos juntos. Me pareció muy tierno de su parte. Pero le dije que igualmente tendría que salir más con ellos, si no se quedaría soltero y con veinte gatos. Nos reímos un buen rato por mi broma. No se lo dije con mala intención, aunque prefiero eso a que esté con alguna que otra zorra. El es mío. Solo mío.
*Narra Madison*
Acabamos nuestros cafés y nos levantamos para irnos hacia casa. Harry y Cara se ofrecieron a acompañarnos. Al parecer Cara y Charlie habían hecho buenas migas y se llevaban la mar de bién. Me alegro por él, vaya. Harry y yo íbamos detrás de ellos dos, que no paraban de reír y hablar. Y el odioso y yo tampoco nos quedábamos atrás. Íbamos empujándonos, riendo y soltando estupideces. En un momento, Harry me empujó demasiado fuerte y caí al suelo. Por mi mala suerte encima de un charco. Pegué un grito que creo que hasta Gwen lo escuchó. Me levanté a toda prisa y empecé a perseguir a Harry por la calle. Corriendo y corriendo acabamos los dos en un parque, que por suerte estaba cerca de casa. Harry se dejó caer en el pasto, boca abajo, respirando entrecortadamente. Me senté en su espalda.
-¡Eres un odioso, Harry!- le grité. No se movió.
-Me estás mojando la espalda, Madison- dijo riendo. Le pegué de broma en la cabeza, que respondió con un: Auch.
-Eres un tonto- me levanté de su espalda y me recosté a su lado, mirando el cielo. Se movió y se puso como yo-. Harry, lo siento.
-¿Por?- noté que giró la cabeza para mirarme.
-Por como te contesté el otro día, cuando te ibas. Te juro que ni me enteré si me dijiste algo o yo te dije algo. Me lo dijo Charlie después de una hora y me sentí fatal. Perdón- giré también mi cara. Harry agarró mi mano con suavidad y clavó su mirada en mis ojos.
-Ya no importa Maddy- sonrió. Adoré los hoyuelos que aparecieron. Apoyé mi cabeza en su hombro, y él su cabeza encima de la mía-. ¿Te cuento un secreto?
-Claro- sonreí.
-Yo también extraño Harrison. Odio como nos hemos distanciado, la verdad.
-Y yo también lo extraño. Todo fue culpa mía.
-Ya Mad, olvídalo. Te perdono.
-Gracias Hazza.
-Por nada.
Levanté mi cabeza, nos miramos y empezamos a reír sin razón. Cuando dejamos de reír se quedó mirando mis ojos fijamente.
-Is your heart taken? Is there somebody else on your mind? I'm so sorry, I'm so confused, just tell me, am I out of time? Is your heart breaking? How do you feel about me now? I can't believe I let you walk away. When, when I should have kissed you- cantó sonriendo todo el rato.
-¿Cómo que me dejaste ir cuando deberías haberme besado?- le pregunté riendo.
-Ya lo entenderás algún día Mad- me miró y besó mi nariz.
-Pero yo lo quiero saber ahora- me crucé de brazos. Es que tenía mucha curiosidad por saberlo.
-Que no.
-Que si. Dímelo.
-Que no.
-Dímelo.
-Que no.
-Que me lo digas.
-Que no, pesada.
-Dímelo, odioso.
-¿Si te lo digo te callarás?
-Seguramente.
-Pero es un secreto- se sonrojó.
-No te preocupes, haré silencio. Confía en mí, Hazza.
Bajó la cabeza, medio sonriente. Todavía sonrojado.
-El día que fui a tu casa, y llegó Charlie, cuando hablabas me quedaba mirando fijamente tus labios porque tenía muchas ganas de besarte. Pero lo dejé ir. Te dejé ir.
-¿De verdad?- mi sonrisa no podía ser más grande.
-Si. No puedo olvidar nuestro beso.
-¿Te digo una cosa?- me miró a los ojos-. Yo tampoco.
Besó otra vez mi nariz.
-Vayamos para casa, Cara y Charlie ya habrán llegado- se levantó y me tendió su mano, que acepté gustosa para ayudarme a levantar. Empezamos a caminar para salir de ese bonito parque. En medio de la calle, Harry se puso detrás mío, y de repente, se subió a mi espalda. Lo cogí de sus piernas para evitar que se cayese.
-¡Vamos Gnomito! ¡Rápido, rápido!- gritaba. Cuando me llamó Gnomito me puse a sonreír como una idiota. Ya extrañaba que me llamase así. Llegamos a casa en menos de diez minutos, ya que prácticamente iba trotando con Harry en mi espalda. Se bajó-. ¿Estás cansada Gnomito?
-Noooooo, que va- dije con sarcasmo, que creo que no pilló ya que sonrió como si nada. Me pegué con la mano en toda la cara y suspiré. Abrí la puerta de casa.
-¡Ya estamos aquí!- gritamos Harry y yo a la vez. Escuchamos risas en el salón, así que fuimos allí. Estaban Cara y Charlie junto a Laura, Lexi y Jenna. Me senté al lado de Charlie. Y Harry al otro lado mío.
-¿Qué tal? ¿Te ha hecho correr mucho?- me preguntó Charlie a lo que todos reímos.
-Paré en un parque. Está chica no se cansa nunca de correr- refunfuñó Harry, revolviéndome el pelo.
-Cuando quiero algo, no paro hasta que lo consigo. Y en este caso quería matarte Styles- todos reímos otra vez. Le sonó el móbil a Cara, miró la pantalla, tecleó algo y se levantó.
-Me tengo que ir, chicos- puso carita triste.
-¿Quieres que te acompañe?- sugirió Harry. Morí por dentro. Pero bueno, es su novia.
-No hace falta Hazza- le sonrió. La acompañamos hasta la puerta y se despidió de nosotros. Por sorpresa mía, se despidió de Harry solo con un beso en la mejilla. Mejor, así no me muero de los celos. Vale ya, contrólate.
-Yo también me voy- gritó Jenna subiendo las escaleras y bajandolas rápidamente, ahora con una chaqueta puesta.
-¿A dónde señorita?- le preguntó Lexi.
-Con Boo Bear, otra vez- sonrió y salió disparada por la puerta. Al rato, Lau y Lexi salieron a comprar algo de comida ya que la nevera estaba bastante vacía (ayer, Laura y Niall se dedicaron a comer todo lo que encontraron). Y solo quedamos Charlie, Harry y yo. La tarde será larga.
*Narra Jenna*
Sé que vi a Lou hace poco cuando patinábamos, pero me dijo que fuese a su casa más tarde. Y a eso voy. Llegé en unos veinte minutos, ya que paré a hablar con una directioner y fue bastante larga la conversación. Llamé al timbre y no tardó en abrirme la puerta el chico de ojos azules que había robado mi corazón. Me dio un beso rápido y me hizo pasar, tapándome los ojos con cuidado.
-Tengo una sorpresa, espero que te guste mucho bonita- me susurró. Sentí un agradable cosquilleó en el estómago. Me sentó en el sofá y dejó una caja encima de mis piernas-. Espera, no abras lo ojos- asentí, con los ojos bién cerrados. Escuché un pequeño ruidito-. Ahora si, ábrelos.
Abrí los ojos y en lo primero que me fijé fue en la gran sonrisa de Louis, de cuclillas delante mío. Y después en la caja, en lo que había en ella. Era un bonito cachorro Golden Retriever, durmiendo tranquilamente sobre una mantita azul. Era la cosa más mona que había visto en mi vida. Dejé la caja con cuidado encima del sofá y me tiré a los brazos de Louis, fuertemente. Caímos los dos al suelo, pero a ninguno de los dos nos importó.
-Es para tí, bonita. Para los dos- dijo Lou y besé fugazmente sus labios.
-Te quiero muchísimo Lou.
-Y yo a tí preciosa- volvimos a juntar nuestros labios pero este beso duró más. Nos levantamos y nos sentamos en el sofá, con el cachorrito encima de mí, todavía un poquito dormido-. Tendríamos que pensar un nombre.
-¿Qué te parece Moni? ¿Es chica, no?- pregunté revisando con cuidado. Y en efectivo, era chica.
-¿Qué tal mejor... Jen?
-¡Ése no Boo Bear!- dije y reímos. Se encendió mi bombilla de las ideas y miré a Louis con la mejor de mis sonrisas.
-Me das miedo- susurró, pero lo interrumpí.
-¿Qué tal Boo?- me miró confuso por unos instantes pero luego parece que comprendió y se me quedó mirando raro.
-¿De Boo Bear?- alzó una ceja. Asentí y él sonrió-. Me parece bonito que le pongas a un perrito tan mono mi 'nombre'- hizo comillas con los dedos.
-Perrita, es una perrita- le corregí riendo. Me sacó la lengua.
-Pues decidido, se llama Boo.
Acaricié el suave pelaje de Boo, dulcemente.
-Bienvenida a la familia, Boo- susurré. Lou giró mi cara con cuidado y besó mis labios. Provocando más cosquilleo en mi estómago.
domingo, 31 de marzo de 2013
miércoles, 13 de marzo de 2013
Capítulo 15.
Capítulo 15. El odioso está celoso.
*Narra Madison*
Al día siguiente, por la mañana, recibí una visita sorpresa por parte de Harry. Le regañé un poco ya que vino sin avisar y me vio con mi ridículo pijama de Nemo. Pero al final se lo perdoné. Y éso era injusto. Con una sonrisa suya conseguía que se lo perdonase todo. Me cambié de ropa mientras él esperaba en el salón. Cuando bajé, me senté a su lado y unos minutos después el timbre de casa sonó. Me levanté a abrir y me llevé la mejor sorpresa de mi vida. ¡Era mi mejor amigo! ¡Charlie! Me tiré a sus brazos con los ojos aguados. Lo había echado un montón de menos. Me explico, él se había marchado de Londres (por causas todavía no descubiertas; vamos, que no me lo contó) y se fue a Estados Unidos, a algún sitio de por allí, ni me lo dijo. Seguramente se pensaría que saldría en su busca. Pero éso sería una completa locura y nunca lo haría. Puede.
*Narra Gwen*
Por la mañana me despertó mi maldito móbil, que ayer por la noche me daba mucho palo apagarlo y lo dejé encendido. Miré la pantallita y cuando apareció el nombre de Liam se me formó una gran sonrisa y todo mi mal humor desapareció.
-Buenos días, ¿Hablo con mi princesita?
Muero. Me llamó su princesita.
-Buenos días Li.
-¿Cómo estás Coco?
-Medio dormida, medio despierta- reímos juntos-. ¿Y tú?
-Supongo que bién.
-¿Cómo que supones?
-Te extraño mucho.
Morí otra vez.
-Y yo a tí- me mordí el labio-. ¿Sabes una cosa? He conocido a tres chicas, son mis vecinas. Nos llevamos muy bién.
-Me alegro Gwen.
-¿Y sabes otra cosa?
-No. ¿El qué?
-La gente cree que estamos saliendo.
-¿D-de verdad?- lo noté nervioso.
-Si. Resulta que conocí a otras tres chicas. Que tienen unas pintas de chonis que lo flipas- me empecé a reír yo sola-. Y bueno, que una me reconoció por éso. Porque me había visto en no sé qué sitio, que decían que yo era tu novia. Pero vamos, que no.
-¿Que no qué?
-Pues... Que no.
-No lo pillo- dijo en un soplido.
-Ni yo. Ni sé por que lo he dicho.
Tres segundos de silencio y después todo fueron carcajadas.
-Bueno Li, me voy a desayunar.
-Adiós Coco- nos despedimos, colgé y bajé a tomar un rico desayuno.
*Narra Niall*
Escuché unas risitas muy conocidas cerca de mí. Tenía los ojos cerrados y me daba mucho palo abrirlos para ver quién era. Me quedé un rato más tumbado en la cama, pero la risita cada vez era más fuerte. Así que finalmente abrí los ojos. Era el tonto de Louis. Un momento... ¿Qué hacía él aquí?
-¿Boo Bear? ¿Qué haces aquí?
-Harry se fue a casa de Maddy y me aburría. Primero fuí a casa de Liam, pero me sacó de allí porque quería hablar con Gwen. Vete tú a saber de qué. Después fuí a casa de Zayn, pero el muy dormilón no me abría la puerta. Encima he perdido la llave que me dio. Y luego he pensado en venir aquí, ya que siempre tienes comida de sobra y tengo hambre.
-¿Y por que te reías, bobo?
-Por nada, por nada- se aguantó una carcajada, que no tardó en salir.
-Bueno, me voy a lavar la cara- cuando dije éso, Louis se tiró al suelo muerto de la risa. Ahora me estaba dando miedo. Caminé hasta el baño y creo que el grito que pegé cuando me vi en el espejo despertó a Zayn. Y mira que éso era difícil de conseguir. Louis entró al baño, limpiándose una lágrima que caía de su ojo, seguramente de la risa. Empecé a lavarme la cara.
-Eres tonto Louis- le dije en un momento que lo miré.
-Pero me quieres mucho.
-Quiero más a Laura- se hizo el indignado y se marchó. Pero volvió un momento con una sonrisa maligna.
-Me voy a comer tus Oreos- y salió corriendo. Le dejé ir, nunca las encontraría.
*Narra Harry*
Maddy volvió al salón junto a un chico. ¿Quién demonios era y por que tenía un brazo en los hombros de Mad? Vale Harry, deja tus celos.
-Harry, te presento a Charlie, mi mejor amigo. Charlie, te presento a Harry, el odioso con rizos de chocolate- nos presentó y estreché la mano con el tal Charlie. Desde un principio no me cayó bién. ¿Por que? Ni yo lo sé. ¿Y por que Maddy nunca me dijo que tenía un mejor amigo? Ai, deja ya los celos.
-¿Por casualidad tú no eres Harry Styles? ¿El de One Direction?- me preguntó Charlie sonriente. Asentí con expresión seria.
-Bueno Charlie, cuéntame- se aclaró la garganta-. ¿¡Por que demonios te fuíste!?- gritó, y una risita se nos escapó a Charlie y a mí.
-Pequeña, te extrañé mucho. A tí y a tus gritos- se abrazaron. Cerré los puños al verlos.
-Y yo a tí, payaso. A tí y a tus bromas- se rieron. Me sentía un poco incómodo. Creo que quizás sobraba allí-. ¿Me lo cuentas o qué?
-Es una larga historia.
-Tengo tiempo, no estaba haciendo nada importante- me partió el corazón cuando dijo éso. Yo solo había ido a su casa para invitarla a ir al Starbucks, pero ya veo que hay gente más importante que yo en su vida. Se pasaron el rato hablando, riendo y bromeando. Ignorándome completamente. Los miraba atentamente, pero no escuchaba lo que decían. Me perdía en el movimiento de los labios de Maddy al hablar. Me gustaría volver a besar sus labios, lo necesito. Pero quizás sería muy precipitado.
Pasó una hora, en la que seguían sin hablarme, ni siquiera me miraron. Me levanté y los miré, ni se enteraron.
-Oye Maddy, me voy ya- dije.
-Adiós- contestó, sin mirarme, y siguió riendo por algo que dijo Charlie. Mis ojos se aguaron, bajé la mirada y salí de allí. No le importaba, en lo absoluto. Tendría que olvidarme de ella.
*Narra Louis*
Me puse a buscar las Oreos por la cocina, pero no las encontraba. Busqué incluso dentro del horno. Me estaba poniendo histérico, no lograba encontrarlas. La última vez estaban detrás del libro ése con imágenes de continentes y más cosas. Miré y no, no estaban.
-¿Buscas algo?- preguntó Nialler a mi espalda. Me giré y tenía el paquete de Oreos en sus manos.
-¿Dónde estaban?- pregunté molesto, tenía hambre y me apetecían Oreos.
-En un lugar secreto. Si te lo digo tendré que buscar otro sitio para esconderlas.
-Estaban debajo de tu almohada, ¿Verdad?- enarqué una ceja, divertido.
-Si, por si me da hambre de noche- se carcajeó junto a mí.
-¿Te parece si llamamos a Jenna y Laura, y salimos los cuatro?- le pregunté y el irlandés asintió sonriente-. Perfecto, luego llamo a mi Piña. ¿Me invitas a comer?
-Louis, fuera de mi casa- gritó. Como buen chico obedecí, después de estar más de un cuarto de hora rogando para que me dejara quedarme con él. Salí de allí y me fijé que Harry estaba abriendo la puerta de casa.
-¡Harooooold! ¡Espera!- grité. Harry fijó la vista en mí, con una pequeña sonrisa. Con cada paso veía mejor su cara, hasta que vi que tenía los ojos rojos. ¿Había llorado? Me acerqué rápidamente. Lo abracé lo más fuerte que pude y juntos entramos en casa. Vivíamos juntos-. ¿Qué ha pasado Harry? ¿Has llorado?
-Soy idiota Louis, soy un idiota. Me había ilusionado con ella, ¿Sabes? Y ahora me ha roto el corazón. No lo soporto, juro que no sé que hacer- le salió una lágrima de su ojo, que la secó con rapidez.
-Cuéntame Harry- acaricié sus rizos.
-Esta mañana fui a ver a Maddy, quería invitarla a ir al Starbucks. Pero después llego su mejor amigo, ella nunca me habló de él. Estuve una hora con ellos, una hora en la que me ignoraron. Primero Maddy le dijo que no estaba haciendo nada importante, cuando yo estaba allí desde más rato; y después, que me cansé de ser ignorado, le dije a Maddy que me iba y sin mirarme me dijo adiós- bajó la mirada, triste-. He decidido olvidarla, Lou. Aunque me duela intentaré olvidarla.
No sabía que decirle así que solo lo abracé con fuerza.
-Oye Harry- sonreí inocentemente-, ¿Estás celoso?
-¿Qué? ¡No!- se puso colorado.
Él no me engaña. Está celoso.
*Narra Madison*
-Oye, ¿Pero has vuelto a ver a Olive?- le pregunté cuando acabó de explicarme la razón por la cuál se fue. También me dijo donde fue, a Nueva York. Me dio envidia, ya me gustaría poder ir a Nueva York algún día.
-No, pero mejor que no- miré hacia el sofá donde estaba Harry, pero no estaba. ¿Dónde se había metido?
-¿Y Harry?- pregunté a Charlie.
-Se marchó hace ya una hora o más. Te lo dijo pero solo le dijiste adiós y ya. El pobre se fue con la cabeza agachada- aclaró y cada vez me hundía más en el sofá. ¿Cómo había sido tan estúpida?-. Llámalo, ¿No?
-Mejor mañana, que pareceré estúpida- Charlie se encogió de hombros. Escuchamos pasos que bajaban por la escalera y que se acercaban al salón.
-Maddy, no encue... ¡¡Charlie!!- chilló Jenna cuando lo vio y prácticamente saltó encima de él. Charlie como pudo le correspondió el abrazo-. Pero cuanto te he extrañado pequeño Cocodrilo.
De pequeño, Charlie quería ser un cocodrilo, y como Jenna era más mayor que él, le puso ese mote.
-¿Y las otras frutas? ¿Han hecho un zumo con ellas?- preguntó divertido y nos sacó una gran carcajada. Le explicamos lo que pasó con Gwen entre Jenna y yo. Laura estaba en su cuarto, según la Piña. Y Lexi, ni idea. Quizás con Zayn-. Pero a ver, ¿Entre Gwen y Liam hay algo o no?
Lo preguntó cuando acabamos de explicarle la historia. Incluso le contamos como conocimos a los chicos.
-Que nosotras sepamos, no hay nada. Pero, ¿Sabes?- hizo un movimiento con la cabeza para que continuara-. Dio su primer beso con Liam.
Se tapó la boca con la mano. Tenía los ojos como platos.
-¿De verdad?- Jenna y yo asentimos, emocionadas-. ¡Qué mona!
-Lo sabemos- contestamos nosotras dos a la vez, para después reír. Se escuchó un grito en la puerta del salón. Era Laura, que corrió hacia Charlie para darle un enorme abrazo de oso.
-Cocodrilooooooooo- lo apretó entre sus brazos con fuerza.
-¡Me ahogas Lau!- gritó riendo y Laura lo soltó un poco avergonzada.
-Perdón- al final reímos todos.
*Narra Laura*
Nos quedamos un rato hablando con Charlie, hasta que se tuvo que ir. Jenna y yo nos fuimos a preparar ya que habíamos quedado con Louis y Niall, para ir los cuatro juntos.
Me puse unas botas marrones, unos tejanos, una camiseta rosa clarita de manga larga y encima una sudadera blanca.
Esperé a Jenna en el salón, hablando con Maddy. Bajó a los diez minutos. Nos despedimos de Madison y salimos de casa. Durante el camino no parábamos de reir, bromear y gritar incoherencias. Cosas normales entre Jenna y yo.
*Narra Lexi*
Me desperté que eran casi las dos de la tarde. ¿Cómo es que había dormido tanto? Ni idea, pero necesitava dormir. Me puse una camiseta que me llegaba cinco centimetros por encima de la rodilla, unos leggins y unas botas cualquieras que encontré debajo la cama. Bajé a la cocina, donde Maddy comía unos simples macarrones. No había nadie más. Le di un beso en la mejilla y me senté a su lado. Giró la cara, dudosa.
-¿Puedo confiar en tí, verdad?- me preguntó. Asentí con una gran sonrisa.
-Por supuesto.
-Creo que Harry se ha enfadado. Me siento estúpida- me contó resumidamente lo que pasó esta mañana.
-Habla con él, Maddy; ¿No crees?
-Mañana le llamaré.
-Hoy.
-Esta noche y no se hable más.
-Trato hecho- estrechamos nuestras manos. Maddy me sirbió unos pocos macarrones y comimos juntas.
Así que... ¿El odioso está celoso?
*Narra Jenna*
-Que tonto eres Louis Tomlinson- le dije entre carcajadas. Se había puesto a bailar Break Dance en medio de la calle. Niall y Laura desaparecieron de nuestra vista, seguramente por la vergüenza. Yo no me fui, no dejaría a mi tontito solo. Lou se levantó del suelo y se acercó a mí.
-Ven a bailar Jenna- me dijo sonriente con la respiración agitada.
-No- me reí. Me iba a coger del brazo pero salí corriendo dando un grito.
-¡No escaparás!- gritó a mis espaldas. Estuvimos unos diez minutos corriendo. Ya no pude más y me frené de golpe, haciendo que Louis chocara y cayéramos los dos al suelo. Él encima de mí.
-Louis me aplastas- dije, intentando parecer seria. Se levantó, me giré y tenía su mano para ayudarme a levantar, así que la acepté.
-Perdón bonita, ¿Estás bién?- era tan mono preocupado. Lo abracé, poniendo mi cara en su cuello. Él me rodeó por la cintura y besó mi mejilla.
-Te quiero- le dije.
-Y yo a tí- me contestó dulcemente. Noté las sonrisas de toda la gente que nos miraba.
*Narra Madison*
Estaba con Lexi mirando la televisión un rato, para pasar el tiempo. Decidí llamar a Harry a las nueve o así, y ya eran las ocho y media. El tiempo pasó rápido, entre risas y otras tonterías. Ya eran las nueve. Subí a mi cuarto, cogí mi móbil y bajé otra vez al salón.
-Madison, mira ésto- me llamó la atención Lexi, señalando la pantalla. Era Harry... ¡Era Harry! Con... ¿Quién era ésa? ¡Era Cara Delevingne! ¡La modelo! En la pantalla pasaban varias fotos; caminando juntos, sonriendo, abrazándose, y la peor de todas, besándose. No sé por que lloraba, Harry no era nada mío. Ni dudo que lo sea alguna vez-. Maddy- susurró mi amiga y me abrazó con fuerza.
-No lo soporto Lexi- susurré, me miró pidiendo una explicación-. ¿Ayer me besó a mí y hoy va besándose con ésa?- gruñí con la vista borrosa, por las lágrimas que caían sin control. Juro que no entendía a ese idiota. ¿Por que me besó?
-¿Te besó?- me preguntó sonriente.
-Si, pero me arrepiento de no separarme, de pegarle una bofetada y gritarle con toda la rábia que ahora mismo siento.
-Maddy, cálmate- dijo divertida.
-Lo siento, pero me molesta mucho- bufé.
-¿Sabes? Creo que lo ha hecho porque está celoso. Por lo de esta mañana, con Charlie.
-¿El odioso está celoso?- pregunté atónita.
-Exacto.
No se por que pero empecé a reír fuertemente. ¿Él celoso? Claro, y yo soy Megan Fox. ¿Cómo puede estar celoso si no es nada mío? Bueno, quién le entiende.
*Narra Madison*
Al día siguiente, por la mañana, recibí una visita sorpresa por parte de Harry. Le regañé un poco ya que vino sin avisar y me vio con mi ridículo pijama de Nemo. Pero al final se lo perdoné. Y éso era injusto. Con una sonrisa suya conseguía que se lo perdonase todo. Me cambié de ropa mientras él esperaba en el salón. Cuando bajé, me senté a su lado y unos minutos después el timbre de casa sonó. Me levanté a abrir y me llevé la mejor sorpresa de mi vida. ¡Era mi mejor amigo! ¡Charlie! Me tiré a sus brazos con los ojos aguados. Lo había echado un montón de menos. Me explico, él se había marchado de Londres (por causas todavía no descubiertas; vamos, que no me lo contó) y se fue a Estados Unidos, a algún sitio de por allí, ni me lo dijo. Seguramente se pensaría que saldría en su busca. Pero éso sería una completa locura y nunca lo haría. Puede.
*Narra Gwen*
Por la mañana me despertó mi maldito móbil, que ayer por la noche me daba mucho palo apagarlo y lo dejé encendido. Miré la pantallita y cuando apareció el nombre de Liam se me formó una gran sonrisa y todo mi mal humor desapareció.
-Buenos días, ¿Hablo con mi princesita?
Muero. Me llamó su princesita.
-Buenos días Li.
-¿Cómo estás Coco?
-Medio dormida, medio despierta- reímos juntos-. ¿Y tú?
-Supongo que bién.
-¿Cómo que supones?
-Te extraño mucho.
Morí otra vez.
-Y yo a tí- me mordí el labio-. ¿Sabes una cosa? He conocido a tres chicas, son mis vecinas. Nos llevamos muy bién.
-Me alegro Gwen.
-¿Y sabes otra cosa?
-No. ¿El qué?
-La gente cree que estamos saliendo.
-¿D-de verdad?- lo noté nervioso.
-Si. Resulta que conocí a otras tres chicas. Que tienen unas pintas de chonis que lo flipas- me empecé a reír yo sola-. Y bueno, que una me reconoció por éso. Porque me había visto en no sé qué sitio, que decían que yo era tu novia. Pero vamos, que no.
-¿Que no qué?
-Pues... Que no.
-No lo pillo- dijo en un soplido.
-Ni yo. Ni sé por que lo he dicho.
Tres segundos de silencio y después todo fueron carcajadas.
-Bueno Li, me voy a desayunar.
-Adiós Coco- nos despedimos, colgé y bajé a tomar un rico desayuno.
*Narra Niall*
Escuché unas risitas muy conocidas cerca de mí. Tenía los ojos cerrados y me daba mucho palo abrirlos para ver quién era. Me quedé un rato más tumbado en la cama, pero la risita cada vez era más fuerte. Así que finalmente abrí los ojos. Era el tonto de Louis. Un momento... ¿Qué hacía él aquí?
-¿Boo Bear? ¿Qué haces aquí?
-Harry se fue a casa de Maddy y me aburría. Primero fuí a casa de Liam, pero me sacó de allí porque quería hablar con Gwen. Vete tú a saber de qué. Después fuí a casa de Zayn, pero el muy dormilón no me abría la puerta. Encima he perdido la llave que me dio. Y luego he pensado en venir aquí, ya que siempre tienes comida de sobra y tengo hambre.
-¿Y por que te reías, bobo?
-Por nada, por nada- se aguantó una carcajada, que no tardó en salir.
-Bueno, me voy a lavar la cara- cuando dije éso, Louis se tiró al suelo muerto de la risa. Ahora me estaba dando miedo. Caminé hasta el baño y creo que el grito que pegé cuando me vi en el espejo despertó a Zayn. Y mira que éso era difícil de conseguir. Louis entró al baño, limpiándose una lágrima que caía de su ojo, seguramente de la risa. Empecé a lavarme la cara.
-Eres tonto Louis- le dije en un momento que lo miré.
-Pero me quieres mucho.
-Quiero más a Laura- se hizo el indignado y se marchó. Pero volvió un momento con una sonrisa maligna.
-Me voy a comer tus Oreos- y salió corriendo. Le dejé ir, nunca las encontraría.
*Narra Harry*
Maddy volvió al salón junto a un chico. ¿Quién demonios era y por que tenía un brazo en los hombros de Mad? Vale Harry, deja tus celos.
-Harry, te presento a Charlie, mi mejor amigo. Charlie, te presento a Harry, el odioso con rizos de chocolate- nos presentó y estreché la mano con el tal Charlie. Desde un principio no me cayó bién. ¿Por que? Ni yo lo sé. ¿Y por que Maddy nunca me dijo que tenía un mejor amigo? Ai, deja ya los celos.
-¿Por casualidad tú no eres Harry Styles? ¿El de One Direction?- me preguntó Charlie sonriente. Asentí con expresión seria.
-Bueno Charlie, cuéntame- se aclaró la garganta-. ¿¡Por que demonios te fuíste!?- gritó, y una risita se nos escapó a Charlie y a mí.
-Pequeña, te extrañé mucho. A tí y a tus gritos- se abrazaron. Cerré los puños al verlos.
-Y yo a tí, payaso. A tí y a tus bromas- se rieron. Me sentía un poco incómodo. Creo que quizás sobraba allí-. ¿Me lo cuentas o qué?
-Es una larga historia.
-Tengo tiempo, no estaba haciendo nada importante- me partió el corazón cuando dijo éso. Yo solo había ido a su casa para invitarla a ir al Starbucks, pero ya veo que hay gente más importante que yo en su vida. Se pasaron el rato hablando, riendo y bromeando. Ignorándome completamente. Los miraba atentamente, pero no escuchaba lo que decían. Me perdía en el movimiento de los labios de Maddy al hablar. Me gustaría volver a besar sus labios, lo necesito. Pero quizás sería muy precipitado.
Pasó una hora, en la que seguían sin hablarme, ni siquiera me miraron. Me levanté y los miré, ni se enteraron.
-Oye Maddy, me voy ya- dije.
-Adiós- contestó, sin mirarme, y siguió riendo por algo que dijo Charlie. Mis ojos se aguaron, bajé la mirada y salí de allí. No le importaba, en lo absoluto. Tendría que olvidarme de ella.
*Narra Louis*
Me puse a buscar las Oreos por la cocina, pero no las encontraba. Busqué incluso dentro del horno. Me estaba poniendo histérico, no lograba encontrarlas. La última vez estaban detrás del libro ése con imágenes de continentes y más cosas. Miré y no, no estaban.
-¿Buscas algo?- preguntó Nialler a mi espalda. Me giré y tenía el paquete de Oreos en sus manos.
-¿Dónde estaban?- pregunté molesto, tenía hambre y me apetecían Oreos.
-En un lugar secreto. Si te lo digo tendré que buscar otro sitio para esconderlas.
-Estaban debajo de tu almohada, ¿Verdad?- enarqué una ceja, divertido.
-Si, por si me da hambre de noche- se carcajeó junto a mí.
-¿Te parece si llamamos a Jenna y Laura, y salimos los cuatro?- le pregunté y el irlandés asintió sonriente-. Perfecto, luego llamo a mi Piña. ¿Me invitas a comer?
-Louis, fuera de mi casa- gritó. Como buen chico obedecí, después de estar más de un cuarto de hora rogando para que me dejara quedarme con él. Salí de allí y me fijé que Harry estaba abriendo la puerta de casa.
-¡Harooooold! ¡Espera!- grité. Harry fijó la vista en mí, con una pequeña sonrisa. Con cada paso veía mejor su cara, hasta que vi que tenía los ojos rojos. ¿Había llorado? Me acerqué rápidamente. Lo abracé lo más fuerte que pude y juntos entramos en casa. Vivíamos juntos-. ¿Qué ha pasado Harry? ¿Has llorado?
-Soy idiota Louis, soy un idiota. Me había ilusionado con ella, ¿Sabes? Y ahora me ha roto el corazón. No lo soporto, juro que no sé que hacer- le salió una lágrima de su ojo, que la secó con rapidez.
-Cuéntame Harry- acaricié sus rizos.
-Esta mañana fui a ver a Maddy, quería invitarla a ir al Starbucks. Pero después llego su mejor amigo, ella nunca me habló de él. Estuve una hora con ellos, una hora en la que me ignoraron. Primero Maddy le dijo que no estaba haciendo nada importante, cuando yo estaba allí desde más rato; y después, que me cansé de ser ignorado, le dije a Maddy que me iba y sin mirarme me dijo adiós- bajó la mirada, triste-. He decidido olvidarla, Lou. Aunque me duela intentaré olvidarla.
No sabía que decirle así que solo lo abracé con fuerza.
-Oye Harry- sonreí inocentemente-, ¿Estás celoso?
-¿Qué? ¡No!- se puso colorado.
Él no me engaña. Está celoso.
*Narra Madison*
-Oye, ¿Pero has vuelto a ver a Olive?- le pregunté cuando acabó de explicarme la razón por la cuál se fue. También me dijo donde fue, a Nueva York. Me dio envidia, ya me gustaría poder ir a Nueva York algún día.
-No, pero mejor que no- miré hacia el sofá donde estaba Harry, pero no estaba. ¿Dónde se había metido?
-¿Y Harry?- pregunté a Charlie.
-Se marchó hace ya una hora o más. Te lo dijo pero solo le dijiste adiós y ya. El pobre se fue con la cabeza agachada- aclaró y cada vez me hundía más en el sofá. ¿Cómo había sido tan estúpida?-. Llámalo, ¿No?
-Mejor mañana, que pareceré estúpida- Charlie se encogió de hombros. Escuchamos pasos que bajaban por la escalera y que se acercaban al salón.
-Maddy, no encue... ¡¡Charlie!!- chilló Jenna cuando lo vio y prácticamente saltó encima de él. Charlie como pudo le correspondió el abrazo-. Pero cuanto te he extrañado pequeño Cocodrilo.
De pequeño, Charlie quería ser un cocodrilo, y como Jenna era más mayor que él, le puso ese mote.
-¿Y las otras frutas? ¿Han hecho un zumo con ellas?- preguntó divertido y nos sacó una gran carcajada. Le explicamos lo que pasó con Gwen entre Jenna y yo. Laura estaba en su cuarto, según la Piña. Y Lexi, ni idea. Quizás con Zayn-. Pero a ver, ¿Entre Gwen y Liam hay algo o no?
Lo preguntó cuando acabamos de explicarle la historia. Incluso le contamos como conocimos a los chicos.
-Que nosotras sepamos, no hay nada. Pero, ¿Sabes?- hizo un movimiento con la cabeza para que continuara-. Dio su primer beso con Liam.
Se tapó la boca con la mano. Tenía los ojos como platos.
-¿De verdad?- Jenna y yo asentimos, emocionadas-. ¡Qué mona!
-Lo sabemos- contestamos nosotras dos a la vez, para después reír. Se escuchó un grito en la puerta del salón. Era Laura, que corrió hacia Charlie para darle un enorme abrazo de oso.
-Cocodrilooooooooo- lo apretó entre sus brazos con fuerza.
-¡Me ahogas Lau!- gritó riendo y Laura lo soltó un poco avergonzada.
-Perdón- al final reímos todos.
*Narra Laura*
Nos quedamos un rato hablando con Charlie, hasta que se tuvo que ir. Jenna y yo nos fuimos a preparar ya que habíamos quedado con Louis y Niall, para ir los cuatro juntos.
Me puse unas botas marrones, unos tejanos, una camiseta rosa clarita de manga larga y encima una sudadera blanca.
Esperé a Jenna en el salón, hablando con Maddy. Bajó a los diez minutos. Nos despedimos de Madison y salimos de casa. Durante el camino no parábamos de reir, bromear y gritar incoherencias. Cosas normales entre Jenna y yo.
*Narra Lexi*
Me desperté que eran casi las dos de la tarde. ¿Cómo es que había dormido tanto? Ni idea, pero necesitava dormir. Me puse una camiseta que me llegaba cinco centimetros por encima de la rodilla, unos leggins y unas botas cualquieras que encontré debajo la cama. Bajé a la cocina, donde Maddy comía unos simples macarrones. No había nadie más. Le di un beso en la mejilla y me senté a su lado. Giró la cara, dudosa.
-¿Puedo confiar en tí, verdad?- me preguntó. Asentí con una gran sonrisa.
-Por supuesto.
-Creo que Harry se ha enfadado. Me siento estúpida- me contó resumidamente lo que pasó esta mañana.
-Habla con él, Maddy; ¿No crees?
-Mañana le llamaré.
-Hoy.
-Esta noche y no se hable más.
-Trato hecho- estrechamos nuestras manos. Maddy me sirbió unos pocos macarrones y comimos juntas.
Así que... ¿El odioso está celoso?
*Narra Jenna*
-Que tonto eres Louis Tomlinson- le dije entre carcajadas. Se había puesto a bailar Break Dance en medio de la calle. Niall y Laura desaparecieron de nuestra vista, seguramente por la vergüenza. Yo no me fui, no dejaría a mi tontito solo. Lou se levantó del suelo y se acercó a mí.
-Ven a bailar Jenna- me dijo sonriente con la respiración agitada.
-No- me reí. Me iba a coger del brazo pero salí corriendo dando un grito.
-¡No escaparás!- gritó a mis espaldas. Estuvimos unos diez minutos corriendo. Ya no pude más y me frené de golpe, haciendo que Louis chocara y cayéramos los dos al suelo. Él encima de mí.
-Louis me aplastas- dije, intentando parecer seria. Se levantó, me giré y tenía su mano para ayudarme a levantar, así que la acepté.
-Perdón bonita, ¿Estás bién?- era tan mono preocupado. Lo abracé, poniendo mi cara en su cuello. Él me rodeó por la cintura y besó mi mejilla.
-Te quiero- le dije.
-Y yo a tí- me contestó dulcemente. Noté las sonrisas de toda la gente que nos miraba.
*Narra Madison*
Estaba con Lexi mirando la televisión un rato, para pasar el tiempo. Decidí llamar a Harry a las nueve o así, y ya eran las ocho y media. El tiempo pasó rápido, entre risas y otras tonterías. Ya eran las nueve. Subí a mi cuarto, cogí mi móbil y bajé otra vez al salón.
-Madison, mira ésto- me llamó la atención Lexi, señalando la pantalla. Era Harry... ¡Era Harry! Con... ¿Quién era ésa? ¡Era Cara Delevingne! ¡La modelo! En la pantalla pasaban varias fotos; caminando juntos, sonriendo, abrazándose, y la peor de todas, besándose. No sé por que lloraba, Harry no era nada mío. Ni dudo que lo sea alguna vez-. Maddy- susurró mi amiga y me abrazó con fuerza.
-No lo soporto Lexi- susurré, me miró pidiendo una explicación-. ¿Ayer me besó a mí y hoy va besándose con ésa?- gruñí con la vista borrosa, por las lágrimas que caían sin control. Juro que no entendía a ese idiota. ¿Por que me besó?
-¿Te besó?- me preguntó sonriente.
-Si, pero me arrepiento de no separarme, de pegarle una bofetada y gritarle con toda la rábia que ahora mismo siento.
-Maddy, cálmate- dijo divertida.
-Lo siento, pero me molesta mucho- bufé.
-¿Sabes? Creo que lo ha hecho porque está celoso. Por lo de esta mañana, con Charlie.
-¿El odioso está celoso?- pregunté atónita.
-Exacto.
No se por que pero empecé a reír fuertemente. ¿Él celoso? Claro, y yo soy Megan Fox. ¿Cómo puede estar celoso si no es nada mío? Bueno, quién le entiende.
viernes, 1 de marzo de 2013
Capítulo 14.
Capítulo 14. El beso, el regalo y una nueva enemiga.
*Narra Lexi*
Me levanté por la mañana un poquito más tarde de lo que había planeado. Había quedado para comer con Zayn, en su día. Su cumpleaños. Y él me pasaría a recoger dentro de una media hora. Me metí en la ducha corriendo y en cinco minutos ya estaba delante del espejo intentando desenrredar mi pelo. Pero como me ocupaba tiempo, me corté un pequeño mechón de pelo. No se notaba. Rebusqué por todo el armario algo bonito para ponerme. Una chaqueta, con una camiseta granate con tacto de terciopelo, unos tejanos claros, unas botas negras con cordones y un colgante de un lazito. Justo sonó el timbre y como loca fui a abrir la puerta.
-¿Por que te falta un trozo de pelo?- me saludó con esa pregunta. Y yo que pensaba que no se notaría.
-Hola a tí también, cariño. Felicidades. Y también te quiero mucho- dije burlona. Negó con la cabeza, para después darme un dulce beso en los labios.
-Hola bonita, te quiero mucho- susurró en mis labios, haciéndome reír. Le abracé fuertemente por la cintura, com mi cabeza en su pecho.
-Muchísimas felicidades chico malo- rodeó con sus brazos mi espalda y besó mi cabeza. Por detrás aparecieron Jenna y Maddy, que empezaron a gritar el cumpleaños feliz a todo pulmón.
-Vámonos Lexi, me dan miedo- me susurró en medio de la canción. Asentí riéndome, le di mi mano y salimos corriendo de casa.
*Narra Jenna*
-... Te deseamos to...- paramos porque los dos se fueron corriendo. Jo, yo que hoy tenía ganas de cantar. Miré de reojo a Maddy mientras soltaba un bufido. Estaba mirando la nada, mordiéndose los labios. Me miró. Y para molestarla subía y bajaba las cejas, con una sonrisa traviesa.
-¿Qué?- preguntó nerviosa.
-¿Qué ha pasado, Maddy? Ya sabes que te pasará si no me lo cuentas- amenacé.
-Ni me lo recuerdes- bufó, con los brazos cruzados sobre el pecho.
-¿Me lo cuentas?- me balanceé sobre mis pies, con las manos en mi espalda.
-Pero ni una palabra a nadie, ni a Louis- asentí con la cabeza-. Ayer Harry me besó- pegé un pequeño grito-. Y me gustó, mucho- ahora ya grité más fuerte. La abracé efusivamente, descargando toda mi alegría en ella. ¡Ya era hora de que Harry se lanzara!
-¿Y? ¿Algo más?- Maddy bajó la cabeza.
-No, no dijimos nada al respecto. Seguimos como normalmente, pero lo notaba muy nervioso, incluso peor de lo que estaba yo.
-Mm... Interesante- dije, pensando. Tendré que hablar con el señorito Styles. Tendré una charla pendiente con él.
*Narra Gwen*
Ya no me aburría tanto en Manchester, con mis nuevas vecinas conmigo. Nos la pasábamos todo el día haciendo cualquier cosa. Desde ayer por la tarde, cuando conocí a la irritante de Jennette, que no nos la hemos vuelto a encontrar. Y mejor, no tenía ganas de hablar con alguien como ella. Hoy era el cumpleaños de Zayn y decidí llamarle a eso de las seis de la tarde. Shirley, Bic y Katy se unieron a la conversación, tenían ganas de hablar con él.
-¿Coco?- preguntó Zayn. Noté una pequeña sonrisa de su parte.
-Felicidades chico malo- exclamé entre risas.
-Gracias Coco marranote- se carcajeó. Shirley, Bic y Katy, que escuchaban la conversación por el altavoz, empezaron a reír a carcajadas. Me sonrojé-. ¿Con quién estás, Gwen?
-Con unas amigas- las miré-. Saludad chicas- dije.
-Hola Zayn- dijeron Shirley y Bianca, un poco tímidas.
-Vas Happenin'- gritó Katy riéndose. Escuché la risa de Zayn y alguien más.
-¿Y tú con quién estás, eh?
-Con la preciosa de mi novia.
-¿Quién?- dije de burla.
-Lexi, tonta- dijo ella, intentando parecer molesta.
-Ya lo sabía- saqué la lengua, aunque era inútil, no me podían ver.
-Oyeeeee, Lexi; ¿Se lo preguntas tú o yo?- dijo Zayn.
-¿El qué?- contestó ella.
-Lo que nos dijo cierta persona, sobre... Ya sabes... Éso- explicó.
-¿Éso?
-Si, éso.
-Pues no sé a qué te refieres- estallamos a carcajadas.
-Y luego soy yo el que no pilla las cosas.
-¿Insinuas algo, cielo?
-Claro que no, cariño- nos volvimos a reír.
-Pues ya se lo pregunto yo- suspiró.
-¡Ah!- exclamó, como si se acabase de acordar de algo-. ¿Te refieres a éso?
-¿Qué éso?
-Da igual, yo me entiendo chico malo. Oye Gwen, ¿Me darías la dirección de tu casa? De Manchester, eh.
-Claro- sonreí y se la di.
-Bueno, gracias Coco. ¿Nos veremos pronto, no?
-Cuando a vosotros os dé la gana de visitarme- dije.
-Vale- rió-. Entonces nos veremos muy pronto, supongo.
-Un beso, os quiero malotes- les lancé cuatro besos.
-Y nosotros a tí Coco- exclamó Zayn y colgó.
-Katy eres tonta- dijo Shirley.
-¿Por?- preguntó Katy confundida.
-Me he muerto de vergüenza ajena, jo- se quejó con los brazos en jarra.
-Va, tonterías- se colocó la gorra para atrás y pasó una mano por su frente. En un gesto raro. Que nos hizo reír a todas.
*Narra Zayn*
Después de hablar con Gwen, marqué el número de Liam y otra vez puse el altavoz, para que Lexi también escuchase y hablase. Tardó un rato en cogerlo.
-¿Zayn?
-Hola- saludamos Lexi y yo.
-¿Qué ocurre?- preguntó.
-Ya sabemos donde vive Gwen- dije y escuché como a Liam se le caía algo y gritaba-. Oye Liam, ¿Estás bién?
-Si si- dijo rápido-. Estaba ordenando la cocina y se me ha caído un vaso. Al menos era de plástico y no se ha roto. ¿Pero de verdad?
-De verdad- rió mi chica mala.
-Aaaaai, como os quiero- gritó. Nos reímos.
-Ale, nos vemos Liam- nos despedimos y colgé.
Volví a coger la mano de Lexi y continuamos caminando por la calle, hablando de todo un poco. Era muy fácil hablar con ella. Siempre tenía algo que decir y nunca le faltaban las bromas. Me quedé como tonto mirando como movía los labios al hablar, hasta que no aguanté, la cogí de la cintura y la besé. Cosa que ella aceptó encantada.
*Narra Laura*
-¿Crees que nos ha quedado rico?- preguntó Niall cuando saqué las magdalenas del horno. Las miramos detenidamente y con una sonrisa, dije:
-Estarán deliciosas.
-Mejor, porque tengo hambre- dijo y reí.
-Yo también- ahora se rió él. Cogí una magdalena de chocolate y Nialler se cogió otra y le puso gominolas por encima. Contamos hasta tres y nos metimos las magdalenas en la boca. Acabamos riendo.
-Tienes la boca manchada- susurró cerca de mí, cuando ya me había acabado mi magdalena. Se acercó y con sus manos en mi cintura me besó tiernamente.
-¿Sabes que te quiero mucho?- pregunté con una sonrisilla en los labios.
-¿Sabes que yo también?- preguntó él. Nos reímos. Volvimos con las magdalenas y nos entretenimos decorándolas con crema de chocolate, más gominolas y otras cosas que encontrábamos por casa.
-Oye Nialler, ¿Me dejarías probar la magdalena arcoiris?- sonreí inocentemente.
-Claro Lau, toda para tí- contestó y contenta le di un pequeño beso en los labios. Cogí la magdalena arcoiris y probé un mordisco. Estaba realmente deliciosa y mira que era la primera vez que la hacía-. ¿Me dejas probar?
Le acerqué la magdalena y la mordió suavemente.
-¿Te gusta?- le pregunté.
-Está deliciosa- rió-. Le podríamos preparar unas cuantas a Zayn para su cumpleaños. Y con las chuches las decoramos para que parezca que llevan un arcoiris por encima, ¿Vale?
-Me parece buena idea, pero primero a comernos estas magdalenas, que tengo hambre.
*Narra Madison*
No me podía sacar de la cabeza el beso de ayer. Juro que no podía. Era recordarlo y empezar a sentir cosquillas en el estómago. Incluso en los labios. Nunca habría pensado que Harry me besaría, es decir, ¿Por que me besó? Yo no soy como todas las demás chicas, no tengo nada de especial. Solo soy un gnomito refunfuñón.
Salí de mis pensamientos al escuchar mi móbil sonar. Era Harry.
-Maddy, necesito que me acompañes a comprar el regalo de Zayn- suplicó. Sonreí tiernamente.
-Claro Hazza, ¿Me pasas a buscar?
-Claro que si- sonreí-. Nos vemos ahora Gnomito. Y gracias.
-Hasta ahora Harry- colgé y me fui a preparar. Me puse una camiseta blanca de los Beatles, una sudadera de Jack Wills gris, unos tejanos y unas botas negras. Me hice una cola alta y me pinté la raya del ojo. Justo sonó el timbre y bajé corriendo para abrir la puerta, pero Jenna se me adelantó.
-Oh, hola Harry- saludó dejándolo pasar.
-Hola Jenna, ¿Está Maddy?- me acerqué donde estaban ellos y saludé a Harry con un beso en la mejilla, que hizo que nos sonrojáramos, los dos.
-Aquí estoy.
-Pues nosotros ya nos vamos, ¿No?- asentí.
-Oye Hazza, luego hablamos, ¿Si?- dijo Jenna con una ceja levantada.
-Em... Vale- sonrió-. Vámonos Maddy- cogió mi mano y salimos de casa.
-¿Qué tienes pensado comprarle a Zayn?- le pregunté cuando ya estábamos en el coche.
-Ni idea, por éso te había llamado- rió.
-¿Le regalamos un espejo?- me miró de reojo.
-¿Regalamos, tu y yo?
-Si, yo tampoco tengo regalo.
-Pues le regalamos un espejo.
Dicho y hecho, le compramos el mejor espejo que encontramos en el centro comercial.
*Narra Gwen*
Nos fuimos a una heladería y nos compramos un helado cada una. En realidad el mío me lo pagó Bic, porque no llevaba dinero encima. Nos lo íbamos comiendo y de mientras, charlando de cualquier cosa. Íbamos por un barrio que nunca había ido (además de que tampoco es que conociese Manchester más allá de mi casa, la de Katy, la de Bianca y Shirley y el parque). Noté a Shirley más nerviosa que lo normal, pero no sabía porque. En un momento oímos la puerta de una casa abrirse, y de allí salió un chico, bastante guapo pero nada comparado con Liam, con una tabla de skate. Shirley me clavó las uñas en el brazo cuando el chico nos miró y nos saludó sonriente. Katy y Bic le devolvieron el saludo como personas normales, no como Shirley que por poco se tropieza con sus propios pies y me lanza el helado en la cara. El chico se fue en su tabla sin volver la vista hacia atrás.
-¿Quién era ése?- pregunté.
-El amor platónico de Shirley- comentó Bic y Shirley bajó la mirada.
-Es el 'novio', por así decirlo, de Jennette- añadió Katy con la mirada al final de la calle.
-¿Esa tipa tiene novio?- no aguanté más y me puse a reír.
-Bueno, una especie de novio. Actuan como tales cuando estan cerca de Shirley, al menos Jennette es la que actua. Se pasa todo el día ignorándolo y cuando ve que habla con Shirley se lanza a él y se lo lleva.
-Que idiota es Jennette- solté, un poco más alto de lo que quise.
-¿A quién llamas idiota?- escuché su maldita voz a nuestras espaldas. Nos giramos, para poder verla con sus perritos falderos: Camille y Julie.
-A tí- contesté de lo más normal. Se acercó y me pegó una bofetada. Le miré con la boca entreabierta, de la sorpresa. ¿Quién se creía ésta para venir aquí y pegarme?
-Serás zorra- escupió Katy, a punto de lanzarse sobre Jennette. Pero Shirley y Bianca se encargaron de sujetarla. Cogí mi helado, me acerqué a Jennette y se lo tiré encima. Agarré la mano de Shirley y las cuatro nos pusimos a correr calle abajo. Riendo sin control. Antes de meterse con este Coco, que se lo piense mejor. Si no, aquí tiene una nueva enemiga.
*Narra Laura*
Sacamos las magdalenas arcoiris del horno. Se veían deliciosas. Nialler cogió la bolsa de chuches y estuvimos un buen rato para hacer los arcoiris sobre todas las magdalenas. Pero milagrosamente acabamos justo cuando la puerta de casa se abrió, y entraron Lexi y Zayn. Rápidamente les pusimos unas velas a las magdalenas, que casualmente eran 20, los años que cumplía Zayn, las encendimos y salimos de la cocina cantando el cumpleaños feliz. Zayn se acercó de la mano de Lexi y cuando acabamos de cantar, apagó todas las velas de un soplido. Nos sonrió ámpliamente.
-¿Es mi regalo?- preguntó emocionado. Niall y yo asentimos con la cabeza-. Muchísimas gracias, tienen muy buena pinta.
-Ni lo dudes; que somos buenos cocineros- dije. La puerta se abrió otra vez. Eran Maddy y Harry. Vieron a Zayn y se acercaron corriendo a abrazarle. Cuando se separaron Harry le entregó un regalo. Zayn lo abrió emocionado, y pegó un enorme grito al ver su regalo, un espejo. Abrazó de nuevo a Madison y a Harry y les dijo un millón de veces que le gustaba mucho su regalo.
-¿Nos comemos las magdalenas?- pregunté y todos asintieron. Nos fuimos al salón y justo al entrar, Jenna y Louis salieron de detrás del sofá, asustándonos.
-¡Felicidades!- gritaron los zanahorios al unísono. Se acercaron a Zayn y le entregaron un sobre. Zayn lo abrió, confundido. De allí sacó un papel que leyó en voz alta.
-Vale para un abrazo (De Jenna y Louis)- dijo entre risas.
-¿Y tú que le has regalado, Lexi?- preguntó Madison.
-Mi corazón; ya que antes lo había robado, así que yo solamente se lo he regalado. No quiero que sea un ladrón- explicó sonriente.
-Y también me ha regalado un perfume- añadió Zayn.
Bueno bonitas, aquí está el capítulo:) Reconozco que no me gusta mucho como acaba, pero no sabía como acabarlo xD Espero que os guste mucho mucho mucho, valep?
Besitooooooooooos♥
*Narra Lexi*
Me levanté por la mañana un poquito más tarde de lo que había planeado. Había quedado para comer con Zayn, en su día. Su cumpleaños. Y él me pasaría a recoger dentro de una media hora. Me metí en la ducha corriendo y en cinco minutos ya estaba delante del espejo intentando desenrredar mi pelo. Pero como me ocupaba tiempo, me corté un pequeño mechón de pelo. No se notaba. Rebusqué por todo el armario algo bonito para ponerme. Una chaqueta, con una camiseta granate con tacto de terciopelo, unos tejanos claros, unas botas negras con cordones y un colgante de un lazito. Justo sonó el timbre y como loca fui a abrir la puerta.
-¿Por que te falta un trozo de pelo?- me saludó con esa pregunta. Y yo que pensaba que no se notaría.
-Hola a tí también, cariño. Felicidades. Y también te quiero mucho- dije burlona. Negó con la cabeza, para después darme un dulce beso en los labios.
-Hola bonita, te quiero mucho- susurró en mis labios, haciéndome reír. Le abracé fuertemente por la cintura, com mi cabeza en su pecho.
-Muchísimas felicidades chico malo- rodeó con sus brazos mi espalda y besó mi cabeza. Por detrás aparecieron Jenna y Maddy, que empezaron a gritar el cumpleaños feliz a todo pulmón.
-Vámonos Lexi, me dan miedo- me susurró en medio de la canción. Asentí riéndome, le di mi mano y salimos corriendo de casa.
*Narra Jenna*
-... Te deseamos to...- paramos porque los dos se fueron corriendo. Jo, yo que hoy tenía ganas de cantar. Miré de reojo a Maddy mientras soltaba un bufido. Estaba mirando la nada, mordiéndose los labios. Me miró. Y para molestarla subía y bajaba las cejas, con una sonrisa traviesa.
-¿Qué?- preguntó nerviosa.
-¿Qué ha pasado, Maddy? Ya sabes que te pasará si no me lo cuentas- amenacé.
-Ni me lo recuerdes- bufó, con los brazos cruzados sobre el pecho.
-¿Me lo cuentas?- me balanceé sobre mis pies, con las manos en mi espalda.
-Pero ni una palabra a nadie, ni a Louis- asentí con la cabeza-. Ayer Harry me besó- pegé un pequeño grito-. Y me gustó, mucho- ahora ya grité más fuerte. La abracé efusivamente, descargando toda mi alegría en ella. ¡Ya era hora de que Harry se lanzara!
-¿Y? ¿Algo más?- Maddy bajó la cabeza.
-No, no dijimos nada al respecto. Seguimos como normalmente, pero lo notaba muy nervioso, incluso peor de lo que estaba yo.
-Mm... Interesante- dije, pensando. Tendré que hablar con el señorito Styles. Tendré una charla pendiente con él.
*Narra Gwen*
Ya no me aburría tanto en Manchester, con mis nuevas vecinas conmigo. Nos la pasábamos todo el día haciendo cualquier cosa. Desde ayer por la tarde, cuando conocí a la irritante de Jennette, que no nos la hemos vuelto a encontrar. Y mejor, no tenía ganas de hablar con alguien como ella. Hoy era el cumpleaños de Zayn y decidí llamarle a eso de las seis de la tarde. Shirley, Bic y Katy se unieron a la conversación, tenían ganas de hablar con él.
-¿Coco?- preguntó Zayn. Noté una pequeña sonrisa de su parte.
-Felicidades chico malo- exclamé entre risas.
-Gracias Coco marranote- se carcajeó. Shirley, Bic y Katy, que escuchaban la conversación por el altavoz, empezaron a reír a carcajadas. Me sonrojé-. ¿Con quién estás, Gwen?
-Con unas amigas- las miré-. Saludad chicas- dije.
-Hola Zayn- dijeron Shirley y Bianca, un poco tímidas.
-Vas Happenin'- gritó Katy riéndose. Escuché la risa de Zayn y alguien más.
-¿Y tú con quién estás, eh?
-Con la preciosa de mi novia.
-¿Quién?- dije de burla.
-Lexi, tonta- dijo ella, intentando parecer molesta.
-Ya lo sabía- saqué la lengua, aunque era inútil, no me podían ver.
-Oyeeeee, Lexi; ¿Se lo preguntas tú o yo?- dijo Zayn.
-¿El qué?- contestó ella.
-Lo que nos dijo cierta persona, sobre... Ya sabes... Éso- explicó.
-¿Éso?
-Si, éso.
-Pues no sé a qué te refieres- estallamos a carcajadas.
-Y luego soy yo el que no pilla las cosas.
-¿Insinuas algo, cielo?
-Claro que no, cariño- nos volvimos a reír.
-Pues ya se lo pregunto yo- suspiró.
-¡Ah!- exclamó, como si se acabase de acordar de algo-. ¿Te refieres a éso?
-¿Qué éso?
-Da igual, yo me entiendo chico malo. Oye Gwen, ¿Me darías la dirección de tu casa? De Manchester, eh.
-Claro- sonreí y se la di.
-Bueno, gracias Coco. ¿Nos veremos pronto, no?
-Cuando a vosotros os dé la gana de visitarme- dije.
-Vale- rió-. Entonces nos veremos muy pronto, supongo.
-Un beso, os quiero malotes- les lancé cuatro besos.
-Y nosotros a tí Coco- exclamó Zayn y colgó.
-Katy eres tonta- dijo Shirley.
-¿Por?- preguntó Katy confundida.
-Me he muerto de vergüenza ajena, jo- se quejó con los brazos en jarra.
-Va, tonterías- se colocó la gorra para atrás y pasó una mano por su frente. En un gesto raro. Que nos hizo reír a todas.
*Narra Zayn*
Después de hablar con Gwen, marqué el número de Liam y otra vez puse el altavoz, para que Lexi también escuchase y hablase. Tardó un rato en cogerlo.
-¿Zayn?
-Hola- saludamos Lexi y yo.
-¿Qué ocurre?- preguntó.
-Ya sabemos donde vive Gwen- dije y escuché como a Liam se le caía algo y gritaba-. Oye Liam, ¿Estás bién?
-Si si- dijo rápido-. Estaba ordenando la cocina y se me ha caído un vaso. Al menos era de plástico y no se ha roto. ¿Pero de verdad?
-De verdad- rió mi chica mala.
-Aaaaai, como os quiero- gritó. Nos reímos.
-Ale, nos vemos Liam- nos despedimos y colgé.
Volví a coger la mano de Lexi y continuamos caminando por la calle, hablando de todo un poco. Era muy fácil hablar con ella. Siempre tenía algo que decir y nunca le faltaban las bromas. Me quedé como tonto mirando como movía los labios al hablar, hasta que no aguanté, la cogí de la cintura y la besé. Cosa que ella aceptó encantada.
*Narra Laura*
-¿Crees que nos ha quedado rico?- preguntó Niall cuando saqué las magdalenas del horno. Las miramos detenidamente y con una sonrisa, dije:
-Estarán deliciosas.
-Mejor, porque tengo hambre- dijo y reí.
-Yo también- ahora se rió él. Cogí una magdalena de chocolate y Nialler se cogió otra y le puso gominolas por encima. Contamos hasta tres y nos metimos las magdalenas en la boca. Acabamos riendo.
-Tienes la boca manchada- susurró cerca de mí, cuando ya me había acabado mi magdalena. Se acercó y con sus manos en mi cintura me besó tiernamente.
-¿Sabes que te quiero mucho?- pregunté con una sonrisilla en los labios.
-¿Sabes que yo también?- preguntó él. Nos reímos. Volvimos con las magdalenas y nos entretenimos decorándolas con crema de chocolate, más gominolas y otras cosas que encontrábamos por casa.
-Oye Nialler, ¿Me dejarías probar la magdalena arcoiris?- sonreí inocentemente.
-Claro Lau, toda para tí- contestó y contenta le di un pequeño beso en los labios. Cogí la magdalena arcoiris y probé un mordisco. Estaba realmente deliciosa y mira que era la primera vez que la hacía-. ¿Me dejas probar?
Le acerqué la magdalena y la mordió suavemente.
-¿Te gusta?- le pregunté.
-Está deliciosa- rió-. Le podríamos preparar unas cuantas a Zayn para su cumpleaños. Y con las chuches las decoramos para que parezca que llevan un arcoiris por encima, ¿Vale?
-Me parece buena idea, pero primero a comernos estas magdalenas, que tengo hambre.
*Narra Madison*
No me podía sacar de la cabeza el beso de ayer. Juro que no podía. Era recordarlo y empezar a sentir cosquillas en el estómago. Incluso en los labios. Nunca habría pensado que Harry me besaría, es decir, ¿Por que me besó? Yo no soy como todas las demás chicas, no tengo nada de especial. Solo soy un gnomito refunfuñón.
Salí de mis pensamientos al escuchar mi móbil sonar. Era Harry.
-Maddy, necesito que me acompañes a comprar el regalo de Zayn- suplicó. Sonreí tiernamente.
-Claro Hazza, ¿Me pasas a buscar?
-Claro que si- sonreí-. Nos vemos ahora Gnomito. Y gracias.
-Hasta ahora Harry- colgé y me fui a preparar. Me puse una camiseta blanca de los Beatles, una sudadera de Jack Wills gris, unos tejanos y unas botas negras. Me hice una cola alta y me pinté la raya del ojo. Justo sonó el timbre y bajé corriendo para abrir la puerta, pero Jenna se me adelantó.
-Oh, hola Harry- saludó dejándolo pasar.
-Hola Jenna, ¿Está Maddy?- me acerqué donde estaban ellos y saludé a Harry con un beso en la mejilla, que hizo que nos sonrojáramos, los dos.
-Aquí estoy.
-Pues nosotros ya nos vamos, ¿No?- asentí.
-Oye Hazza, luego hablamos, ¿Si?- dijo Jenna con una ceja levantada.
-Em... Vale- sonrió-. Vámonos Maddy- cogió mi mano y salimos de casa.
-¿Qué tienes pensado comprarle a Zayn?- le pregunté cuando ya estábamos en el coche.
-Ni idea, por éso te había llamado- rió.
-¿Le regalamos un espejo?- me miró de reojo.
-¿Regalamos, tu y yo?
-Si, yo tampoco tengo regalo.
-Pues le regalamos un espejo.
Dicho y hecho, le compramos el mejor espejo que encontramos en el centro comercial.
*Narra Gwen*
Nos fuimos a una heladería y nos compramos un helado cada una. En realidad el mío me lo pagó Bic, porque no llevaba dinero encima. Nos lo íbamos comiendo y de mientras, charlando de cualquier cosa. Íbamos por un barrio que nunca había ido (además de que tampoco es que conociese Manchester más allá de mi casa, la de Katy, la de Bianca y Shirley y el parque). Noté a Shirley más nerviosa que lo normal, pero no sabía porque. En un momento oímos la puerta de una casa abrirse, y de allí salió un chico, bastante guapo pero nada comparado con Liam, con una tabla de skate. Shirley me clavó las uñas en el brazo cuando el chico nos miró y nos saludó sonriente. Katy y Bic le devolvieron el saludo como personas normales, no como Shirley que por poco se tropieza con sus propios pies y me lanza el helado en la cara. El chico se fue en su tabla sin volver la vista hacia atrás.
-¿Quién era ése?- pregunté.
-El amor platónico de Shirley- comentó Bic y Shirley bajó la mirada.
-Es el 'novio', por así decirlo, de Jennette- añadió Katy con la mirada al final de la calle.
-¿Esa tipa tiene novio?- no aguanté más y me puse a reír.
-Bueno, una especie de novio. Actuan como tales cuando estan cerca de Shirley, al menos Jennette es la que actua. Se pasa todo el día ignorándolo y cuando ve que habla con Shirley se lanza a él y se lo lleva.
-Que idiota es Jennette- solté, un poco más alto de lo que quise.
-¿A quién llamas idiota?- escuché su maldita voz a nuestras espaldas. Nos giramos, para poder verla con sus perritos falderos: Camille y Julie.
-A tí- contesté de lo más normal. Se acercó y me pegó una bofetada. Le miré con la boca entreabierta, de la sorpresa. ¿Quién se creía ésta para venir aquí y pegarme?
-Serás zorra- escupió Katy, a punto de lanzarse sobre Jennette. Pero Shirley y Bianca se encargaron de sujetarla. Cogí mi helado, me acerqué a Jennette y se lo tiré encima. Agarré la mano de Shirley y las cuatro nos pusimos a correr calle abajo. Riendo sin control. Antes de meterse con este Coco, que se lo piense mejor. Si no, aquí tiene una nueva enemiga.
*Narra Laura*
Sacamos las magdalenas arcoiris del horno. Se veían deliciosas. Nialler cogió la bolsa de chuches y estuvimos un buen rato para hacer los arcoiris sobre todas las magdalenas. Pero milagrosamente acabamos justo cuando la puerta de casa se abrió, y entraron Lexi y Zayn. Rápidamente les pusimos unas velas a las magdalenas, que casualmente eran 20, los años que cumplía Zayn, las encendimos y salimos de la cocina cantando el cumpleaños feliz. Zayn se acercó de la mano de Lexi y cuando acabamos de cantar, apagó todas las velas de un soplido. Nos sonrió ámpliamente.
-¿Es mi regalo?- preguntó emocionado. Niall y yo asentimos con la cabeza-. Muchísimas gracias, tienen muy buena pinta.
-Ni lo dudes; que somos buenos cocineros- dije. La puerta se abrió otra vez. Eran Maddy y Harry. Vieron a Zayn y se acercaron corriendo a abrazarle. Cuando se separaron Harry le entregó un regalo. Zayn lo abrió emocionado, y pegó un enorme grito al ver su regalo, un espejo. Abrazó de nuevo a Madison y a Harry y les dijo un millón de veces que le gustaba mucho su regalo.
-¿Nos comemos las magdalenas?- pregunté y todos asintieron. Nos fuimos al salón y justo al entrar, Jenna y Louis salieron de detrás del sofá, asustándonos.
-¡Felicidades!- gritaron los zanahorios al unísono. Se acercaron a Zayn y le entregaron un sobre. Zayn lo abrió, confundido. De allí sacó un papel que leyó en voz alta.
-Vale para un abrazo (De Jenna y Louis)- dijo entre risas.
-¿Y tú que le has regalado, Lexi?- preguntó Madison.
-Mi corazón; ya que antes lo había robado, así que yo solamente se lo he regalado. No quiero que sea un ladrón- explicó sonriente.
-Y también me ha regalado un perfume- añadió Zayn.
Bueno bonitas, aquí está el capítulo:) Reconozco que no me gusta mucho como acaba, pero no sabía como acabarlo xD Espero que os guste mucho mucho mucho, valep?
Besitooooooooooos♥
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