sábado, 29 de junio de 2013

Capítulo 28.

Capítulo 28. Su pasado.

*Narra Madison*

Acabé de calzarme las Converse blancas y me puse la chaqueta con cuidado. Está bien, respira hondo. Tú y yo sabemos que quieres ir a verlo por encima de todo. ¿Tú y yo? Cuando hablo sola digo bastantes tonterías. Metí todo lo esencial en mi bolso y cerré la puerta de mi apartamento con llave. Con ritmo lento fui andando por las calles de Londres. No tenía claro que le diría al verle. Ni tampoco tenía claro si él quería verme. Después de estar más de una semana entre mis pensamientos, luchando conmigo misma por si debería ir o no, decidí hacerle caso a mi corazón y presentarme en su casa, de sorpresa. Tardé más de lo que esperaba en llegar. Justo cuando iba a llamar al timbre, la puerta se abrió.

-... I just want you to dance with me tonight...- dejó de cantar al clavar su verdes ojos en los míos. Noté como el corazón salía de mi pecho rápidamente. Apreté los puños en mis costados. No podía apartar la vista de sus ojos-. Madison- consiguió decir, con una leve sonrisa en sus labios. Como si unas manos invisibles me empujasen por la espalda, me abracé a él lo más fuerte que pude. Harry rápidamente me abrazó también.

-Dime por favor que te besó a la fuerza- susurré contra su pecho, aguantando las lágrimas de mis ojos-. Dímelo.

-Es verdad Maddy- susurró de vuelta, echando su aliento en mi frente-. Fue ella, lo juro.

-Soy una tonta- sollocé, mojando la camiseta de Harry con mis lágrimas-. Perdóname Harry, por favor.

-No tengo que perdonarte nada, amor- besó mi frente. Por su voz notaba que también estaba llorando-. Tendrías que perdonarme tú a mí.

-Te perdono- levanté mi cabeza, busqué sus labios y los besé con desesperación. Los necesitaba. Harry retrocedió y entramos a su casa. Con un pie empujé la puerta y la cerré detrás de nosotros. Todavía sin separar nuestros labios, dejé caer mi bolso al suelo. Harry colocó sus manos en mis mejillas, para profundizar el beso. Agarré el borde de su camiseta y tiré hacia arriba lentamente. Harry se separó levemente de mí, pegando nuestras frentes.

-¿Estás segura?- con su pulgar acarició mi mejilla. Asentí sin poder esconder una tímida sonrisa. Cada vez notaba más calor, y era realmente insoportable. Conseguí quitarle la camiseta, y Harry, con movimientos torpes, empezó a sacarme la mía. La dos juntas acabaron volando a alguna parte del salón. Cogió mis piernas e hizo que las enroscara alrededor de su cintura. Mientras, subía las escaleras agarrándome fuertemente para no caerme. Los besos no cesaban nunca. Harry me dejó caer suavemente sobre su cama. Subió encima de mí y empezó un camino de besos desde mi oreja hasta mi cuello, pasando por mis labios durante unos largos segundos.

-Te quiero Harry- miré fijamente sus ojos, con la respiración acelerada.

-Te quiero Maddy.

Después de eso nos deshicimos de toda nuestra ropa, con más de una caricía de por medio. Y esa noche, nos hicimos uno.

*Narra Laura*

Nialler estiró la manta en el césped con cuidado de no arrugarla demasiado. Me tendió su mano y juntos nos recostamos en ella. Con otra manta, nos tapé para que no sufriéramos por culpa del frío de la noche. Habíamos tenido la idea de observar las estrellas, a causa de no tener nada mejor que hacer. Aunque de estrellas, pocas veíamos.

-Mh... Cuéntame algo que no sepa de tí- Nialler rompió el silencio, agarrando mi mano y entrelazando nuestros dedos por debajo de la manta.

-Tengo una prima Directioner- reí al recordar a Berta, mi prima-. Casi se desmaya cuando le dije que os conocía, y ni te cuento como se puso cuando le dije que eras mi novio- una fuerte carcajada salió de mis labios al recordar como se puso, se lo dije un día que hablábamos por Skype. Su cara fue de película-. Además, se medio enfadó conmigo.

-¿Por qué?- preguntó aguantando la risa.

-Porque eres su preferido- reí levemente-. Luego ya me perdonó, al día siguiente. Ahora es feliz sabiendo que me haces feliz.

-Que mona- sonrió.

-Lo sé, es un amor de chica.

-¿Cuántos años tiene?

-Catorce. ¿Y sabes qué?- negó con la cabeza-. Estuvo en el concierto de Barcelona, el 22 de Mayo.

-¿Vive en Barcelona?- asentí.

-Sí, yo también soy de allí.

-Me gustó Barcelona, es bonita- susurró.

-Hace mucho que no voy, extraño al resto de mi familia.

-Mh... ¿Qué te parece si por Navidad, vamos? Me gustaría conocer a tu prima.

-¿De verdad?- exclamé contenta, sería el mejor regalo que le pudiese hacer a mi prima-. Aw Nialler, eres un cielo- besé su mejilla.

-Entonces señorita, ¿Le apetece ir estas Navidades a Barcelona conmigo?- fijó la mirada en el cielo, con una enorme sonrisa. Lo imité.

-Claro que sí, acepto.

*Narra Lexi*

Desperté por los rayos de luz que entraban por la ventana de la habitación de Zayn. Levanté la cabeza de su pecho, donde me había quedado dormida, y recordé la noche anterior. No pude evitar sonreir, mientras mis mejillas tomaban un color rojizo. Levanté con cuidado la mano de Zayn que reposaba sobre mi cintura y las mantas que nos cubrían. A paso rápido busqué mi ropa interior por cualquier rincón de la habitación. Después de encontrarla y ponérmela, cogí la camiseta de Zayn que anoche tiré cerca de la puerta (eso lo recuerdo perfectamente) y me la puse. La mía a saber dónde estaba. Escuché unos suaves gruñidos y giré sobre mis talones. Zayn a penas abría los ojos, pero sonreía como un bobo. Estiró sus brazos hacia mí y riendo me acerqué. Me abrazó tiernamente, dejando un beso en mi frente.

-Buenos días cariño- susurró en mi oído. Una sonrisa cruzó mis labios.

-Buenos días a tí también, cielo- besé sus labios suavemente.

-Me gusta como te queda mi camiseta- sonrió frotándose los ojos. Bostezó. Me fijé en la enorme marca que había en su cuello y no pude evitar soltar una gran carcajada.

-A mí me gusta como te queda mi marca- me levanté de su lado y abandoné la habitación con una sonrisa pícara en mis labios. Bajé a preparar el desayuno.

*Narra Gwen*

Mi mente solo podía estar en una cosa. En menos de una semana sería mi cumpleaños. Y todavía no me podía creer que en poco más de un año, conocí a una banda de chicos conocida mundialmente, acabé trabajando como modelo y siendo la novia del chico más perfecto del mundo. Mi vida dio un giro radical. Yo solía ser una chica muy normal.

-¡Gwen!- gritó riendo el chico de rizos, a mi lado. Me había perdido en mis pensamientos. Enrosqué mi brazo al suyo, como hacía siempre.

-Lo siento Hazza- me uní a su risa-. ¿Qué me decías?

-Te preguntaba que qué querías para tu cumpleaños, por algo hemos salido al centro- dijo e hice un pequeño puchero.

-Te dije que no quería un regalo.

-Pero sé que lo quieres- rió divertido.

-Bueno vale, sí, me encantan los regalos. Y por cierto señorito, no solo hemos salido al centro para eso, si no que un tal Harry Styles quería ver a escondidas a su novia trabajando y me ha llevado a rastras con él- sonrió levemente sonrojado.

-Me gusta verla trabajar, ya lo sabes- asentí sonriéndole.

-¿Mañana tenéis una entrevista, no? Me lo dijo Liam- sonreí como tonta al decir su nombre.

-Jo, ahora todo te lo dice Liam- refunfuñó, de broma.

-Los dos sóis unos celosos- reí-. Siempre que te digo que Liam me ha dicho algo, te quejas; y con él lo mismo.

-Lo hacemos de broma, tontita. Además, Liam y yo tenemos una relación secreta. Chínchate.

-Pero seguro que a mí me quiere más- negó con la cabeza, sacándome la lengua-. Pues Maddy y yo también, chínchate más.

-¿Con Maddy? Noooo- lloriqueó-, ella es mía, Coco malo.

-¡Y Liam es mío, tonto!- así nos pasamos un buen trozo del camino, discutiendo quién era de quién.

*Narra Jenna*

A dos días de su cumpleaños, Gwen tenía su primera sesión de fotos con Topshop. Querían que fuese la nueva imagen de la marca. Nos invitó a ir con ella a Liam y a mí. La pobre estaba que se comía las uñas de los nervios, Liam intentaba calmarla pero solo conseguía un 'cállate' o 'déjame' de su parte, y yo, pues solo me reía. Con tantas sesiones de fotos que ha hecho, con ésta está más nerviosa que nunca en su vida. Finalmente se fue con una chica que llevaba una cámara colgada del cuello y Liam y yo nos quedamos solos. Es hora de hablar seriamente con él.

-Oye Liam- llamé su atención, me sonrió.

-Dime.

-¿La quieres?- mi pregunta lo dejó un poco confundido, pero no tardó en sonreir tontamente.

-Mucho- también sonreí.

-Mira Liam, cuida mucho de Gwen. Supongo que todavía no te lo ha dicho, pero eres su primer novio- ladeó la cabeza, ligeramente confundido y sorprendido-. Y sí, tú fuiste su primer beso.

-¿De verdad?- se tocó los labios incoscientemente, haciéndome reir.

-Sí Liam, así que cuidala bien. No le hagas daño. Bastante ha tenido que sufrir ya- frunció los labios.

-¿De qué hablas?- negué con la cabeza.

-Mejor que te lo cuente ella- me levanté de mi asiento-. ¿Vienes a por un café?- se levantó también y fuimos un momento a la cafetería de al lado a por uno.

*Narra Liam*

Al día siguiente, las chicas sacaron fuera a Gwen de su casa y me pidió venirse a la mía, así que acepté. Tenía una 'charla' pendiente con ella. Lo que ayer me dijo Jenna me dejo un tanto confundido. Sonó el timbre un par de veces y me levanté. Abrí la puerta y divisé a mi novia hablando por el móbil.

-... ¿Pero cuando me dejaréis entrar en casa? ... ¿¡Mañana!?- exclamó sorprendida, no se había dado cuenta de que yo estaba ahí. Me apoyé en el marco de la puerta, mirándola divertido-. ¿Pero cómo que mañana? ¡Si mañana es mi cumpleaños! ... ¡Ni se te ocurra colgarme Jenna Clarette Morrison! ... ¡Per...! Me colgó- suspiró con un poco de diversión. Levantó la mirada y rió al verme ahí. Apoyó su cabeza en mi pecho a la vez que me rodeaba con sus brazos. La abracé igual por la espalda.

-Mejor para mí, podré desearte el feliz cumpleaños yo primero- besé su frente, mientras escuchaba su risa revotar contra mi pecho. Levantó su cabeza y besó mis labios.

-Pues la idea me gustaría, si te digo la verdad- me hizo sonreir-. El problema es que las tontas no me han dejado coger ropa, ni nada. Suerte que llevaba el móbil encima que si no, ni eso me dejan- besé otra vez su frente.

-Ven, pasa; nos congelaremos de frío aquí afuera- juntos pasamos y nos sentamos en el sofá a hablar un poco de cosas tontas. No dejaba de pensar en la 'charla', pero no sabía como empezar. Gwen me notó un poco distraído, y me preguntó. Cogí sus manos suavemente-. Quiero hablar contigo, Coco- le sonreí para que no pensase en lo peor. Ni loco cortaría con ella, que hasta estaba seguro que esa idea había cruzado fugazmente por su mente.

-Dime- instó devolviéndome la sonrisa.

-¿Es eso verdad de que fui tu primer beso?- mi pregunta la dejó totalmente sonrojada. Rápidamente se escondió entre su pelo para no poder ver su sonrojo. Reí tiernamente-. ¿Y también es verdad... Que soy tu primer novio?

-Déjalo ya, Li; moriré de la vergüenza- rió detrás de su pelo. Le saqué el pelo de la cara y la acerqué más a mí, abrazándola fuertemente.

-Para nada, me parece una cosa tiernísima- besé su nariz-. Y es un placer poder ser el primero, lo juro- ahora besé sus labios, con una gran sonrisa.

-Te conozco Liam, ¿Qué es lo otro que querías preguntarme?- soltó una risita. Jo, que bien me conocía. Pero ésta era la parte difícil. Tragué saliva y me preparé para hablar.

-Verás, ayer hablé con Jenna. Bueno, más bien me amenazó y para hacerlo más resumido, me contó lo de tu primer beso y tu primer novio, es decir, yo- rió-. Y también me dijo una cosa que me dejó un poco confundido, y me gustaría que me lo explicases, pero solo si tú quieres princesita, no te obligaré- me dio un beso.

-Hablas demasiado rápido Liam- rió-, siempre te tengo que callar con un beso- ahora fui yo el que se echó a reir.

-En realidad había terminado de hablar- sonreí inocentemente.

-Bueno, ¿Qué es lo que te dejó confundido?- preguntó divertida, con una sonrisilla en los labios.

-Jenna me dijo que no te hiciese daño, que bastante habías tenido que sufrir ya. ¿Qué significa eso, Gwen?- me preocupé al ver que su sonrisa se borraba. Agachó la cabeza ligeramente-. Oye princesita, si no quieres hablar no imp...- me interrumpió.

-No, no, no importa. Te lo contaré, confío en tí Liam.

Sonreí tiernamente. Gwen se recostó en mi pecho, mirándome.

-Verás, antes de conocer a las chicas digamos que no era del todo feliz. Estoy hablando de cuando tenía menos de diez años. Supongo que pensarás que a esa época todos los niños son felices y eso, pero yo no lo era. Tenía varios motivos. Perdí a mi mejor amiga de la infancia. Murió, tenía una terrible enfermedad que acabó con ella. Solo tenía ocho años cuando me enteré de eso, y fue la peor notícia de todas. Pero lo de después fue a peor. Después de unos meses, conseguí olvidar mínimamente su muerte, pero una tarde paseaba con mi abuelo por la calle. Iba jugando con una pelota, cuando ésta se fue a la carretera. No escuché los avisos de mi abuelo cuando ya estaba cruzando la calle rápidamente para poder recuperar mi querida pelota. Tampoco me di cuenta como un coche venía a toda velocidad hacia mi dirección. Luego todo pasó demasiado rápido. Recuerdo como alguien me empujaba hacia otra dirección. Me rompí una costilla y me raspé las piernas, pero quien me salvó la vida murió atropeyado por el coche- de su rostro no dejaban de caer lágrimas. Me partía el alma verla así-. Liam, vi a mi abuelo morir ante mis propios ojos. No sabes lo terrible que fue eso.

Escondí a Gwen en mi pecho, mientras ésta no paraba de soltar un mar de lágrimas. Supongo que era muy duro recordar todo esto, y todavía más explicarlo. La abracé tan fuerte como pude, pero no sabía que hacer. La historia me había dejado completamente sorprendido, y algo me decía que aquí no acababa. Después de unos minutos intentando calmarla, dejó mínimamente de llorar.

-A los nueve años, sin saber la razón, los niños de mi escuela se empezaron a meter conmigo. Al principio me lo tomaba un poco a broma, pero luego todo empeoró. Llegaron al punto de atormentarme con la muerte de mi abuelo, y de que todo había sido culpa mía. Me llamaron asesina. Mi madre decidió cambiarme de colegio, sin saber nada de lo que me ocurría allí. Nunca lo supo. En el nuevo colegio es donde conocí a las chicas. Y sé que quizás es una estupidez, pero siempre he pensado que fue mi culpa, su muerte- una solitaria lágrima recorrió su mejilla, la limpié con mi pulgar.

-Gracias por confiar en mí, Gwen- la abracé de nuevo fuertemente-. Te quiero mucho, más de lo imaginas.

-Yo igual Liam- dijo entre sollozos-, más de lo que imaginas.


Me ha costado mucho escribir la última parte, pero bueno :( ESPERO QUE OS GUSTE!:) Bueno, ya tenéis la reconciliación de Maddy y Hazza ;) Jajaja O quizás, mejor dicho de Harrison jajja
Dejando mis tonterías a parte, en serio espero que os guste el cap, que tampoco es que me acabe de gustar como ha quedado pero... Da igual, lo importante es que os guste a vosotras, no?
Un beso princesitas! xx
P.D: Sorry, pero para este capítulo no hay fotos:) En el próximo intentaré poner algún gif o foto de los chicos juju

P.D2: Si alguien quiere que la avise de cuando subo, este es mi Twitter: @Veru_1D :) Me lo decís por un mensaje directo o como preferáis y yo os avisaré de cuando haya nuevo cap :)

lunes, 24 de junio de 2013

Capítulo 27.

Capítulo 27. I just want you to dance with me tonight.

*Narra Gwen*

Salí del apartamento de Maddy casi corriendo. Cuando llegué abajo me tiré a los brazos de Liam, quien me había acompañado a darle el regalo de Harry a Madison.

-¿Cómo te ha ido princesita?- preguntó con los labios en mi cabeza, que estaba recostada en su pecho.

-Dudo que escuche el CD, pero lo he intentado- lo miré a los ojos-. Es muy terca cuando quiere.

-Yo creo que si todavía siente algo por Harry, lo escuchará.

-No le he dicho ni que el regalo era de Harry, ni que era una canción ni nada- reí-. Se lo he dado y me he ido.

-Bueno, al menos lo has intentado- me sonrió.

-Sí. A Harry no le va a gustar nada que le diga que probablemente Madison no lo ha escuchado. ¿Y si me mata?

-Yo te protegeré- me abrazó con más fuerza, en una leve risita.

*Narra Jenna*

-¡Boo!- chillé nerviosamente al ver como corría calle abajo. Iba tan despistada que de un momento había tirado y su correa se soltó de mi mano. Empecé a correr lo más rápido que mis piernas me permitían intentando seguirla, pero era mucho más rápida que yo. Cruzó la carretera sin mirar y casi me da un paro cardíaco al ver que un coche por poco la atropeya. Desde ahí la perdí de vista-. Mierda- susurré. Lo único que iluminaba la calle era la poca luz natural que llegaba y la que empezaba a encenderse de las farolas. Dentro de poco se haría de noche. Llegué caminando hasta el centro de Londres. Ni sabía dónde podría estar Boo, ni con quién. Mis ojos cada vez se cristalizaban más. Llevé mis manos inconscientemente a mis brazos, el frío me calaba los huesos. No tenía pensado estar tanto rato fuera. Escuché un fuerte ladrido a unos metros detrás de mí, y sin pensarlo me giré. Juraría que había reconocido ese ladrido. Una pequeña bolita de pelo corría a los lejos tirando de un chico. A medida que se acercaban, la bolita de pelo se iba haciendo más grande hasta que pude reconocer que era Boo-. ¡Boo!- exclamé poniéndome de cuclillas y extendiendo mis brazos. Ésta se tiró encima de mí, lamiendo levemente mi mejilla. Entonces elevé mi vista hasta la cara del desconocido chico que había encontrado a mi Boo. Mh, esa cara me sonaba un montón-. Oye, muchas gracias- le dije extendiendo mi mano, él la estrechó riendo.

-¿Por casualidad no debes de ser Jenna?- me preguntó el chico elevando una ceja.

-Sí- fruncí el ceño-. Tu cara me suena un montón...- el chico me interrumpió.

-Louis siempre habla de tí- sonrió-. Soy Josh.

-¡Josh Devine!- exclamé dando una palmada-. Claro, de algo me sonaba tu cara- los dos juntos reímos-. Bueno Josh, muchísimas gracias otra vez. Ya no sabía donde buscar a esta traviesa- la señalé.

 
-De nada Jenna, ya nos veremos- nos despedimos con un beso en la mejilla y puse rumbo de nuevo a casa.

-Maldita Boo, hoy te quedas sin cenar, por escaparte- la reñí mientras caminábamos. Cualquiera que me escuchase diría que estoy loca.

*Narra Harry*

Desde que Gwen fue a casa de Maddy y le dio mi regalo no recibí noticias de ella. Y ya había pasado más de una semana. La verdad ya estaba empezando a plantearme si valdría la pena seguir luchando por ella, cuando ella me ignora por completo.

-¡Harry!- exclamó mi mejor amiga, enfadada-. ¿Me escuchas o no?- estaba tan submergido en mis pensamientos que no me había dado cuenta de nada de lo que pasaba a mi alrededor.

-Lo siento Coco- pasé un brazo por sus hombros-. ¿Decías?

-Te estaba preguntando que qué piensas hacer con Maddy. No sabemos nada de ella desde que fui a su casa- recostó su cabeza en mi hombro. Nos detuvimos en un semáforo.

-No sé que hacer. Estaba pensando, en... Dejarla ir. Se nota que ya no quiere saber nada más de mí- Gwen me pegó un puñetazo en el estómago, que hizo que me separara un poco de ella.

-¡No digas tonterías Harold!- puso los brazos en jarra-. Mira- ya parecía más calmada. Vimos como el semáforo ya estaba verde y Gwen enroscó su brazo al mío para seguir andando-, al menos insiste una vez más.

-Sí, pero...- detuve mi habla al pasar frente a un Starbucks y verla ahí, detrás del mostrador con una dulce sonrisa mientras atendía a unos chicos de unos catorce años. Gwen también clavó su mirada en ella y volvió su vista a mí, con una sonrisa pícara.

-Ahí la tienes, ve- me empujó hasta la puerta del Starbucks, pero hice presión en mis talones para no poder avanzar. Gwen cada vez hacía más fuerza en sus manos para intentar que realizase algún paso-. ¡Muévete ya!- gritó con voz cansada. Giré sobre mis talones y agarré a Gwen de sus muñecas antes de que cayese.

-Ahora no, por favor- supliqué-. Te juro que esta tarde iré pero no me obligues a ir ahora- sin más remedio, ella asintió. Volvió a enroscar su brazo al mío y seguimos caminando.

***

-Gwen, en serio, no hace falta que te quedes aquí para ver si voy o no- le dije riendo. Se había empeñado mucho en quedarse.

-Pero Harry, ¿Quién me asegurará de que irás?- la fui empujando lentamente hasta la puerta de mi casa. Al llegar allí, se giró para mirarme.

-Te lo prometo. ¿Confías en mi palabra?- ella suspiró.

-Está bien, confío en tí- besé su mejilla.

-Nos vemos mañana- me despedí de ella y enseguida volví a estar delante del espejo. Jo, ya me estaba pareciendo a Zayn. Pero quería estar perfecto para ella. Me pasé más de diez minutos mirando mi reflejo en el espejo y perfeccionando todos los defectos que veía. Cuando me sentí preparado, cogí mi teléfono, las llaves de casa y mi cartera, y al ritmo de Dance with me tonight caminé hacia la puerta.

-... I just want you to dance with me tonight...- dejé de cantar al encontrarme a quien menos me esperaba a punto de tocar el timbre. Mi boca se secó, empezaron a sudarme las manos y mi corazón de un momento a otro iba a mil por hora. ¿Y ahora, qué le digo?


Hiiiiiiiii! Perdón si el capítulo es muy corto, pero prometo que el próximo será al menos un pocito más largo. ¿A QUE SEGURO SABÉIS QUIÉN ES? Si no lo sabéis, pues es... ERROOOOR. No os lo diré MUAJAJA. Dejo que penséis lo que queráis, y si queréis comentar quién creéis que será pues yo encantada :) Vale ya, un beso princesitas.

jueves, 20 de junio de 2013

Capítulo 26.

Capítulo 26. Don't let me go.

*Narra Harry*

Lo tenía todo listo. La canción estaba completamente terminada. Con Liam fuimos al estudio y me ayudó a grabarla. Ahora solo tenía que apretar un botón y ya estaría circulando por Youtube. ¿Cómo se lo tomaría Madison? Si es que la llega a escuchar, si no, ya tengo el plan b. Ahora no pienses en eso, Styles. Finalmente subí el video, con una pequeña sonrisa de esperanza. Ojalá la escuche, y ojalá a alguien le guste. Volví mi vista hacia el hueco donde antes había una foto de Maddy, en esa esquina. Recuerdo que salía con esa sonrisa divertida. Su melena rebelde a merced del viento. Y fue cuando todavía me pertenecía su corazón. No me dejes ir, Mad.

*Narra Lexi*

-¡Eh, chica mala!- llamó mi atención. Me acerqué hasta él y clavé mi mirada en su ordenador-. Escucha esto.

Espera, espera, espera. ¿Qué demonios es eso? ¿Harry ha publicado una canción en solitario? Escuché atentamente la letra. Este chico es una caja de sorpresas. La letra es preciosa. Pero, tengo una duda, ¿No estará escrita para Madison, verdad?

-Creo que piensas lo mismo que yo- miré a Zayn, confundida-. ¿También crees que es para Maddy, verdad?- asentí.

-Es una canción preciosa, espero que Maddy la escuche- recosté la cabeza en su hombro.

-Jo, que buena idea ha tenido el rizos- ¿Y ahora de qué habla?.

-¿Qué dices?- pregunté riendo, y después, besando su cuello.

-Eh, eh, que haces cosquillas- reímos-. Digo que ha sido una buena idea.

-¿El qué?

-Hacer una canción.

-¿Y vosotros no hacéis canciones o qué? Pues vaya grupo...- comenté sin parar de reir. Zayn me palmeó la pierna, intentando parecer enfadado.

-No me refiero a eso, tontita; y lo sabes.

-Pues explícate cielo- me encogí de hombros.

-Que ha sido buena idea hacer una canción para su enamorada.

-Que cursi te ha quedado Malik- volvió a palmear mi pierna.

-No me chinches Greenwood, o te quedas sin besos.

-Eres tú el que no puede vivir sin mis labios- los señalé burlona. Me sacó la lengua.

-Eso ya lo veremos- murmuró, burlón.

-Pues mira, a partir de ahora nada de besos. El primero que bese al otro pierde.

-¿Y si pierde, qué?

-Tendrá que hacer lo que el otro diga. ¿Trato hecho?- le tendí mi mano, que él estrechó decidido.

-Pues claro. Prepárate para perder Lexi.

No cantes victoria tan rápido, Zayn. Tengo mis tácticas.

*Narra Gwen*

-Oh, venga ya Liam, ¿Tiene que ser hoy?- le hice morritos, en un intento de darle pena. Intento fallido.

-Sí Coco listo, hoy. ¡Es tu último día! ¡Tenemos derecho!- sacudió las manos con gracia.

-Pero...- intenté quejarme, otra vez.

-Nada. Ahora llamo a los chicos y nos reunimos aquí, así ya vamos todos juntos- besó mi nariz. Seguidamente sacó su móbil. Me recosté tranquilamente en mi asiento y observé a la familia que había a nuestro lado. Era un matrimonio joven, eso se notaba. Habían dos niños adorables junto a ellos. Una niña de unos tres años, y otro niño, seguramente a punto de cumplir los dos. No pude evitar pensar en mí y en Liam. ¿Podríamos formar una familia? ¡Baah, solo tengo dieciocho años! Ya tendré tiempo de pensar en eso. Sin poderlo evitar, tampoco, mis mejillas se encendieron, provocando la risa a Liam-. ¿Qué te pasa, Coco?

-Nada Li, solo pensaba- alargó su mano, hasta coger la mía por encima de la mesa.

-Dímelo, anda- jo, si me sonríe de esa forma me convence fácilmente.

-¿Ves a esa familia de ahí?- los señalé disimuladamente, él asintió echándoles una miradita rápida. Bajé un poco la cabeza, para lo que iba a decir ahora-. Me estaba imaginando, a tí y a mí, con una familia. Así, todos juntos- creo que mis mejillas iban a explotar en cualquier momento.

-Es la cosa más tierna que alguien me ha dicho nunca- agarró mi mano con fuerza. Levanté la mirada.

-¿De verdad?- vi como sonreía ampliamente.

-De verdad- acarició mi mano suavemente-. Te quiero mucho, Gwen- recostó su cabeza en mi hombro, con su boca en mi cuello, donde depositó un suave beso.

-También te quiero Li, mucho.

-Que amorosos que estáis- rió una voz conocida. Ni hizo falta girarme para saber que era el tonto de Louis. Nialler y él se sentaron frente a nosotros.

-Ui, Lou. Les hemos cortado el royo- nos apuntó con el dedo.

-Cállate Nialler- soplé, medio riendo.

-¿Quién falta por llegar?- preguntó Boo Bear.

-Mh... Zayn- hice una pequeña pausa-, y Harry.

Louis bajó un poco la cabeza, sin saber que decir.

-Oh vamos Lou, si sabes que lo echas de menos- vi como intentó sonreir.

-Pues sí- murmuró.

-Luego hablas con él, ¿Vale?

-Vale Gwen- sonrió.

-Vas happenin'?- ese grito nos sobresaltó. Bueno, a nosotros y a la mitad de la cafetería. Por suerte, todavía nadie reconocía a los chicos. La mayoría de los que había ahí eran mayores de cuarenta años. Zayn saludó a los chicos con un abrazo y a mí me dio un beso en la mejilla. Cogió una silla y se sentó con nosotros, ahora a esperar a Harry. El tardón de Harry. Finalmente me envió un mensaje diciendo que fuesemos saliendo, que enseguida llegaba; así que pagamos nuestras bebidas y salimos a fuera, donde efectivamente lo vimos a punto de llegar a la cafetería. A los pocos metros salí corriendo para abrazarle. A lo que él me recibió con gusto.

-Que contenta estás hoy Gwen- me dijo riendo.

-Luego te cuento una cosa- susurré en su oído, para después separarme de nuestro abrazo. Los chicos llegaron a nuestro lado-. ¿Vamos ya? Grace nos estará esperando, seguramente.

Disimuladamente todos miramos a Harry.

-¡Está bien! ¡Está bien!- rió-. Lo sé, culpa mía- acabamos riendo todos. Y eso en parte me puso feliz. Volvían un poco a estar como antes. Pusimos rumbo a nuestro destino, divididos en tres pequeños grupos de conversaciones. Lou y Hazza por delante, lo más seguro que hablando de lo que le dije antes a Louis. Luego, detrás de ellos dos, Niall y Zayn haciendo el tonto (como no). Y por último íbamos Liam y yo, un poco más tranquilos.

-¡Hasta que llegáis!- exclamó Grace, divertida, nada más vernos entrar por la puerta de su oficina. Liam y yo reímos, ya que los otros chicos se habían quedado un poco avergonzados, como si Grace lo dijiese en serio-. Es una broma chicos, la verdad que no importa. Gwen la mayoría de las veces llegaba tarde.

-¡Oye!- ahora reían todos sobre mí.

-Es broma cielo- Grace acarició mi mejilla, maternalmente-. Bueno, ¿Estáis listos?- asentimos sonrientes-. Bien. Me parece que nos queda algo de tiempo antes de empezar, así que Gwen, si quieres, enseñales un poco el estudio.

-Claro Grace, nos avisas cuando tengamos que ir- hizo un gesto con la mano mientras miraba su ordenador. Lo tomé como un vale y arrastré a los chicos fuera de su oficina-. ¿Dónde vamos primero?

-Ni idea, eres tú la que conoces este sitio- dijo Zayn, encogiéndose de hombros.

-¿Hay cafetería aquí?- preguntó el glotón de Nialler.

-Mh, no. Pero en el pasillo donde estan los camerinos hay una máquina con comida y otra con refrescos.

-¡Vamos ahí, rápido!- me tomó por los hombros y empezó a tirar de mí, pero en la dirección contraria.

-Nialler, que es en la otra dirección- los chicos estallaron en carcajadas. Cuando por fin dejaron de reir, fuimos a por algo de comer a la máquina.

-¡Anda mira!- exclamó Harry, señalando una puerta con el nombre de One Direction-. ¿Es nuestro camerino, Coco?

-Pues supongo que sí, si está el nombre de la banda.

-¡La máquina!- exclamó Niall, feliz. Luego se rascó la nuca, pensativo-. ¿Alguien me presta algo de dinero? No llevo nada encima- nos empezamos a reir ante su inocente mirada.

-Venga, irlandés, yo te invito- caminé junto a él hasta la máquina-. Me sé un truquillo para abrir la máquina, pero no se lo digas a nadie- le susurré en el oído, y él asintió energéticamente. Desenrrosqué un tornillo que estaba medio suelto y con un par de maniobras más, abrí la puerta de la máquina dando a escoger a Niall cualquier cosa que él escogiese. Pilló una bolsa de patatas y unos M&M, y se esperó a que acabase de cerrar la puerta para que quedase como antes y nadie se diese cuenta-. ¿Una carrera hasta ellos?- los señalé.

-Venga- asintió divertido-. Pero no soy muy bueno corriendo.

-Yo tampoco, tranquilo- reímos.

-¡A la de tres! Uno...

-... Dos...

-¡Tres!- gritamos a la vez y echamos a correr lo más rápido que pudimos, aunque parecíamos tortugas. Nialler llegó antes que yo, pero por poco lo ganaba. Nos echamos los dos al suelo muertos del cansancio. Y mira que tampoco estaban tan lejos.

-¿Estáis bien?- rió Louis. Liam me tendió su mano para ayudarme a levantarme del suelo, a la vez que Zayn le tendía la suya a Nialler. Le hice un gesto a Liam de que me quedaría en el suelo, al igual que Niall le hizo a Zayn.

-¿Gwen?- escuché la voz de Roxanne a lo lejos. Me levanté prácticamente de un salto.

-Corred chicos- susurré lo bastante fuerte como para que me escuchasen todos ellos. Iba a echar a correr pero Niall agarró mi tobillo desde el suelo y caí, suerte que mis manos evitaron que me rompiese la nariz. Enseguida perdí de vista a los otros cuatro y me temí lo peor. El sitio es bastante grande, se perderán.




*Narra Louis*

Harry y yo corrimos todo lo que pudimos, sin saber por qué. Pero bueno, Gwen nos lo dijo. Encontramos una puerta medio abierta y nos metimos ahí. Detrás de ésta, habían unas escaleras un poco oxidadas que daban a otra puerta. A los dos nos dio curiosidad, así que dejamos la puerta medio ajusada otra vez y subimos las escaleras con cuidado. Harold abrió la puerta, dejando a la vista una bonita azotea.

-Wow- fue el único sonido que pudo salir de mis labios. La vista era increible, y todas las plantas que lo adornaban hacían de ese lugar un sueño. Corrimos como niños a sentarnos en la hamaca balancín.

-Es un lugar precioso- susurró Hazza.

-Lo sé- sonreí contemplando la vista una vez más.

-Oye Lou, ¿Por qué corríamos?- cuestionó mi amigo. Ya hablé con él, está todo solucionado.

-Ni idea, solo hacía caso a Gwen- reímos.

-¿Bajamos? Quizás ya es hora de empezar- asentí de acuerdo. Caminamos hasta la puerta y luego me di cuenta de un error que cometimos, cerrarla.

-Mierda Harry, solo se puede abrir desde el otro lado- nos miramos asustados, pero no pudimos evitar soltar una carcajada. Corriendo volvimos a la hamaca balancín.

-Alguien tendrá que notar que faltamos- comentó. Saqué mi móbil y envié un mensaje a Zayn, que siempre lleva el móbil encima.



*Narra Zayn*

Al ver la máquina rápidamente me escondí a un lado de ella, y Liam que iba conmigo, se escondió detrás de una planta lo bastante grande como para taparle. Nos fijamos bien, y no venía nadie detrás de nosotros. ¿Dónde se habían metido? Mientras corríamos escuchaba la risa traviesa de Lou.

-Zayn, no veo a Gwen- murmuró Liam, preocupado. Solté una carcajada.

-No te preocupes Leeyum, al menos ella conoce este sitio mejor que nosotros- asintió un poco más aliviado. Estuvimos unos minutos callados, por si las moscas. Hasta que noté como vibraba mi móbil y lo saqué.

Zayn, Harold y yo estamos encerrados en la azotea :(

P.D. Harry dice que eres sexy y le gusta tu trasero.

Reí. Me lo temía. Esos dos juntos son de lo peor. Volví a reir al leer la última frase. Me llegó otro mensaje, ahora de Harry.

Louis dice que te daría duro toda la noche.

Empecé a reir de nuevo. Y otra vez, otro mensaje.

A Harry le gusta verte sin camiseta. Se excita mucho.

Estos chicos están muy mal. Guardé el móbil en el bolsillo ignorando los mensajes que me iban llegando.

-Hay un problema, Liam- el aludido quitó la vista de su móbil y me miró atento-. Louis y Harry están encerrados en la azotea.

-¿Dónde está eso?- preguntó, intentando mantener la calma.

-Ni idea- me encogí de hombros.

-Tenemos que ir a buscarlos Zayn, o Gwen me matará.

-¿Lo haces por ellos o por Gwen?- enarqué una ceja, divertido.

-Por todos- sonrió sonrojado, y empezó a caminar para evitar el tema.

-¡Eh, chicos!- escuchamos la voz del pequeño irlandés a unos metros de nosotros. Corrimos hasta él, quien comía una enorme piruleta de colores-. ¿Qué hacéis? Gwen está como loca buscandoos.

-Me matará Zayn, me matará- me zarandeó fuertemente de los hombros.

-¡Liam cálmate!- grité para que me dejara. También se estaba volviendo loco-. Lo mejor será que llames a Gwen y le digas.

-¿Decirle qué?- nos preguntó Niall.

-Que Lou y Hazza están encerrados en la azotea, pero no sabemos donde está eso- expliqué. Liam cogió su teléfono y marcó el número de Gwen. A petición nuestra, puso el altavoz.

-¡Liam! ¿Dónde estáis?- chilló preocupada. Que tierna.

-Con Nialler- dijo-. Oye Coco, no te enfades pero...

-¿Pero...?

-Louis y Harry están encerrados en la azotea- escuchamos la gran carcajada de Gwen.

-Ahora mismo voy a buscarlos. Os quedáis con Niall, ¿Eh? Ni se os ocurra iros. Roxanne me matará, o aún peor, Grace- colgó sin dejarle decir nada más a Liam.

-¿Ves Liam? No hacía falta ponerse como un loco. Gwen no te iba a matar- palmeé su hombro, con una sonrisa divertida. Nos sentamos en el suelo con la espalda apoyada en la pared mientras esperábamos a que llegasen-. Oye Niall, ¿Y esa piruleta?

-Me la ha dado Roxanne- sonrió inocentemente. Volvió a darle una lametada.

-Chicos, tardan mucho- murmuró Liam, claramente preocupado por su princesita. A lo lejos escuchamos la risa de Lou y Liam relajó los músculos de la cara.

-Ya estamos aquí- rió Gwen, poniéndose de cuclillas frente a Liam y dándole un beso en la nariz-. Necesito que me ayudéis; lo más seguro es que Roxanne me mate por vuestra culpa.

-¿Nuestra culpa?- exclamó Hazza, divertido-. ¡Tú nos dijiste: corred! Y te obedecimos- se cruzó de brazos.

-Niña mala- murmuré de broma. Todos imitamos a Harry, cruzándonos de brazos y mirando a Gwen fijamente.

-Pues me voy a un rincón a llorar- empezó a caminar con pasos decididos, pero Liam, que se levantó de golpe, la cogió de la cintura y riendo la trajo de vuelta con nosotros.

-Era broma tontita- le dijo Nialler.

-Ya lo sé tontito, lo mío también. Yo soy más de llorar en el baño- nos reímos ante su tonto comentario.

-¿Gwen?- sonó la voz de antes, antes de que Gwen nos mandara a correr. La aludida rió levemente.

-Ya estamos todos Roxanne- elevó la voz para que la tal Roxanne la escuchase. Más tarde vimos aparecer una chica pelirroja de unos veintinueve años, con un moño como peinado.

-Hola chicos, encantada de conoceros- nos tendió la mano a cada uno, menos a Nialler que le revolvió el pelo. Seguro se conocían de antes, cuando todos echamos a correr y él se quedó en el suelo, ya que él mismo dijo que le dio la piruleta ella-. Gwen, enseguida estoy contigo cielo, pero la sesión será para ellos primero- Gwen asintió con la cabeza-. Esperame donde siempre.

-¿No puedo quedarme con vosotros, please?- sacó el labio inferior hacia fuera. Roxanne emitió una pequeña risa y nos hizo un movimiento con la mano para que todos entrasemos. Abrió la puerta donde un papel escrito a mano reposaba el nombre One Direction y nos dio vía libre para entrar.

-Venga, pero me ayudarás, ¿Vale?- la chica asintió, mirando maliciosamente a Liam.

-¡A mí no me hagas nada!- chilló asustado, escondiéndose detrás de mí. Gwen sacó una gran carcajada de su boca, mientras se acercaba hasta su novio. Finalmente lo abrazó dulcemente, depositando un beso en su mejilla.

-Era broma Leeyum- le revolvió el pelo.

-¿Empezamos?- Roxanne se giró hacia nosotros, con una brocha en una mano y un pote raro en el otro. No conseguía distinguir qué era eso-. ¿Quién quiere ser el primero?

Niall se escondió detrás de Gwen, que a la vez se escondió detrás de Liam, que se escondió detrás de Louis, que estaba detrás de Harry. ¿Y Harry dónde se había escondido? Detrás de mí. Roxanne agarró mi muñeca y tiró de mí hacia una silla de cuero negro. Me giré hacia mis amigos, dramatizando.

-Decidle a Lexi que la quiero- provoqué una gran carcajada en todos los presentes de la habitación.

*Narra Niall*



Acabamos la sesión de fotos más rápido de lo que creíamos. Fuimos de vuelta a nuestro camerino y nos cambiamos de ropa lo más deprisa posible, queríamos ver a Gwen en su sesión. Cuando todos estuvimos listos, volvimos al sitio donde estábamos antes, solo que esta vez, la que estaría enfrente de la tela blanca sería Gwen. Esperamos un rato más hasta que la vimos aparacer hablando animadamente con otra chica. Inconscientemente todos miramos a Liam, quien sonreía como un bobo, con los ojos brillantes.

-¿Qué tal estoy?- nos preguntó nuestra amiga. Llevaba el pelo recogido en una especie de moño y a los lados de su cara caían mechones rizados de pelo. Vestía un simple jersey negro y unos tejanos con estampado trival, junto a unos botas.

-Preciosa, como siempre- el primero en hablar fue Liam. Se acercó a darle un beso a su chica, pero ésta lo empujó por el pecho suavemente, riendo.

-Se irá el maquillaje y Roxanne se enfadará; es muy quisquillosa con eso.

-¡Gwen, cariño! ¿Empezamos?- Grace llamó la atención de la chica. Ella asintió y empezó con su trabajo.

***

-Vamos Gwen, ésta será la última foto- Grace, que hacía las fotos, se acercó hasta la aludida y le tomó una foto desde más cerca. El curioso de Liam se acercó para ver el resultado, como había hecho durante la pasada media hora.



-¡Envíamela!- chilló contento-. ¡Me encanta!

Grace empezó a carcajearse, junto a Gwen.

-Está bien, luego pásate por mi oficina y me das una dirección de correo electrónico para poder enviártela- Li asintió energéticamente con la cabeza. Que ilusionado que estaba, madre mía.

-Anda, voy a cambiarme- Gwen rió dulcemente mientras desaparecía de nuestra vista. Seguimos a Grace hasta su oficina. Estuvimos hablando sobre como es la vida de un cantante famoso (Grace sacó el tema) y después de veinte minutos entró Gwen. Grace se levantó de su asiento y abrazó a la chica fuertemente.

-Te voy a echar de menos Gwen, sin tus tonterías no será lo mismo.

-Anda Grace- se echó a reir-, me vas ha hacer llorar- se separaron.

-¿Prometes venir a darme una visita de vez en cuando?

-Lo prometo.

Estrecharon sus manos para cerrar su promesa.

*Narra Madison*

Maldita sea, otra vez el timbre. ¿Qué se les habrá olvidado ahora? Les dije que quería descansar. Ah, por cierto. Encontré un pequeño apartamento en el centro de Londres encima de un pequeño Starbucks, donde desde hace una semana soy camarera por las tardes. Y me mudé al apartamento. Quizás temporalmente, quizás no. Necesito pensar. Me levanté con pesar del sofá y caminé lo pocos metros que habían hasta la puerta.

-¿Qué queréis chi...- paré de hablar al ver a la persona que estaba delante de mí. Fui a cerrar la puerta, pero ella puso el pie y se coló-. ¿Qué haces aquí?- gruñí bruscamente.

-Quiero hablar contigo- dijo con voz segura.

-¿Y quién dice que yo quiero hablar contigo?- cerré la puerta de golpe, haciendo que Gwen se sobresaltase. Cerró los ojos intentando mantener la calma.

-¿Me escucharás?- preguntó con cuidado, yo sé que luchaba por controlarse.

-¿Qué parte de no quiero hablar contigo no has entendido, eh?- solté bruscamente. Y esa fue la gota que colmó el vaso.

-¡Madre mía Madison! ¿¡Cuándo abrirás los ojos y te darás cuenta que encerrándote en tus problemas no vas a solucionar nada!? ¿¡Alguna vez te paraste a pensar si realmente Harry fue besado a la fuerza!? ¿¡O solo crees lo que ves!? Madison, tú más que nadie sabes todo lo que te quiere Harry, y te lo ha demostrado las suficientes veces como para dejarte claro que no se iría con cualquiera. Te quiere a tí- cerró los puños con rabia-. Ojalá pienses en lo que te he dicho; porque de los dos, el que lo está pasando peor es Harry- sacó una especie de cajita de su bolso y me lo entregó sin mirarme a los ojos-. Espero que al menos antes de tirarlo le eches un vistazo- sin decir nada más, abrió la puerta y se marchó dando un gran portazo, como el día que discutimos. Miré la cajita con curiosidad. Descubrí que era un CD, pero estaba envuelto en papel de regalo. Lo abrí cuidadosamente. Abrí mi boca en una perfecta O. En la parte delantera del CD, habían las letras Don't let me go escritas con una letra muy bonita, hecha a mano. Giré para mirar la parte trasera. No había nada. Pero me fijé mejor y descubrí en la esquina inferior derecha, el nombre de Harry escrito en pequeño. Estaba en una pequeña batalla interior, no sabía si tirarlo ya que no quería saber nada de él o hacerle caso a Gwen y al menos echarle un vistazo. Cogí el CD y lo puse en el reproductor de videos. Me senté en el suelo frente al televisor. La verdad esperaba algún video o algo, pero cuando empezó a sonar una melodia de piano mis ojos se cristalizaron. ¿Una canción? Durante los más de tres minutos siguientes escuché atentamente la letra de la canción, sin poder evitar soltar un mar de lágrimas. Mierda Harry, no puedo dejarte ir.


Bueno, finalmente lo he podido subir hoy juju me voy a bailar un rato porque ya estoy de vacaciones cx así que espero que os haya gustado y feliz verano princesitas:)

lunes, 17 de junio de 2013

Capítulo 25.

Capítulo 25. No te quiero ver.

*Narra Madison*

Subí las escaleras lo más rápido que me permitieron mis piernas, pero antes de llegar al final una mano agarró mi brazo e hizo que frenase. Me giré bruscamente.

-¿¡Qué demonios quieres!?- exclamé enfadada. Se supone que era mi amiga. ¿Qué clase de amiga iría a ver a mi ex novio cuando él era el que me había roto el corazón? Me jaló del brazo hasta mi habitación y cerró la puerta.

-Hablar contigo Maddy, no es lo que crees, de verdad- le tapé la boca con la mano, no quería escuchar nada más salir de su boca.

-No te quiero ver más, Gwen. Sal de mi cuarto ahora mismo- solté, cerrando los ojos para no empezar a lanzar puñetazos a todos lados.

-Pero...

-¡Márchate!- grité. Un sollozo salió de sus labios, y en eso supe que estaba llorando. Cuando escuché el tremendo portazo que hizo, me atreví a abrir los ojos. ¿Me había pasado? No, se merecía eso y más. ¿O no? Gwen es mi amiga. No, perdón, ERA mi amiga. Ya no hay marcha atrás. Me cambiaré de casa, no quiero estar más aquí. Todo me recuerda a Harry. Decidido, aquí no puedo estar más.

*Narra Gwen*

Salí dando el portazo más grande de mi vida. Entré lo más rápido que pude a mi cuarto y me eché a mi cama a llorar. ¿Por qué tiene que ser tan terca y no escucharme? Me dolió lo que dijo. No me quiere ver más.

-¿Puedo pasar?- escuché detrás de la puerta. Me levanté y abrí, regalando un abrazo enorme a Liam. Cerró la puerta y nos sentamos en mi cama-. ¿Qué ha pasado? Hemos escuchado un portazo enorme y las chicas se han asustado.

-Maddy me odia, no me quiere ver más- sollocé secando mis lágrimas, que no podían parar de salir. Liam me abrazó.

-Las princesas no lloran- susurró en mi oído.

-No soy una princesa.

-La mía sí- no aguanté más y le regalé un beso en los labios.

-Oye Liam.

-Dime- me sonrió.

-¿Puedo quedarme a dormir esta noche en tu casa?- le pedí, con un poco de vergüenza.

-Claro que sí, Coco. ¿Puedo preguntar por qué? No es que me moleste, pero s...- le interrumpí.

-No quiero estar aquí- murmuré, echando mi cabeza en su hombro.

*Narra Lexi*

Gwen se marchó con Liam a su casa, que según lo que nos contó, Maddy no la quería ver y prefería no estar aquí. La entiendo, yo haría lo mismo. Más tarde, Laura, Jenna y yo fuimos a ver a Madison. Jenna, que iba primera, sin tan solo tocar la puerta entró. Así que Lau y yo la seguimos. Maddy estaba boca abajo en su cama (como siempre la encontrábamos).

-Madison- Jenna le tocó el hombro. Maddy sacó la cabeza para que pudiésemos verla.

-¿Qué hay?- intentó sonreir.

Las tres nos sentamos alrededor suyo.

-¿Gwen no te ha contado nada, verdad?- le pregunté enredando un mechón suyo de pelo en mi dedo.

-Mirad chicas, no quiero enfadarme ahora también con vosotras, así que si puede ser evitad el tema Gwen, Harry y si podéis, Liam.

Jenna se encogió de hombros, y las tres abandonamos su cuarto. Si no quiere hablar, no vamos a insistir. Maddy es una cabezota.

*Narra Harry*

Cambié varias veces de canal en la televisión. Nada, todo eran películas cutres y algún que otro cotilleo de los famosos (me incluyo, en el tema de mi supuesto engaño a Madison). Ahora incluso había un rumor de que le había pedido matrimonio a Zara, la chica de la foto. ¡Soy muy joven para casarme! ¡Tengo diecinueve años! Ya no saben que inventarse, jo. Me cansé de la tele, y me tumbé en el sofá, con las manos detrás de mí cabeza. Cerré los ojos, y en cuanto los cerré me vino una melodia a la cabeza. Luego, una letra.

Don't let me,

Don't let me,

Don't let me go,

'Cause I'm tired of feeling alone.

Abrí mis ojos de golpe. Sí, me gusta como suena. Una sonrisa cruzó mis labios. Me levanté de un salto y corrí por toda la casa hasta encontrar una libreta y un lapiz. Ahí, apunté todo lo que se me ocurría. Y después de unas dos horas sin parar de escribir, acabé terminando la canción. Mi canción para Madison.



*Narra Liam*

- ... ¿Qué te pasa Hazza? ¿No sabes qué hora es? ... ¡Estaba a punto de irme a dormir!- refunfuñó Gwen-. ... Está bién, dímelo ya. ... ¿De verdad? ¡Qué bonito! ... No, gracias; ya me la enseñarás mañana. ... ¡He dicho que no! Venga, un beso. Hasta mañana- sonrió soñolienta y colgó.

-¿Y ahora qué quería el pesado de Styles?- sonreí abrazándola contra mi pecho.

-No te pongas celoso, Payne- rió burlona. Negué con la cabeza ofendido, de broma-. Dice que le ha escrito una canción a Maddy.

-¿De verdad?- asintió-. ¿Y cómo se llama?

-Dice que Don't let me go. ¿Mañana me acompañarás a escucharla? Si no voy se pondrá de mala leche, y hasta seguro que se graba en video y me lo envía- se carcajeó, divertida.

-Es muy capaz- reí con ella. Bostezamos, prácticamente a la vez, provocando nuestras risas-. ¿Mueres de sueño, verdad?

-Sí- sonrió tiernamente-. Y tú igual, así que a dormir Li.

-A sus órdenes princesita- noté como se ruborizó, causando una tierna sonrisa en mis labios. ¿He dicho alguna vez que es adorable cuando se sonroja?

-Venga, métete. Quiero dormir contigo- palmeó el colchón. Abrí las sábanas y me metí, como ella dijo. La abracé por la cintura y la acerqué a mí. Ella apagó la luz.

-Te quiero Coco- susurré con los labios en su mejilla.

-Y yo a tí, Leeyum- rió levemente-. Oye Liam- me llamó.

-Dime- insté.

-Gracias por dejarme dormir aquí- noté su voz un tanto triste.

-No tienes por qué darme las gracias. Haría cualquier cosa por tí y lo sabes.

-No lo sabía pero gracias por el dato- reímos.

-Tontita- susurré de nuevo en su mejilla, que luego besé.

-Aquí no, Liam- susurró ella.

-¿Dónde?- volví a besar su mejilla. Hablábamos en susurros.

-Más abajo.

-¿Aquí?- besé su barbilla.

-No, más arriba.

-¿Y aquí?- ahora besé su nariz. Reí internamente por mi estúpido juego, pero me encantaría que dijese: Bésame en los labios de una vez.

-Bésame en los labios de una vez, haz el favor- esta chica me lee los pensamientos. Y ahora sí, besé sus labios deseándole las buenas noches.

*Narra Laura*

Por la mañana no encontramos a Madison por ningún rincón de la casa, así que supusimos que había ido a dar una vuelta para despejarse. Llamé a Niall y justo me dijo que él y Louis con Zayn venían de camino hacia aquí. Así que nos quedamos a esperar a que llegasen. Pasó media hora entre risas y tonterías hasta que llamaron al timbre. Lexi se levantó a abrir la puerta, ya que a Jenna y a mí nos daba flojera. De la puerta del salón apareció un rubito sexy con la camiseta que le regalé (que justamente hoy yo también llevaba la otra). Una carcajada salió de sus labios. Se puso delante de mí, cogió una de mis manos y tiró de mí hacia arriba para besar mis labios.

-¡Jenna! ¡Mira a quién he traído!- gritó el tonto de Louis, seguramente todavía en la puerta.

Oh, no. Boo. Más bién conocida como: La pesadilla come ropa chula. (Lexi y yo nos aburrimos mucho). A Lexi le comió sus calcetines de la suerte, y a mí una camiseta de pijama que me encantaba. Un fuerte ladrido resonó por toda la casa y caí de bruces al suelo por el tremendo susto que me dio. Iba sentada en las piernas de Nialler y como el también se había asustado, había hecho algo raro con las piernas haciendo que cayese; sin contar lo patosa que era yo. Maldita Boo.

-¡Oh, mi niña bonita!- chilló la Piña. Boo corrió a los brazos de Jenna, moviendo el rabo sin parar. Pasó por mi lado y por poco me da con él en la cara. Otra vez, maldita Boo. Es muy adorable, lo reconozco. Pero es un diablo-. ¡Eh! ¡Mirad lo que hacemos Boo y yo!- volvió a chillar. Jenna acercó su cara a Boo. Sacó la lengua, y Boo la imitó. Así lo repitieron unas veces hasta que Boo acabó lamiéndole la cara a su dueña. Bueno, después de todo, le puedo coger un poco de cariño.



*Narra Jenna*

Boo acabó lamiéndome la cara después de sacarnos tanto la lengua. Después de unas risitas y lavarme la boca, me senté en el sofá al lado de Lou.

-Jo, que asco Jenna- comentó Louis. Me acerqué para darle un beso, pero me apartó la cara-. Lávate la boca, que seguro que sabe a perro.

-Ya me la he lavado- refunfuñé-. ¡Y además, Boo te dio un beso a tí antes que a mí, así que no digas nada!

-Ni me lo recuerdes- murmuró, cruzándose de brazos-. Venga, que quiero ver como te lavas la cara- me empujó hasta el baño. Me lavé otra vez la cara, ante su antenta mirada. Terminé y sequé mi cara con una toalla.

-Ya está, ¿Contento?- pregunté cruzándome de brazos. Alargó una mano y dejó un mechón de pelo detrás de mi oreja.

-Contentísimo- sonrió, como él dijo, contento. Lo cogí de la mano y lo arrastré a la cocina. Saqué un paquete de galletas y empecé a prepararme un té. Louis se sentó en una silla, mirándome fijamente. Al final a él también le hice un té, por si las moscas. Después de un rato, dejé las dos humeantes tazas sobre la mesa, junto a las galletas-. Muchas gracias Jenna.

-De nada Lou- besé su mejilla suavemente.

-¿Eres un amor, lo sabías?

-No- reí levemente-. Tú eres adorable.

-No digas mentiras- se carcajeó, divertido.

-No miento, tonto- reí junto a él-. Es en serio. Me encanta la forma en la que sonries cuando ves algo que te gusta. Me encanta la forma en la que ríes. Me encanta tu pelo- pasé una mano por él, hacia atrás-. No lo sé, tú me encantas.

-¿Te he dicho alguna vez cuanto te amo?- preguntó rozando mis labios con los suyos.

-No hace falta que me lo digas, ya me lo demuestras cada día- acabó con la distancia que nos separaba, formando una dulce unión entre nuestros labios.

 
 
 
Hola princesitas! Solo so quería informar de que, como el viernes acabo el colegio oficialmente, posiblemente pueda subir capítulos más seguidamente, pero no es seguro. Hasta el viernes no voy a poder tomarme un suspiro, ya que durante los días que quedan tenemos que montar un trabajo para el jueves. Encima es un trabajo sobre una campaña institucional, con video, cartel y todo. Lo peor es que entramos al cole a las 9 y hasta que nos ponemos y eso se hace más tarde, luego el recreo dura tres veces más que ntes y salimos hacia la una, casi no tenemos tiempo de preparar nada, por lo tanto con mi grupo voy a quedar por las tardes para grabar el anuncio y acabar de perfeccionarlo todo. Y bueno, después de escribir todo esto (que espero que almenos alguien lo haya leído jajaj) solo decir que gracias por todo en general. En realidad la empecé mucho antes de empezar a subirla, pero no estaba del todo segura de si subirla o no. Y bueno, si hoy en día podéis leerla es gracias a una amiga mía que conocí de casualidad (supongo que si lees esto, ya sabrás que es para tí, no?). Así que bueno, esta novela está aquí en gran parte gracias a ella.
Y os quería decir otra cosa; esta novela terminará dentro de unos capítulos (no sé exactamente cuantos, pero no creo que dure mucho más, ya lo pensaré mejor). Peeeeeeeeeero c: Tengo una idea para otra novela! Así que cuando ésta acabe, empezaré la otra (antes de acabarla, me pondré a escribir los primeros capítulos para tenerla un pocito avanzada). Ya os avisaré :)
 
 
Venga, dejo de enrollarme, un beso crazy mofos ♥ Os quiero.

jueves, 13 de junio de 2013

Capítulo 24.


Capítulo 24. No te quiero perder.

*Narra Jenna*

Madison se quedó mirando la nada, con los ojos inundados de lágrimas. Charlie la volvió a abrazar, se oyó un sollozo de ella. Maddy lo apartó suavemente. Me miró por un microsegundo y huyó corriendo a su habitación. Me disculpé con todos y con la excusa de que iba al baño me escabullí escaleras arriba. Sin tocar la puerta, entré. Maddy estaba boca abajo en la cama. Me senté a su lado y de pronto sentí como se incorporaba y me abrazaba.

-¿Qué ha pasado cielo?- le pregunté correspondiendo a su abrazo. Sollozó.

-No lo sé Jenna, ha sido todo muy raro- se separó mínimamente para mirarme a la cara-. Después de que Charlie me abrazase empecé a recordar... Algunas cosas- susurró bajando la cabeza. Cogí su mentón y la levanté.

-¿Qué cosas?- con otra mano quité algunos pelos que caían por su cara.

-Momentos que viví con Harry- se escapó una lágrima de su ojo.

-¿Y qué sentiste?- le pregunté, mordiendo ligeramente mi labio.

-Que no quiero perderlo; pero él ya me perdió.




*Narra Madison*

-Que no quiero perderlo; pero él ya me perdió- cerré los ojos con fuerza, como si así el dolor pudiese desaparecer.

-Lo que has di...- fue interrumpida por la puerta de mi habitación. Se abrió lentamente y la cabeza de Charlie se asomó por un lado.

-Jenna, Louis está preocupado. Cree que te has caído por la taza del váter- con una risita, Jenna se despidió de mí y salió rápidamente. Charlie entró del todo y cerró la puerta detrás de él. Corrió la poca distancia que había y se lanzó encima de mi cama, que por poco me tira. Pero bueno, es mi mejor amigo-. ¿Te he hecho algo?- sacó la cabeza por un hueco y me miró arrepentido.

-No, ¿Por?- intenté sonreirle. Charlie se incorporó y quedó sentado de piernas cruzadas a mi lado.

-Nada más verme te has puesto a llorar.

-Lo siento, no era nada tuyo Charlie.

-¿Qué ha pasado?

-No sé por qué, pero he empezado a recordar algunos momentos con Harry.

-¿Entonces te recuerdo a él? ¡Pero si soy más guapo!- me sacó una risita.

-Que tonto eres Cocodrilo.

-Cállate Uva estúpida, que yo soy un Cocodrilo que puede comer Uvas- se carcajeó junto a mí-. Y las frutas no pueden comer Cocodrilos, así que chínchate.

-Pero por lo menos yo sí que maduro- le saqué la lengua.

-Vigila no te caigas- soltó riéndose. Tardé en pillarlo, pero cuando lo pillé me dio un ataque de risa incontrolable. ¡Qué tonto que es!- Te ha costado, ¿Eh?- me dio un codazo flojito.

-Gracias por hacerme reir, Cocodrilo- recosté mi cabeza en su hombro-. Llevaba muchísimos días sin reir, lo juro.

-Porque yo no estaba aquí que si no...

-¿Sabes? Volvamos a los viejos tiempos- sonreí-. ¿Recuerdas cuando hacíamos nuestras fiestas de pijamas?

-Espero que no se lo hayas contado a nadie. Las fiestas de pijamas son cosas de niñas y la primera vez te dije que sí porque no lo sabía.

-Nooo, tranquilo. No se lo he dicho a nadie.

-Entonces esta noche... ¿Palomitas, chuches, peli y miramos las estrellas?- me preguntó besando mi mejilla sonoramente. Asentí felizmente. Pero eso no significaba que volviese a estar feliz. Hay cosas que cuestan de olvidar.

*Narra Gwen*

Tomé el camino hacia casa después de hablar un rato más con Harry. Me dolían un montón las mejillas de tanto reir. Decidí ir andando aunque tardase mucho. Iba con la música puesta, enviándome mensajes con Hazza y así se me pasaba el rato. La gente me miraba raro, iba riéndome como una posesa mirando el móbil. No habíamos parado de enviarnos chistes desde que le conté yo el primero.

***

-Hazza, ¿Te cuento un chiste muy malo?- me reí antes de empezar a contarlo.

-Venga, cuéntalo- me animó, sonriente.

-Van dos y cae el del medio- dije riendo y él se me unió.

-¡Yo me sé otro!- exclamó aligerando un poco su risa. Con una sonrisa le insté a que lo contara-. Va una serpiente y se abre de piernas- dijo riendo.

Lo miré confundida. Hasta que después de unos cinco minutos conseguí entender y me empecé a carcajear fuertemente.

***

Desde esos dos los chistes cada vez eran peores, pero la risa no la quitaba nadie. Sin darme cuenta llegué a casa. Apagué la música, guardé el móbil en el bolsillo de mi pantalón y saqué las llaves.

-¡Ya estoy aquí!- grité dejando las llaves en el mueble y cerrando la puerta. Me acerqué al salón, todavía seguían todos ahí. Bueno, Madison ya no estaba.

-Hola Coco- me saludó dulcemente Liam, y me senté a su lado, dándole un beso en la mejilla. Como al otro lado de mí había el respaldo del sofá, apoyé allí la espalda. Mi móbil vibró varias veces en mi bolsillo, y disimuladamente lo saqué. Pero no tan disimulada fue mi carcajada.

-¿Qué es tan divertido, Coco loco?- me preguntó Laura, contagiada de la carcajada de Niall al verme reir tan fuerte.

-Nada Fresita, seguid con lo vuestro cotillas- le saqué la lengua y le respondí el mensaje a Harry.

Hablamos mañana Hazza. Me pasaré a la misma hora, ¿Vale? ¡Y no me envies más chistes! ¡Me
miran raro en todos lados! Haha Un beso! Te quiero :)
Guardé el móbil otra vez en el bolsillo sin pensar que Harry me podía responder. Vibró de nuevo y cuando lo saqué, Liam me lo quitó de las manos con una sonrisita traviesa. Por suerte, los demás estaban demasiado ocupados escuchando las bobadas de Louis como para hacernos caso.

-¿A quién le envias tantos mensajes, Coco?

Intenté quitarle el móbil, pero con una mano agarró mis dos muñecas y con la otra abrió el mensaje. Mierda. Se le quitó la sonrisa de la cara y me lo devolvió sin tan solo mirarme. Matadme, en serio. Cogí sus manos y arrastrándolo lo llevé al jardín. Moría viéndolo triste por mi culpa. Aunque... Yo no he hecho nada. ¿O sí?

-Escucha Liam...- agarré sus manos otra vez. Me interrumpió.

-¿Qué tengo que escuchar?- sonaba molesto, pero todavía más triste-. ¿Hay algo que explicar o te quedarás callada?

Lo hice sentarse en el césped. Me puse delante suyo, sin todavía soltar sus manos.

-No es lo que piensas, Li- bajé la mirada-. Te lo explicaré todo, pero no me interrumpas, por favor.

-Está bién- suspiró.

-A quién iba a visitar es a Harry. Fui hace unos días porque quería saber la verdad sobre la foto. Yo sabía que no lo podía haber hecho así porque sí. Me lo explicó todo. Desde entonces he ido todos los días a darle una visita, ya que piensa que todos vosotros lo odiáis. Se ha vuelto mi mejor amigo. Sé que puedo confiar en él, como él confió en mí para contarme todo lo que pasó. Y en serio me duele verle mal- quitó sus manos de mi agarre y se levantó de golpe. Me levanté también.

-¿Entonces es a él a quién ibas a ver? ¿Tu mejor amigo? ¡No lo odiamos, solo estábamos molestos!- no paraba de ir para arriba y para abajo-. ¿Pero... Y no piensas que Maddy también está mal? ¿No te duele verla mal?- asentí-. ¿Entonces? No te entiendo Gwen.

-Madison os tiene a todos vosotros. Harry no tenía a nadie.

Pareció recapacitar sobre lo que dije, y se calmó un poco. Me miró, y suspirando se acercó de nuevo a mí.

-Eres una buena chica, pero sigo pensando en que quizás Maddy también te necesitaba. Ya sé que la conoces de siempre, pero igualmente, no sé. No me hagas caso, a veces no sé ni lo que digo. Se me va la pinza, pero no te preocupes, tú ya me con...- lo callé con un beso. Hablaba tan rápido que ya me estaba poniendo de los nervios y la única forma que encontré para callarle era ésa. Me cogió de la cintura suavemente y yo puse mis manos en sus mejillas. Había extrañado sus labios, llevaba demasiado tiempo sin probarlos. Nos separamos cuando nos faltó el aire.

-Gwen yo...- le interrumpí, más vergüenza no podía pasar.

-Lo siento- salí corriendo, pero antes de llegar a la puerta para entrar a casa, Liam me giró y presionó mis labios con los suyos, en otro dulce beso. Al separarnos de nuevo, lo miré sorprendida. No me podía mover.

-Tenía que hacerlo, siempre eres tú la que da la iniciativa- todavía cerca de mí, colocó una mano en mi mejilla. Mi sonrisa no podía ser más grande, y el sonrojo de mis mejillas tampoco.

-No sé que decirte, Liam- susurré, bajando mi cabeza levemente para que no viese mi estúpida sonrisa. Subió mi cara, para mirarlo a los ojos.

-Yo sí- sonrió tiernamente-. Gwen, ¿Te gustaría ser mi novia?

Y morí. Juro que morí. Me tiré a sus brazos sin responder nada y lo abracé lo más fuerte que pude. Me correspondió el abrazo con la misma intensidad que yo.

-Claro que sí, Li- le susurré en su oído. Rápidamente buscó mis labios y los besó suavemente, entre nuestras sonrisas.

-No te quiero perder.

-No me perderás, nunca.

*Narra Liam*

Al día siguiente acepté acompañar a Gwen a ir a ver a Harry. Me gustaría escuchar lo que se suponía que pasó en realidad, de la boca de él. La verdad es que extrañaba a mi amigo. Gwen soltó mi mano un momento para tocar la puerta de casa de Hazza y enseguida volvió a entrelazar nuestras manos. Poco después la puerta se abrió y Harry se quedó completamente helado al verme. Sonreí levemente. Noté que los ojos de Harry se aguaban y me acerqué a abrazarle. Sí, lo había extrañado.

-Liam- murmuró entre mis brazos. Escuché un sollozo. Nos separamos y ahora Gwen lo abrazó.

-¿Cómo estás Hazza?- le dijo dulcemente. Nos hizo pasar y nos sentamos junto a él en el sofá.

-Mal- dijo triste-. Ayer por la noche me metí en Twitter y no os imagináis todas las cosas que han llegado a decir de mí- una lágrima rodó por su mejilla.

-¿Y por qué no me llamaste?- le preguntó de nuevo, Gwen.

-No te quería preocupar- bajó la cabeza-. Siento preguntar esto, pero, ¿Qué haces por aquí Liam? ¿No me odias?

-¡No digas tonterías Harry! No te odio- levantó otra vez la cabeza-. Vine porque yo también quiero saber que pasó de verdad. Aunque que haya venido es todo gracias a Gwen.

-Oh, gracias Coco- la abrazó. Los separé luego de pocos segundos.

-¡Liam!- me reprochó Gwen, riendo. Acabamos los tres riendo-. No seas celoso.

-Mh... ¿Celoso?- volvió el Harry sonriente.

-Estamos saliendo- murmuré felizmente, sonrojado. Al igual que mi novia. Me gusta como sonaba.

-¡No me habías contado!- exclamó Harry, mirando a Gwen. Gwen rió.

-¡Desde ayer, cabeza de melón! ¡Estamos saliendo desde ayer!- le pegó un codazo.

-Pues ya era hora- se carcajeó Harry, mirándome. Lo mato, siempre tiene que ser un bocazas. Después de reir un rato más con nuestras bromas, Harry finalmente me contó lo que pasó. Cuando acabó, un par de lágrimas se escaparon de sus ojos y rápidamente Gwen y yo lo abrazamos. Me siento mal por no haber hecho como Gwen, y venir a ver su parte de la historia. Pero como le había dicho, es una buena chica. Por algo me enamoré de ella.

*Narra Laura*

A eso de las siete de la tarde, Gwen volvió a casa junto a Liam. Otra vez, Lexi consiguió que Maddy saliera de su cuarto. Y por insistencia mía, conseguí que comiese algo más que una mísera manzana y media tableta de chocolate. Nialler trajo antes pollo de Nando's. Y con la buena pinta que tenía no pudo decir que no.

-¿Cómo os va, parejita?- les pregunté al verles cruzar la puerta del salón. Sí, ya todos sabíamos que eran pareja. ¡Ya era hora de que Liam se lo pidiera!

-Mejor que nunca- sonrió Liam. Que monos eran, jo

Les ofrecí un poco de pollo, que ambos aceptaron.

-¡Me recuerda al chiste de antes!- rió Liam-. ¿Recuerdas Gwen?- la miró-. El que nos contó Harry cu...- paró de hablar en seco. Madison empezó a toser fuertemente. Jenna, Lexi y yo miramos a la pareja con los ojos como platos. ¿Qué pasaba aquí? Jenna le dio unas palmaditas en la espalda a Maddy, y cuando ésta se recuperó, miró a Gwen molesta.

-No me lo puedo creer...- susurró, lo bastante alto para poderla oír. Se levantó de golpe y abandonó el salón a pasos grandes. Gwen corrió tras ella, y al pobre Liam le tocó contarnos qué demonios ocurría, ante nuestras intimidadoras miradas.

domingo, 9 de junio de 2013

Capítulo 23 (segunda parte).

Capítulo 23. Olvídame (segunda parte).

*Narra Lexi*

Gracias a mis suplicas, conseguí que Madison saliera de su cuarto. Lo que no se esperaba, era que todos los chicos (excepto Harry, claro) estaban abajo, con las demás chicas. Nada más dar un paso dentro del salón los cuatro chicos se tiraron encima de ella para darle un gran abrazo.

-¡Chicos me aplastáis!- consiguió gritar con su débil vocecita. Poco a poco se separaron de ella y se volvieron a sentar, con sonrisas inocentes. Maddy y yo nos sentamos también.

-¿Cómo estás, Maddy?- le preguntó Nialler.

-Un poquito mejor- sonrió levemente-. Gracias por la visita.

-En realidad siempre estamos por aquí- rió Louis.

-Y por un día que bajas- añadió Jenna.

Madison le sacó la lengua.

-Tengo hambre, la verdad- murmuró, cerrando los ojos.

-Hemos preparado palomitas, ¿Quieres?- le ofreció Laura, señalando el bol encima de la mesa. Madison abrió un ojo para mirar y asintió. Se levantó, las cogió y volvió a su sitio.

-Me voy, chicos- exclamó Gwen después de mirar su reloj. Se levantó de un salto.

-¿A dónde vas?- le preguntó Jenna.

-A un sitio- nos sonrió misteriosa. Nos despedimos de ella.

-¿A dónde va?- preguntó Liam con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho, cuando escuchamos la puerta cerrarse.

-No te pongas celoso, Payne- reímos con lo que dijo Louis.

-¡Qué dices tú, de celoso! ¡Si no es mi novia ni nada!- refunfuñó sonrojado.

-¿No se lo has pedido?- pregunté frunciendo los labios-. Muy mal Liam, muy mal.

-¿Cómo que muy mal?

-Que ya va siendo hora- aclaró Zayn.

-Lo haré cuando yo quiera- se volvió a cruzar de brazos.

-Y antes de que alguien más se lo pida- comentó Louis. Liam lo miró preocupado, provocando nuestras incontrolables risas. Incluso Madison rió-. Es broma, amigo. No te preocupes.

-Gwen solo te quiere a tí- añadió Lau. Liam suavizó la expresión de su rostro, pero lo notábamos un poco preocupado, todavía. Se estaría preguntando con quién estaría Gwen ahora. Pero ni nosotras lo sabíamos. Y ya llevaba varios días desapareciendo a estas horas de casa, y volvía dos horas después, sin decir a dónde había ido.

 



*Narra Harry*

De mientras que esperaba que llegase Gwen, encendí la radio para escuchar un poco de música y no estar tan aburrido. La verdad que durante estos días solo había recibido las visitas de Gwen, y empezaba a pensar que serían las únicas. Ella se ha vuelto mi mejor amiga, y en estos días no hemos parado de contarnos nuestras vidas. Nunca habría dicho que esa chica podría haber tenido tantos problemas. Es una cajita de sorpresas.

Me tumbé boca arriba en el sofá. En la radio terminó la canción que estaba sonando y empezó a sonar una que no ayudaba mucho.


Well you only need the light when it's burning low

Only miss the sun when it starts to snow

Only know your lover when you let her go


Only know you've been high when you're feeling low

Only hate the road when you're missin' home

Only know your lover when you've let her go

And you let her go.

Me levanté rápidamente y apagué la radio antes de que Let Her Go siguiera sonando. ¿Dejarla ir? Yo la quiero, pero no quiero dejarla ir. Las lágrimas se acumulaban en mis ojos, pero no podían caer. Cerré fuertemente los ojos, conté hasta diez y abrí los ojos nuevamente. Alguna lágrima había caído, pero ya no más. El timbre resonó en el triste silencio de casa. Me levanté animado, me vendría bién un abrazo. Nada más abrir esa puerta, me tiré a los brazos de Gwen.

-¿Qué ocurre Hazza?- me separó de ella y cogió mi cara entre sus manos. Volvieron esas ganas de llorar.

-La echo de menos, mucho- hice un pequeño puchero. Gwen me guió hasta el sofá y nos sentamos.

-¿Sabes? Creo que sé como hacerte sonreir- sacó su móbil del bolsillo de su pantalón-. ¿Recuerdas cuando estaba en Manchester?- asentí-. Conocí a tres chicas que estan mucho más locas que yo; son encantadoras- rió. Tocó algo en su teléfono y lo colocó en medio de los dos. Después de tres timbrazos, la persona que estaba en la otra linea lo cogió.

-¿Quién es?- sonó una dulce voz.

-¡Frostie!- exclamó Gwen ahogada en risas. Dos voces más se escucharon en la otra linea, también riendo.

-¡Me cago en tus muertos Gwen! ¡¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?!- gritó molesta, pero con un deje de diversión en su voz.

-Uuuh Bic, que mala primera impresión que das- le aseguró con una sonrisilla maligna.

-¿A sí? ¿De quién?- preguntó la tal Bic.

-Del mismísimo Harry Styles, cariño- intervine, por fin, sonriendo. Gwen me abrazó por los hombros, con su brazo libre.

-Me cago en tus muertos otra vez, Gwen. Primero con Zayn y ahora con Harry. ¿Quieres que muera de la vergüenza?- refunfuñó, provocando nuestras risas y las de las otras dos que estaban en la otra linea.

-¿Y esas dos de ahí? ¿Shirley y Katy?- les preguntó Gwen.

-Exacto- dijo una de esas voces, con una tierna voz.

-¡Oh! Hola Shirley, ¿Cómo va todo con Brad?

-Perfectamente. ¿Y tú con Liam?- miré a Gwen y tenía las mejillas completamente rojas. ¿Me he perdido algo?

-Yo con Liam, nada de nada. Ya os dije que no soy su novia, cabezas de melón.

-¡Ah! ¿Y qué tal con Grace?- hablaba la tercera voz.

-Todo va increíblemente bien. ¡Voy a firmar un contrato con Topshop!- exclamó feliz. Verdad, me lo contó hace unos días.

-¿En serio? ¿No es una broma?- habló la misma voz de antes.

-Que no Katy, no miento- rió-. Tú qué, Harry. ¿No dices nada?- me preguntó divertida.

-No sé que decir. No entiendo de cosas de chicas- las cuatro chicas rieron con ganas.

-¿De qué quieres que hablemos? ¿De partidos de fútbol?- me parece que ahora habló Bic.

-¡De pintauñas!- exclamó Katy, riendo.

-¿Qué dices pedazo de bruta?- siguió riendo Gwen. Me miró-. ¿Has visto que mal está?

-No, lo siento, no la he visto- dije para molestarla. Las tres chicas rieron junto a mí.

-Harry, te adoramos- comentó de golpe Katy. Augmenté mis carcajadas.

-Gracias, supongo.

-Chicas, os cuelgo. Ya hablaremos- les dijo Gwen, intentando no reir.

-¿Cómo que ya hablaremos? ¡Por una vez que llamas!- exclamó Bic.

-Vosotras tampoco me llamastéis, listas.

-Uh, nos has pillado- rió dulcemente la tal Shirley.

-Un besito preciosas- Gwen les lanzó tres besos, que ellas imitaron.

-¡Adiós chicas! ¡Encantado de conoceros!- exclamé antes de que Gwen cortara la llamada.

-¿Qué? ¿Te han sacado una sonrisa o no?- me preguntó tiernamente. La abracé con todas mis fuerzas.

-Eres la mejor, Coco.



*Narra Madison*

Estar con las chicas, y además estar también con esos cuatro idiotas, me hacía sentir mejor. Pero aún me quedaba la duda de dónde estaba Gwen. ¿Con quién podría estar? Bah, da igual.

El timbre de casa sonó resonó varias veces y Jenna se levantó a abrir. En menos que canta un gallo tenía al bonito de mi mejor amigo encima de mí, abrazándome.

-Ya me he enterado, Maddy. ¿Por que no me has llamado? ¡Qué mala mejor amiga eres!- refunfuñó, hablando muy rápido. Apenas entendí lo que dijo. De pronto, un recuerdo vino a mi mente.

***
-Dímelo, odioso.

-¿Si te lo digo te callarás?

-Seguramente.

-Pero es un secreto- se sonrojó.

-No te preocupes, haré silencio. Confía en mí, Hazza.

Bajó la cabeza, medio sonriente. Todavía sonrojado.

-El día que fui a tu casa, y llegó Charlie, cuando hablabas me quedaba mirando fijamente tus labios porque tenía muchas ganas de besarte. Pero lo dejé ir. Te dejé ir.

***

Me dejó ir. ¿Y ésta vez? ¿Qué ha pasado? ¿Me ha dejado ir, por qué? Ni cuenta me di que una cascada de lágrimas empezaba a bajar por mis ojos. Y otra vez, otro recuerdo.

***
-¿Sabes otra cosa que me gusta?- me preguntó.

-No, ¿Qué?

-Tú.

***
 
-No podemos seguir así- susurró, mirándome fijamente.

-¿Así, cómo?- pregunté sin quitar mi mirada de la suya.

-¿No te das cuenta?- negué suavemente con la cabeza-. Te quiero Maddy. Todos se han dado cuenta menos tú- dijo y reí, me miró confundido.

-No eres el único- empecé a jugar con su pelo. Una sonrisa apareció en su rostro-. También te quiero, y no te das cuenta.

-¿Me quieres?- preguntó felizmente y yo asintí con una pequeña risita-. Me has hecho el chico más feliz de Londres.

-¿De Londres?- reí-. ¿Y de todo el mundo?

-Solo si aceptas ser mi novia.

***

¿Por qué lo hiciste Harry? ¿No te dabas cuenta? Yo te quería, mucho. Todo lo que pasamos juntos. Todas nuestras tontas peleas. Todos nuestros abrazos. Los besos. Cuando me cantabas una canción, perfectamente adecuada a la situación. ¿Sabes? Llegué a creer que eras perfecto para mí. Pero ahora para mí eres un capullo que rompió mi corazón. Y eso no es fácil de perdonar.



Llorad conmigo :'(
Habéis visto? Un nuevo record! He terminado el capítulo en menos de una semana! YEAAAH PARTY HARD ALL DAY ALL NIGHT! vale no, ya dejo la Malikhuana.
Un besito bonitas

viernes, 7 de junio de 2013

Capítulo 23 (primera parte).

Capítulo 23. Olvídame (primera parte).

*Narra Laura*

Maddy deshizo nuestro abrazo conjunto, recogió su móbil y huyó corriendo. Jenna hizo el amago de ir tras ella, pero la paramos a tiempo. Mejor si Maddy estaba sola. Escuchamos un fuerte ruido arriba y nos miramos asustadas. Pero como había dicho, mejor si ella estaba sola. Nos sentamos todas en las sillas de la cocina, mirándonos. Me parece que ninguna de nosotras se esperaba esto.

-Harry es un capullo- soltó Lexi, rompiendo el silencio. Jenna y yo asentimos con la cabeza.

-Maddy se merece lo mejor- susurró Jenna-. No puedo creer que le haya hecho esto.

-No ha cambiado- murmuré mirando fijamente la manzana que antes comía Madison. Noté tres pares de ojos mirándome, y me volteé a verlas.

-Tienes razón, Lau- asintió Lexi. Gwen no decía nada, solo nos observaba discutir. Más bién, por malo que parezca, criticando al estúpido de Harold. La foto ya circulaba por todo Twitter, y a saber en que sitios más. Y además, aún me quedaba esa duda, ¿Quién era la chica con la que salía besándose?

*Narra Jenna*

Madison permaneció encerrada en su cuarto durante los siguientes tres días. No salía para nada más que ir al baño y por las noches la oíamos bajar a la cocina a por algo de agua. Estaba mucho más que destrozada. Hablé con Louis, y los chicos parecían realmente enfadados con Harry. Nosotras no, enfadadas no, estábamos cabreadas.

Acabé de preparar la sopa para Madison y se la subí en una bandeja hasta su cuarto. Toqué tres veces y un débil pasa se oyó detrás de la puerta. Abrí la puerta con cuidado. La encontré boca abajo en la cama, con su móbil al lado (lo habíamos llevado a arreglar). Me senté a su lado y sacó la cabeza del cojín para verme.

-Te he traído algo de comer, Maddy- le señalé la bandeja, encima de su mesita de noche.

-No tengo hambre- murmuró. Volvió a poner la cara sobre el cojín-. Harry no ha parado de llamarme. Y de enviar mensajes.

-¿Los has mirado?- le pregunté acariciando su espalda.

-No. Directamente los he borrado. No quiero saber nada más de él- ahogó un sollozo.

-No llores más Maddy, no merece tus lágrimas- me levanté-. Come algo, por favor- dicho esto salí de su cuarto y bajé al salón, donde Laura y Gwen veían la televisión.

-¿Cómo está?- me preguntó Laura, y ella y Gwen voltearon a verme.

-Destrozada- suspiré.

-Niall me llamó, dice que en un rato se pasan por aquí. Harry llegaba hoy, pero pasan de ir a verle. Me parece que están muy molestos- nos comentó. Gwen y yo asentimos. Por cierto, ¿Y Lexi?

-Oye, ¿Dónde está Lexi?

-Supongo que con Zayn. Ya vendrá con los chicos- se encogió de hombros. Dejé caer mi cabeza en el hombro de Gwen, y cerré los ojos. No estaba dentro de mis planes caer dormida, pero el cansancio me venció. Desperté por el movimiento que alguien ejercía en mi hombro. Abrí los ojos, para encontrarme con la dulce sonrisa de Louis. Besó mis labios y se sentó a mi lado. Así que aprobeché para cambiar de hombro y ahora recostar la cabeza en el suyo. No escuchaba lo que pasaba a mi alrededor, pero me había dado cuenta de que ya habían llegado todos. Otra vez, el sueño me invadió.



*Narra Gwen*

Todos estaban en contra de Harry. Pero yo sabía que alguna razón debía haber. Harold no lo haría así porque sí. Quizás no he hablado mucho con él, pero lo conozco lo suficiente para saber que quizás solo fue un error, un mal entendido o algo por el estilo. Me esperé una semana más, y decidí ir a visitar a Harry en silencio. No se lo dije a nadie. No quería que pensaran que estaba completamente de su parte. Solo quería escuchar su versión de los hechos. Quería saber si lo de la foto era verdad. Según escuché, Lou se trasladó por unos días a casa de Niall, así que sería más fácil ir sin ser descubierta. Llamé al timbre, y después de unos largos segundos, la puerta se abrió lentamente.

-¿Gwen?- exclamó sorprendido. Asentí con una media sonrisa.

-¿Puedo pasar?- se hizo a un lado y con la mano me indicó que pasara, añadiendo una sonrisa triste a su rostro. Nos sentamos en el sofá del salón.

-¿Puedo preguntar qué te trae por aquí? Todos parecen odiarme- bajó la cabeza, con otra pequeña sonrisa todavía más triste.

-No todos te odian. Yo no te odio- puse una mano en su hombro. Levantó su cabeza ligeramente-. Vine porque sé que algo debió pasar. Tú no eres así, Hazza. Sé que quizás nunca hemos hablado lo suficiente, pero estoy segura que no lo hiciste porque te apetecía. Sé que quieres mucho a Madison- dejé de hablar al ver sus ojos intentando retener las lágrimas. Me abrazó efusivamente, y yo le correspondí el abrazo.

-Muchísimas gracias Gwen- sorbió por la nariz. Empecé a sobarle la espalda para que se calmase un poco, sabía que había empezado a llorar. Después de unos minutos en total silencio todavía abrazados, nos separamos lentamente. Cogí su mano y lo miré a los ojos.

-No tienes por que dármelas- asintió ligeramente con la cabeza-. ¿Me quieres contar, Hazza?- pregunté refiriéndome a la foto.

-Está bién, Coco- nos reímos. Harry paró de reir y su rostro se mostró serio. Lo imité, pero volvimos a caer en carcajadas. Me alegraba haberle sacado al menos una sonrisa-. Ahora de verdad- dijo con una pequeña sonrisa divertida. Asentí y me acomodé para escuchar su historia-. La chica de la foto fue conmigo al instituto, también fue mi novia. Fue la relación más larga que tuve en el instituto, aunque no duró tanto como duré con Madison. Cuando llegué a mi casa, en Holmes Chapel, quedé con unos amigos y no sé por que ella también estaba. No paró de mandarme indirectas demasiado directas todo el rato, aún sabiendo que tenía novia. No recuerdo como pero nos quedamos ella y yo solos, y pasó. Me besó- negó con la cabeza, furioso-. Intenté alejarla, pero tenía sus manos detrás de mi cuello y no me soltaba. Finalmente la separé de mí de un empujón. Le grité todo lo que me salió del corazón en ese momento y me fui a casa sin importarme nada. Por mala suerte nos pillaron, pero solo hicieron foto a eso. ¿Alguna pregunta?- añadió divertido, al ver mi cara de concentrada. Solo me faltaba tomar apuntes.

-Sí- sonreí fugazmente-. ¿Por qué alargaste tu estancia en Holmes Chapel? ¿Y por qué estabas tan raro con Madison antes de que se enterara?- hice ver que llevaba un micrófono en mi mano y apunté a Hazza con él.

-Me daba miedo venir de vuelta. Y no podía hablar con ella, sentía que la había traicionado y solo de pensarlo me acobardaba.

-Ajá, entiendo- asentí. Harry rió levemente.

-¿Te apetece algo?- me preguntó inocentemente.

-Mmm... Quiero galletas- sobé mi barriga. Tenía un poco de hambre.

-Ven, vamos a la cocina- nos levantamos y me guió hasta ella. Abrió un armario y de allí sacó un paquete de Chips Ahoy.


-¡Oh, sí! Me encantan- abrí el paquete a la velocidad de la luz y di un mordisco a la primera galleta que pillé-. Por cierto, otra cosa. ¿Lou no volverá contigo?

-Seguramente no- agachó su mirada-. Ni siquiera me habla. Ni cuando viene por aquí para venir a recoger algunas cosas suyas. Nada, ni un mísero hola. ¿Ves cómo me odian? Ninguno de los chicos me ha llamado, ni sé si siguen vivos.

-Lo están- comenté divertida y Harry largó una carcajada.

-Gracias por hacerme sentir mejor Gwen- me miró agradecido. Me levanté y lo abracé fuertemente.

-No es nada Harry- nos separamos-. ¿Te importa si vengo mañana? Creo que es hora de irme. Las chicas no saben que he venido aquí.

-Claro que no, me encantaría tener algo de compañía.

-Hecho, nos vemos mañana- le di un beso en la mejilla y salí de ahí para tomar rumbo a casa. Ojalá no me pregunten a dónde he ido.


Holaaaa!! :D Aquí estoy de vuelta, sin más examenes (soy muy tonta y yo que  pensaba que tendría más examenes durante la semana, el de mates fue el último JAJAJAJAJJAAJJ). Bueno, ésta es la primera parte del capítulo 23. No tengo ni idea de cuando subiré la segunda parte, porque ni siquiera está escrita jajaja pero eh, lo tengo todo pensadito :)
Chicaaaas! Pasaros por la novela de @selalaft1d_ : http://looveisunstoppable.blogspot.com.es/ 
Está suuuuper bién! Espero que os encante tanto como a mí
Besitos princesas

domingo, 2 de junio de 2013

Capítulo 22.

Capítulo 22. Es el final.

*Narra Gwen*

Cuando volvíamos hacia casa no podía parar de pensar en lo que me dijo Grace. Bueno, en las dos cosas que me dijo. Lo de One Direction, y lo de que Topshop quiere que firme un contrato con ellos. Lo fuerte es que me encanta esa tienda. La adoro.

-¿En qué piensas?- Liam me sacó de mis pensamientos.

-En todo- saqué una sonrisa-. ¿Cómo se te ocurrió eso?

-¿El qué?- rió un poco.

-De que saldréis en la portada del próximo número.

-Me hacia ilusión salir en la misma revista que tú- hizo un pequeño puchero, seguido de una corta risita. Lo abracé de lado y seguimos caminando. Tendré que ir mentalizándome de que todo lo que está pasando, es real.

*Narra Jenna*

Mi móbil vibró dentro de mi bolso. Dejé las bolsas en el suelo y empecé a buscarlo. No tardé mucho en encontrarlo. Era un mensaje, de Lexi.

¡Hola Jenna! Esta noche me quedaré a dormir en casa de Zayn, no me esperéis. Un beso :)

***

¡Ante todo con protección! Te quiero :)
Empecé a reirme sola por mi respuesta. Louis giró su cabeza y me miró riendo. Cogí las bolsas del suelo y caminé hasta él.

-Por si te lo preguntabas; no, no estoy loca- asintió con la cabeza escondiendo su risa-. Me reía de un mensaje- saqué mi móbil otra vez y le enseñé la conversación. Una grandísima carcajada salió de sus provocativos labios. Rodeó mis hombros con su brazo.

-Y ésa es una de las razones por las que te quiero- besó mi mejilla.

-¿Sabes que me quiero hacer un tatuaje?- solté de golpe. Louis me miró con los ojos como platos.

-Tú estás loca- lo dijo más bién como una afirmación, en vez de pregunta. Lo volví a abrazar, ahogando mi carcajada. Después señalé el tattoo que tenía en el brazo.


-¿Y tú? ¡Jolines Lou, yo también quiero un tattoo!- lloriqueé.

-Otro día, ¿Vale? Y te acompaño- sonrió tiernamente.

-¡Muchas gracias Tommo!- besé su mejilla suavemente, para después recargar mi cabeza en su hombro y seguir caminando hasta mi coche, donde seguramente Niall y Laura ya nos estaban esperando.

*Narra Lexi*

Abrí la respuesta que me envió Jenna, con un poco de temor. La chica estaba muy loca, a saber lo que había puesto.

¡Ante todo con protección! Te quiero :)
Maldita Piña, que cosas más guarras piensa. ¡Dormir! ¡Solo dormir! Pasar tanto tiempo con Gwen es malo. Dejé el móbil de nuevo encima de la mesa.

-¡Leeeeeeexi! ¿Quieres ver una peli?- gritó Zayn desde el piso de abajo.

-¡Valeeeeee!- grité como respuesta. Hice el amago de levantarme, pero otro grito de Zayn hizo sentarme de nuevo.

-¡Espera, voy a buscarte! ¡No vaya a ser que te caigas!- le siguió una gran carcajada, y otra de mi parte pero más bien... Irónica.

-Que estúpido eres, Malik- solté cuando lo vi entrar por la puerta. Con otra carcajada me cargó en sus brazos.

-Pero yo se que me quieres- canturreó feliz. Asentí mordiendo mi lengua para evitar reir estúpidamente y apoyé mi cabeza en su hombro, con mi cara en su cuello.

-Y tú me quieres a mí- mi aliento chocó contra su cuello, suavemente. Escuché su risa.

-No hagas eso, me da cosquillas- ahora yo también reí. Llegamos al salón y me dejó cuidadosamente en el sofá-. Te he dejado algunas pelis ahí encima- señaló la mesita de café-, elije la que quieras. Voy a preparar palomitas- se fue. Las miré todas por encima. La mayoría ya las había visto. Pero una me llamó más la atención. Dirty Dancing. Era la película preferida de mi madre, pero nunca me había atrevido a verla desde el accidente. Y me gustaría verla con Zayn. Volvió poco después con las palomitas. También trajo refrescos y una gran manta para taparnos.

-Siéntate ya Zayn- le dije riendo, no paraba quieto. Se sentó a mi lado y nos tapó con la manta-. Ya he puesto la peli, solo falta darle al play.

-¿No te has caído?- preguntó burlón. Le pegué un puñetazo, y le di al play-. ¿Cuál es?

-Dirty Dancing- murmuré acomodándome sobre su pecho. Puso sus brazos alrededor de mi cintura y me apretó más a él. Espero no llorar mucho, los recuerdos de mis padres vuelven a mi mente.

*Narra Laura*

Llegamos a casa en menos de lo que esperábamos. Niall me ayudó a llevar el montonazo de bolsas que cargaba y Jenna abrió la puerta. Después de ella y Louis entramos nosotros dos, y nos fuimos directos a mi habitación. Dejamos las bolsas en mi cama, donde nos sentamos.

-¿No has comprado mucha cosa?- preguntó en una carcajada. Me encogí de hombros. Agarré una de las bolsas y me puse a buscar. Poco después encontré las camisetas de pareja y saqué la suya.

-¡Tachán! Es para tí, Nialler- se la tiré a la cara, entre risitas.

-Vaya, gracias Lau. No hacía falta- me abrazó por los hombros y besó mi frente.

-Pruébatela- insté feliz. Me tapé los ojos, mientras sentía sus movimientos.

-Ya está- quité las manos de mi cara. Le quedaba perfecta. Y luego al recordar que tenía una camiseta casi igual, empecé a reir-. ¿De qué te ries?- se unió a mis risas.

-Espérame abajo- lo empujé fuera y cerré la puerta en su cara, no sin antes besar sus labios fugazmente. Me cambié la camiseta que llevaba por la nueva. Bajé los escalones de dos en dos y entré felizmente al salón-. ¡Tachán!- exclamé abrazando a Niall. Me separó de él un instante, miró mi camiseta, y empezó a reir sin control.

-¿Qué pasa raritos?- nos preguntó Hazza. Ni cuenta me había dado que aparte de Jenna y Lou, también estaban Harry, Maddy, Liam y Gwen. Estos dos últimos seguro acababan de llegar. Nialler y yo nos giramos, para que pudiesen contemplar nuestras camisetas.



*Narra Madison*

Fui con Harry a su casa para ayudarle a preparar su maleta. Iría a pasar unos días a Holmes Chapel, con su familia.

-¿De verdad que no quieres venir?- me preguntó por enésima vez. Y por enésima vez negué con la cabeza-. A mamá seguro que le gustaría conocerte.

-Harold, no lo hagas más difícil de lo que es- reímos-. Ya te lo he dicho, es tiempo para que lo pases tú SOLO con tu familia. Hace mucho que no los ves. En otra ocasión te acompaño, ¿Vale?- le sonreí tiernamente.

-Solo porque tu sonrisa me ha convencido.

-Si claro, será mi sonrisa- alcé mis cejas varias veces, provocando su carcajada.

-¿Prometes no hacer ninguna tontería?- me preguntó, a lo que asentí sin tan solo pensarlo.

-¿Y tú prometes no hacer nada que merezca que me enfade?- le pregunté, y él también asintió.

-Nos vemos en unos días, te iré llamando- besó mis labios suavemente.

***
Empezaba a notar a Harry muy raro. Los primeros días me llamaba, ahora ya si se acuerda me envía un mísero mensaje. Encima sus 'vacaciones' se alargaron. Lleva más de una semana, casi dos; en Holmes Chapel. Hoy ni siquiera recibí señales de vida de su parte. Estoy un poco preocupada, la verdad. Algo raro le debe pasar.

Como ya era cerca de la hora de cenar, y mi estómago pedía algo de comer a gritos, bajé a donde se encontraban las chicas reunidas. A la cocina. Cuchicheaban de algo, y al acercarme, se callaron todas de golpe.

-¿Qué ocurre?- pregunté cogiendo una manzana de la cesta de fruta. La lavé y después le di un buen muerdo, esperando alguna respuesta. Solo clavaban sus miradas en mí. Un poco; ¿Apenadas?-. ¿Alguna de vosotras hablará? Me ponéis nerviosa con tantas miradas.

Todas clavaron su mirada en Gwen, y ésta, carraspeó para hablar.

-¿Por casualidad no te has metido en Twitter últimamente?- negué con la cabeza al momento en el que sacaba el móbil de mi bolsillo. Gwen mordió su labio y se escondió detrás de Jenna. ¿Habrá hecho alguna travesura? Mordí otra vez mi manzana, mientras se cargaba la página de inicio. El primer tweet, me llamó la atención. Decía algo así:

NOOOOOO. ES EL FINAL, ¿POR QUÉ LA ENGAÑASTE? :(
Venía con una foto. Mi curiosidad decía que abriese la foto, pero no se, algo raro dentro de mí me decía que no. Que lo mejor sería no abrirla. No le hice caso y la abrí. Deseé no hacerlo. Mi manzana resbaló de mi mano y cayó al suelo, al igual que mi móbil. Miré a las chicas con lágrimas en los ojos. Laura fue la primera en venir a abrazarme. Después una a una se fueron apilando a mi alrededor. Las alejé de mí, cogí mi móbil del suelo y subí corriendo a mi cuarto. Estampé el móbil con fuerza sobre la pared, y éste se rompió. Pero ahora no importaba. Mi corazón, en estos momentos, estaba más roto.




Holitaaaaaaaas!:) Lo siento muchito si el capítulo es un pocito corto, pero quería subirlo pronto. Voy a estar estudiando bastante esta semana y quizás no tengo mucho tiempo para escribir :( Algo de tiempo encontraré, don't worry :)
P.D. Por cierto, a alguna se le dan muy bien las mates y me cambiaría su cerebro para el martes? Jajajajajajaj tengo examen y no se me da nada bien jajajajajjajajajaja naaah I was joking:')
Besooooooooooos!:) xx