domingo, 31 de marzo de 2013

Capítulo 16.

Capítulo 16. Todos extrañan Harrison.

*Narra Gwen*

Me encontraba en el salón de casa, con Bic. Mi padre estaba en uno de los sillones leyendo el periódico. Bic y yo dibujábamos un rato. Fuera llovia bastante y ella fue la única que vino. Shirley estaba mala y Katy castigada. Igualmente me divertí dibujando con ella. Mi padre carraspeó en un momento, y Bic y yo lo miramos. Me pasó el periódico sin decir nada. Miré bién la página por donde estaba abierto.

-¿Todos extrañan Harrison?- leí riendo. ¿Qué era éso? ¿Harrison no eran Harry y Maddy? Más abajo habian unas cuantas fotos de ellos. Una cuando Harry cargaba a Maddy en su espalda. Otra en la bolera. Otra en el centro comercial. Y otra abrazados. Leí el texto por encima, pero por lo que entendí, se vio a Harry con Cara Delevingne dándose besos y saliendo de sitios juntos. Y a Maddy se la vio con un chico, aunque no tan cariñosos como Harry y la modelo. Había una pequeña foto (y según lo que decía al pie de la foto, cogida del twitter de Madison) del chico misterioso. Me reí al verlo. ¡Era Charlie! Jo, como lo extrañaba. Y ahora va y aparece, cuando yo no estoy.

-¿Me lo explicas?- preguntó Bic a mi lado, sonriente. Se lo conté tal y como lo había entendido según el periódico. Me miraba atentamente, igual que mi padre que supongo que también se quería enterar.

-¿Esa Madison es la Madison que yo conozco?- preguntó él entrecerrando los ojos. Asentí entre risas, en las que se unieron Bianca y mi padre.

*Narra Madison*

Charlie me volvió a quitar el libro. Salió corriendo y yo salí detrás de él. Gritando para poder recuperar mi querido libro. Era la tercera vez que me lo hacía, y el tío no se cansaba nunca. Era lo que más había extrañado de él, que me molestase. Tropecé con la alfombra (ni yo sé cómo) y me caí al suelo de morros. Charlie volvió y en vez de ayudarme se puso a reír.

-Torpeeee- otra vez, molestándome. Agarré el periódico de encima la mesita, lo enrollé y me levanté para pegarle con él-. Oye, oye, no lo dobles que lo he comprado hoy y no me ha dado tiempo a mirarlo- me lo quitó de las manos y se sentó en el sofá. Yo a su lado. Iba pasando páginas, riendo por cualquier cosa y poniendo caras raras que me causaban risa.


-Para ya tonto- le dije riendo y puse la atención en la página donde se había detenido. ¿Todos extrañan Harrison? ¿Qué puñetas es éso? Le arrebaté el periódico a Charlie y empecé a leer con detenimiento. A cada palabra era una lágrima más que quería salir, pero una cosa llamada orgullo se lo impedía. Abracé a mi mejor amigo cuando no aguanté leer más. ¿Cara ahora era su novia? Hacía más de una semana que no veía a Harry, desde el día en que vino Charlie a casa y la cagué hasta el fondo. Y todavía me pregunto cómo puedo ser tan estúpida.

-Ya está Maddy, ya te lo dije: está celoso- si, siempre me lo repetía. Aunque no era el único. Jenna, Lexi y Laura me lo decían en cuanto salía el tema. Incluso Louis, Zayn, Liam y Niall me lo dijeron una vez. Igualmente solo lo dirán para hacerme sentir mejor, ¿No?

*Narra Louis*

Cogí el periódico de encima la mesa y con mi taza de té, me senté en el sillón a leerlo. Bla, bla, bla, sólo eran tonterías. Iba pasando página por página. Me detuve en una, leí el título y escupí todo el té que tenía en la boca. Para después ponerme a reír como loco.

 

-¡Louis! ¡Louis!- gritó Hazza viniendo hacia mí-. ¿Qué ocurre?

Le pasé el periódico aguantándome la risa. Lo miró y a los tres segundos se le cayó de las manos. Estaba completamente rojo, con una estúpida sonrisa en los labios.

-Eres tonto Harry, si te mueres por Madison, ¿Por que estás con Cara?- le regañé. Bajó su mirada.

-Ya sabes lo que pasó, Lou. Además no soy nadie importante para ella- señaló la parte del artículo donde explicaba lo que pasaba con Maddy y el otro chico-. Seguro que ahora es su novio.

-¿Pero no te dijo que era su mejor amigo?- pregunté con una ceja levantada.

-¿Y tú no sabes que los mejores amigos se enamoran entre ellos?- contestó burlón. Noté un poco de molestia en su voz.

-Tú ves demasiado la tele, Harold- le dije riendo. También rió, pero enseguida paró y se tiró al sillón.

-Extraño a Maddy, hace mucho que no hablamos.

Estaba triste, lo conocía demasiado.

-Pero no podéis estar toda la vida sin hablaros, ¿No?

-Ella es la que no quiere hablar nunca más conmigo- dijo en un susurro.

-¿Lo crees o lo afirmas?

-Lo creo- suspiró mirándome.

-Ya sabes que te toca, ir a hablar con ella de una vez por todas- se levantó y se fue. Antes de salir del salón, dijo sin mirarme:

-No.

-Niño cabezota- gruñí flojito para que no me escuchara y por suerte no lo hizo.

*Narra Lexi*

Bajé a desayunar, como siempre, muy tarde. Amaba dormir mucho, como a mi chico malo. En la cocina estaban Jenna, Laura y Charlie burlándose de Madison. Así que me acerqué rápidamente para ayudar.

-Hola Cocodrilo- besé la mejilla del pequeño Charlie. Luego las mejillas de las otras frutas traviesas-. ¿Molestáis a Maddy y ni me avisáis?

-Encima que te enfadas cuando te despertamos- replica Laura con los brazos en jarra. Riendo le doy otro beso en la mejilla.

-¿Sobre qué la molestábais?- Madison me fulminó con la mirada. Charlie me señaló el periódico que estaba encima de la mesa y lo leí un poco por encima-. ¿Todos extrañan Harrison?

-Sip, con éso la molestamos- sonrió Charlie burlón. Maddy le pegó una colleja.

-Se muere por estar con Harry- me dijo Jenna y ella también recibió una colleja de Maddy.

-Puede que sí, pero igualmente creo que Harry me odia- sollozó. Laura le pasó un brazo por los hombros, casi abrazándola.

-No te odia- dije cogiendo una tostada-. Supongo.

-Oh, gracias. Eso ayuda mucho, ¿Sabes?- ironizó poniendo los ojos en blanco.

-Era broma, estoy completamente segura de que no te odia. Quizás solo está un poco molesto, pero de odiarte nunca sería capaz.

-No lo sé- medio sonrió bajando la cabeza. ¿En qué estará pensando?

-¿Os venis conmigo y con Maddy esta tarde al Starbucks?- nos preguntó Charlie, con una enorme sonrisa pintada en el rostro.

-He quedado con Zayn- dije después de darle un último mordisco a mi tostada.

-Lau y yo nos vamos a patinar un rato sobre hielo- aclaró Jenna, luego añadió:-, ¿Por que nos os venis vosotros con nosotras?

-No, da igual. Hoy me apetece un café calentito- dijo Madison levantando la cabeza.

-A mí igual, así que Maddy, tendrás que estar con el pequeño Cocodrilo otra vez más- se encogió de hombros. Nos hizo reír. En realidad, Charlie nos hacía reír muy fácilmente.

*Narra Madison*

Me puse mi gorrito granate y la bufanda a juego, los guantes sin dedos que me regaló mi madre hace años y el abrigo. Cogí las llaves y junto a Charlie nos fuimos al Starbucks del centro. Nuestro preferido. En unos veinte minutos ya estábamos delante del café. Charlie abrió la puerta y entró el primero. Me reí en mis adentros, nunca será un caballero. Entré yo después. Nos pedimos el primer café que vimos y tenía buena pinta. Nos sentamos al lado de la ventana, como siempre. Escuché una fuerte risa femenina en la mesa que estaba a nuestro lado, giré la cabeza y no me lo podía creer. ¿Qué hacían allí Harry y Cara? ¿Tenían que estar en el mismo Starbucks que nosotros o qué? ¿No existen más Starbucks en Londres?

-...¿Madison?- miré a mi amigo un poco avergonzada. Seguro llevaba rato llamándome.

-Lo siento. ¿Decías?

-¿Ése es Harry?- lo señaló disimuladamente, y cuando digo disimuladamente es apuntándolo con el dedo con el brazo lo más estirado posible y agitando el dedo sin parar. Aparté su mano riendo.

-Si, es él.

-Lo voy a saludar- se giró hacia a él, decidido. Y no me dejó replicarle cuando ya había gritado su nombre. Harry y Cara se giraron. Hazza se quedó en shock al verme. Cara nos sonrió amablemente.

-Hola Charlie, hola Madison- nos saludó con una sonrisa fingida.

-¿De qué los conoces Harry?- le preguntó, aunque estoy casi segura de que solo lo preguntaba por Charlie. La notícia de Harrison estaba por todos lados, ¿Quién no se había enterado todavía?

-Son unos amigos- Cara asintió no muy convencida. Lo que yo decía, ella sabe algo.

-¿Os queréis sentar con nosotros?- nos preguntó Cara, otra vez con una sonrisa amable. Charlie gritó que sí, le hacía ilusión estar con una de sus modelos favoritas. Harry y yo negamos con la cabeza, pero no nos hicieron caso. Charlie se sentó al lado de Cara, y a mí me tocó al lado del odioso. Durante un buen rato, Cara y Charlie hablaron animadamente entre ellos, escondiendo el gran silencio que había entre Harry y yo. Hasta que él habló.

-¿Es tu novio?- me lo susurró. Empecé a reírme como una loca. Acabé con un fuerte dolor de tripa. Harry me miraba con el ceño fruncido, totalmente serio. Cara y Charlie pararon de hablar para mirarme con una divertida cara. Me encogí de hombros y volvieron a lo suyo-. No va en broma- refunfuñó.

-¿De verdad crees que él es mi novio?- asintió con un poquito de vergüenza-. ¿En serio?- volví a reír, pero no tan fuerte como antes-. Cuando era pequeño quería ser un Cocodrilo, ya me dirás tú.

-¿Es un no?

-Exacto. Nunca sería su novia, soy su mejor amiga.

-Pero...- le interrumpí.

-Ves mucho la tele Hazza- nos reímos. Pude notar de nuevo un brillo en sus ojos. Y una sonrisita tonta que me volvía loca. Quizás Lexi tenía razón, y no me odia.

*Narra Laura*

-¡Quita Jenna, no te agarres a mí que me caigo!- no valía la pena gritar, al final acabamos las dos en el frío hielo. Jenna no paraba de reír-. ¡Piña tonta!- grité riendo. Nos levantamos y por insistencia de ella nos agarramos las manos para ir juntas. Tardamos menos de tres minutos en volver a caer.

-Nos falta práctica, Lau. No puede ser que no podamos estar de pie ni un solo minuto.

-Eh, que nuestro record son tres- sonreí victoriosa. Jenna me pegó en el hombro.

-Tendremos que venir aquí cada día, a practicar hasta poder aguantar al menos cinco minutos.

-Pues vas tu sola, guapita. Yo aquí no vuelo hasta el año que viene.

-¿Y si te llevo yo?- dijo alguien a nuestra espalda. Nos giramos prácticamente a la vez. Eran Louis y Niall, quien llevaba un gorrito monísimo. Se lo quité y me lo puse, cosa que no discutió. Solo me besó la frente.

-Puede que venga, si me dejas llevar este gorrito tan mono- me abracé a él fuertemente.

-Claro que si princesa- me rodeó con sus brazos por la cintura.

-Por cierto chicos, ¿Qué hacéis aquí?- les preguntó Jenna, también abrazada por Louis.

-Vinimos un rato a patinar y os vimos.

-Di la verdad Lou, ¿Nos has visto caer?

-Un par de veces- dijo burlón. Jenna le pegó en el pecho.

-Nosotros os enseñamos- dijo mi Nialler dulcemente. Louis rió irónico y se alejó de nosotros patinando rápidamente.

-Tú les enseñaras- gritó mientras se iba.

-Pues empezaremos por perseguir a Louis, ¿Preparadas?- me cogió la mano y yo le cogí la mano a Jenna, para ir en cadena.

-Nací preparada- gruñó Jenna, mirando a Louis fijamente. Nialler empezó a patinar y yo solo me dejaba llevar, casi ni movía los pies. Jenna poco a poco empezó a aguantar el equilibrio y ahora los dos tiraban de mí. Yo la mar de feliz, riendo.

-¡Louis Tomlinson! ¡No escaparás!- la tia es tonta. ¿Por que grita su nombre? ¡Ahora ya hay unas cinco chicas persiguiéndonos a nosotros y al pobre Lou! Al final alcanzaron a Louis, que paró a descansar aguantándose en la barandilla. Las chicas que nos perseguían a nosotros nos dejaron y se fueron con Louis. Cuando las chicas ya se fueron, nos acercamos a Boo Bear.

-Te mato Jenna, he tenido que correr mucho para que no me alcanzasen- dijo con los brazos en jarra. Jenna lo abrazó con una sonrisa traviesa, que disipó el enfado de Louis.

-Te quiero tontito- le susurró.

-Y yo tontita bonita- la besó en la frente. Se quedaron así por un buen rato, sin hacernos caso.

-Oye Lau, mira esa chica- cuando me lo dijo me puse un poco celosa, pero cuando vi a la chica, dibujé una enorme sonrisa.

-¡Eh, Bonnie!- le grité y la pequeña chica buscó con la mirada quien la había llamado. Nos vio y se sonrojó levemente, con una gran sonrisa en los labios. Se disculpó con sus amigas y patinó hasta donde estábamos. Nialler le dio un dulce abrazo, al igual que yo. Bonnie estaba más sonrojada que antes. Era muy tierna y adorable. Estuvimos un rato hablando, nos cansamos y nos pusimos a patinar los tres juntos, riendo sin parar. Nos paramos otra vez para descansar, ya que Niall había estado todo el rato arrastrándome.

-Y... ¿Es verdad que estáis saliendo?- preguntó en un susurro. Normalmente hablaba así, supongo que por la falta de confianza. Aunque no hablaba tan flojito como el día en el que nos conocimos. Quizás ya tenía un poco más de confianza con nosotros.

-Si. Ella me hace el chico más feliz del mundo- me cogió de la cintura y besó mi mejilla. Me puse roja de un momento para el otro. Bonnie rió levemente.

-¡Bonnie, cariño! ¡Es hora de volver a casa!- gritó una señora de bonitos ojos verdes. Seguramente su madre, tenía los mismos ojos que Bonnie. Bonnie asintió y se despidió de nosotros con un tierno abrazo. Esa chica era adorable.

*Narra Gwen*

Llamaron a Bianca y se fue a su casa, su tía (la madre de Shirley) la reclamaba. Me quedé un rato más dibujando lo primero que se me pasaba por la cabeza. Papá y mamá se fueron a pasear hace ya un rato, la lluvia se había ido y hacia un poquitín de sol. Me fui a mi cuarto, me senté de piernas cruzadas delante del ventanal que daba al balcón y dibujé el paisaje. Me gustaría haber podido salir al balcón, pero estaba un poco mojado todavía. Cuando acabé mi dibujo, me levanté, dejé el lapiz en el escritorio y cogí los lapices de colores. Me pondría a pintar un poco. Todo sea para pasar el rato. Me senté y justo sonó mi móbil. Otra vez me levanté y corriendo fui a mi cama a cogerlo, ya que estaba allí.

-¿Diga?- pregunté, ya que ni miré quién era.

-Hola Coco- saludó una voz alegre. Una estúpida sonrisa se formó en mi cara al escuchar su voz.

-Hola Li- contesté igual que él.

-¿Cómo estás?- me preguntó dulcemente. Me mordí el labio, y por poco me pongo a chillar. Me había mordido muy fuerte. Con el dedo, toqué el labio y si, tenía sangre. Me alarmé, ya que siempre me ha puesto nerviosa la sangre, no sé por que. Fui corriendo al baño. Me miré al espejo y esta vez si chillé al ver la sangre. No era mucha, pero igualmente ya estaba de los nervios-. Gwen, ¿Qué ocurre? ¿Te encuentras bién?- iba a morder otra vez mi labio al notar su preocupación.

-Me he hecho daño- dije rápido, quitando la sangre con un trozo de papel.

-¿Con qué? ¿Pero estás bién? ¿Es grave?- demonios Liam, deja ya de ser tan tierno. Sonreí como tonta.

-No, tranquilo, solo me he mordido y sale un poco de sangre. Pero es que la sangre me pone muy nerviosa- solté con bufido, a lo que el rió.

-Tranquilízate, ¿Si? Estoy aquí, contigo. Aunque esté lejos- ¡VALE YA, ¿NO?! Deja de ser tan tierno Liam.

-Eres un tierno, Li- le dije y rió suavemente.

-Gracias princesita. ¿Estás mejor?

-Si, ya no me duele tanto- mentira. Me dolía lo mismo de antes, pero no lo quería preocupar más. Nos quedamos dos horas hablando por teléfono. Ni yo me lo creí que estuvimos tanto tiempo, pero vaya, se pasó rápido el rato. Me contó lo poco que sabía de lo que pasaba por allí, y yo le conté unas pocas aventuras que pasé con Shirley, Bic y Katy en estos últimos días. También me contó que no salía mucho. Le pregunté por que y me dijo que porque como yo no estoy allí, y siempre salía conmigo, no quiere salir con los otros. A no ser que salgan todos juntos. Me pareció muy tierno de su parte. Pero le dije que igualmente tendría que salir más con ellos, si no se quedaría soltero y con veinte gatos. Nos reímos un buen rato por mi broma. No se lo dije con mala intención, aunque prefiero eso a que esté con alguna que otra zorra. El es mío. Solo mío.

*Narra Madison*

Acabamos nuestros cafés y nos levantamos para irnos hacia casa. Harry y Cara se ofrecieron a acompañarnos. Al parecer Cara y Charlie habían hecho buenas migas y se llevaban la mar de bién. Me alegro por él, vaya. Harry y yo íbamos detrás de ellos dos, que no paraban de reír y hablar. Y el odioso y yo tampoco nos quedábamos atrás. Íbamos empujándonos, riendo y soltando estupideces. En un momento, Harry me empujó demasiado fuerte y caí al suelo. Por mi mala suerte encima de un charco. Pegué un grito que creo que hasta Gwen lo escuchó. Me levanté a toda prisa y empecé a perseguir a Harry por la calle. Corriendo y corriendo acabamos los dos en un parque, que por suerte estaba cerca de casa. Harry se dejó caer en el pasto, boca abajo, respirando entrecortadamente. Me senté en su espalda.

-¡Eres un odioso, Harry!- le grité. No se movió.

-Me estás mojando la espalda, Madison- dijo riendo. Le pegué de broma en la cabeza, que respondió con un: Auch.

-Eres un tonto- me levanté de su espalda y me recosté a su lado, mirando el cielo. Se movió y se puso como yo-. Harry, lo siento.

-¿Por?- noté que giró la cabeza para mirarme.

-Por como te contesté el otro día, cuando te ibas. Te juro que ni me enteré si me dijiste algo o yo te dije algo. Me lo dijo Charlie después de una hora y me sentí fatal. Perdón- giré también mi cara. Harry agarró mi mano con suavidad y clavó su mirada en mis ojos.

-Ya no importa Maddy- sonrió. Adoré los hoyuelos que aparecieron. Apoyé mi cabeza en su hombro, y él su cabeza encima de la mía-. ¿Te cuento un secreto?

-Claro- sonreí.

-Yo también extraño Harrison. Odio como nos hemos distanciado, la verdad.

-Y yo también lo extraño. Todo fue culpa mía.

-Ya Mad, olvídalo. Te perdono.

-Gracias Hazza.

-Por nada.

Levanté mi cabeza, nos miramos y empezamos a reír sin razón. Cuando dejamos de reír se quedó mirando mis ojos fijamente.

-Is your heart taken? Is there somebody else on your mind? I'm so sorry, I'm so confused, just tell me, am I out of time? Is your heart breaking? How do you feel about me now? I can't believe I let you walk away. When, when I should have kissed you- cantó sonriendo todo el rato.

-¿Cómo que me dejaste ir cuando deberías haberme besado?- le pregunté riendo.

-Ya lo entenderás algún día Mad- me miró y besó mi nariz.

-Pero yo lo quiero saber ahora- me crucé de brazos. Es que tenía mucha curiosidad por saberlo.

-Que no.

-Que si. Dímelo.

-Que no.

-Dímelo.

-Que no.

-Que me lo digas.

-Que no, pesada.

-Dímelo, odioso.

-¿Si te lo digo te callarás?

-Seguramente.

-Pero es un secreto- se sonrojó.

-No te preocupes, haré silencio. Confía en mí, Hazza.

Bajó la cabeza, medio sonriente. Todavía sonrojado.

-El día que fui a tu casa, y llegó Charlie, cuando hablabas me quedaba mirando fijamente tus labios porque tenía muchas ganas de besarte. Pero lo dejé ir. Te dejé ir.

-¿De verdad?- mi sonrisa no podía ser más grande.

-Si. No puedo olvidar nuestro beso.

-¿Te digo una cosa?- me miró a los ojos-. Yo tampoco.

Besó otra vez mi nariz.

-Vayamos para casa, Cara y Charlie ya habrán llegado- se levantó y me tendió su mano, que acepté gustosa para ayudarme a levantar. Empezamos a caminar para salir de ese bonito parque. En medio de la calle, Harry se puso detrás mío, y de repente, se subió a mi espalda. Lo cogí de sus piernas para evitar que se cayese.


-¡Vamos Gnomito! ¡Rápido, rápido!- gritaba. Cuando me llamó Gnomito me puse a sonreír como una idiota. Ya extrañaba que me llamase así. Llegamos a casa en menos de diez minutos, ya que prácticamente iba trotando con Harry en mi espalda. Se bajó-. ¿Estás cansada Gnomito?

-Noooooo, que va- dije con sarcasmo, que creo que no pilló ya que sonrió como si nada. Me pegué con la mano en toda la cara y suspiré. Abrí la puerta de casa.

-¡Ya estamos aquí!- gritamos Harry y yo a la vez. Escuchamos risas en el salón, así que fuimos allí. Estaban Cara y Charlie junto a Laura, Lexi y Jenna. Me senté al lado de Charlie. Y Harry al otro lado mío.

-¿Qué tal? ¿Te ha hecho correr mucho?- me preguntó Charlie a lo que todos reímos.

-Paré en un parque. Está chica no se cansa nunca de correr- refunfuñó Harry, revolviéndome el pelo.

-Cuando quiero algo, no paro hasta que lo consigo. Y en este caso quería matarte Styles- todos reímos otra vez. Le sonó el móbil a Cara, miró la pantalla, tecleó algo y se levantó.

-Me tengo que ir, chicos- puso carita triste.

-¿Quieres que te acompañe?- sugirió Harry. Morí por dentro. Pero bueno, es su novia.

-No hace falta Hazza- le sonrió. La acompañamos hasta la puerta y se despidió de nosotros. Por sorpresa mía, se despidió de Harry solo con un beso en la mejilla. Mejor, así no me muero de los celos. Vale ya, contrólate.

-Yo también me voy- gritó Jenna subiendo las escaleras y bajandolas rápidamente, ahora con una chaqueta puesta.

-¿A dónde señorita?- le preguntó Lexi.

-Con Boo Bear, otra vez- sonrió y salió disparada por la puerta. Al rato, Lau y Lexi salieron a comprar algo de comida ya que la nevera estaba bastante vacía (ayer, Laura y Niall se dedicaron a comer todo lo que encontraron). Y solo quedamos Charlie, Harry y yo. La tarde será larga.

*Narra Jenna*

Sé que vi a Lou hace poco cuando patinábamos, pero me dijo que fuese a su casa más tarde. Y a eso voy. Llegé en unos veinte minutos, ya que paré a hablar con una directioner y fue bastante larga la conversación. Llamé al timbre y no tardó en abrirme la puerta el chico de ojos azules que había robado mi corazón. Me dio un beso rápido y me hizo pasar, tapándome los ojos con cuidado.

-Tengo una sorpresa, espero que te guste mucho bonita- me susurró. Sentí un agradable cosquilleó en el estómago. Me sentó en el sofá y dejó una caja encima de mis piernas-. Espera, no abras lo ojos- asentí, con los ojos bién cerrados. Escuché un pequeño ruidito-. Ahora si, ábrelos.

Abrí los ojos y en lo primero que me fijé fue en la gran sonrisa de Louis, de cuclillas delante mío. Y después en la caja, en lo que había en ella. Era un bonito cachorro Golden Retriever, durmiendo tranquilamente sobre una mantita azul. Era la cosa más mona que había visto en mi vida. Dejé la caja con cuidado encima del sofá y me tiré a los brazos de Louis, fuertemente. Caímos los dos al suelo, pero a ninguno de los dos nos importó.


-Es para tí, bonita. Para los dos- dijo Lou y besé fugazmente sus labios.

-Te quiero muchísimo Lou.

-Y yo a tí preciosa- volvimos a juntar nuestros labios pero este beso duró más. Nos levantamos y nos sentamos en el sofá, con el cachorrito encima de mí, todavía un poquito dormido-. Tendríamos que pensar un nombre.

-¿Qué te parece Moni? ¿Es chica, no?- pregunté revisando con cuidado. Y en efectivo, era chica.

-¿Qué tal mejor... Jen?

-¡Ése no Boo Bear!- dije y reímos. Se encendió mi bombilla de las ideas y miré a Louis con la mejor de mis sonrisas.

-Me das miedo- susurró, pero lo interrumpí.

-¿Qué tal Boo?- me miró confuso por unos instantes pero luego parece que comprendió y se me quedó mirando raro.

-¿De Boo Bear?- alzó una ceja. Asentí y él sonrió-. Me parece bonito que le pongas a un perrito tan mono mi 'nombre'- hizo comillas con los dedos.

-Perrita, es una perrita- le corregí riendo. Me sacó la lengua.

-Pues decidido, se llama Boo.

Acaricié el suave pelaje de Boo, dulcemente.

-Bienvenida a la familia, Boo- susurré. Lou giró mi cara con cuidado y besó mis labios. Provocando más cosquilleo en mi estómago.

4 comentarios:

  1. aksbjfjsrfbvjhrsbgvjhdbrghrf por dios, que capitulo tan sajbvfcsjfhvbjhfdbvjhdfbvhjbdgjhbfjhcbjjdhbfjsdhbfvjdvbjdg
    Primero Liam y su nivel de adorabilidad maxima, luego Harry cantando esa cancion y siendo tan ajshfcbsjdhbvjsfv y por último mi Boo Bear con el perrito *-*

    En serio, es genial

    ¡SIGUIENTE!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todos son tan asdfghjkl jijiji:D
      Muchiiiiiiiiiiisimas gracias!
      Besoooos♥

      Eliminar
  2. Holiis!! Me encantoo esta muuy bueno, seguii subiendo que me encANTAAAAA!!! Son taan hgdyagfgsyydsayfdygdy todoos me dan ganas d comerlos a besoos !!! <3
    Love u Aru

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hellooooooooou!:D Jeje
      Muchas graciaaaaaas!:)
      Jajajaj xD
      Besooooooooooooos♥

      Eliminar