martes, 23 de abril de 2013

Capítulo 18.

Capítulo 18. San Valentín.

*Narra Jenna*

San Valentín se presentó en Londres como un día soleado. Mejor que los últimos dos días, que no había parado de llover. Me levanté por el sonido que emitía mi móbil. Era un mensaje, de Lou.

Feliz San Valentín tontita mía. Te quiero un montón, ¿Lo sabías? En fin, esta tarde no hagas planes (y si ya los tienes, los cancelas) que el señorito Tomlinson te tiene preparado algo. ¿Aceptas?

Miedo me das, Louis. Le contesté:

Feliz San Valentín a tí también bobo. Te quiero más, ¿Lo sabías? Tampoco tenía planes, listo. Me das miedo, pero confio en tí. Si, acepto. (típico de las bodas, tú ya me entiendes)

***
 
Nadie me quiere más que tú (bueno, Boo me quiere un poco más). Pues vale lista, no soy adivino haha no tengas miedo de mí, ya sabes que mis sorpresas siempre son buenas. Oh, ¿Te casarás conmigo?

***

A mí más, chínchate. Haha! Lo se Boo bear:) No me refería a eso, bobo. Pero acepto.

***

Pues no, chínchate tú (pero te quiero muchísimo, así que no te enfades). Ya se a lo que te referías, tontita. Chachi, señorita Jenna Tomlinson.

***

Contigo es imposible enfadarse. Me gusta como suena, Tommo. Me voy a desayunar, nos vemos luego. Te quiero Boo Bear!:)

Dejé el móbil encima de mi cama, sin esperar una respuesta y bajé a desayunar con el pijama. Por raro que parezca, Lexi estaba levantada.

-Lexi, buenos días- dije dándole un beso en la mejilla. Bostezó y sonrió, contestándome lo mismo-. ¿Qué haces despierta tan temprano?

-El tonto de mi novio- sonrió sin darse cuenta-. Me ha preparado algo, y me ha llamado hace un rato. Esta tarde me pasa a recoger. A tí no te pregunto porque siempre te levantas temprano.

-Cierto- reímos-. ¿Así que a tí también te han preparado una sorpresa?

-¿Eh?- preguntó bebiendo de su vaso lleno de zumo de naranja.

-Tommo también me ha despertado, por lo mismo. Dice que es sorpresa- reí. Saqué el zumo de piña de la nevera y me serví. Lexi me miraba divertida, seguramente porque saqué el zumo de piña, y yo soy la Piña. Nos miramos y reímos. Luego ya desayunamos tranquilamente.

*Narra Liam*

No sabía que hacer. ¿Llamaba o no? ¿Esperaba un rato más? Era muy pronto y no me gustaría despertarla. Pero muero por verla. Bueno Liam, ahora o nunca. Dejé mi maleta al lado del coche que había rentado y caminé hasta la puerta de su casa. O espero que fuese esa y Lexi no se huviese equivocado al apuntarla. Llamé al timbre y esperé paciente a que mi princesita abriese la puerta. Ya que según lo que me contó, sus padres se habían ido a Canadá.

-¡Ya voooooooy!- gritó alguien dentro de la casa. Reconocí su voz, era Gwen. Parecía un poco molesta. A los cinco minutos de esperar como un tonto delante de la puerta, ésta se abrió-. ¿Liam? ¿¡Liam!? ¡Liam!- fue gritando cada vez más fuerte, y se tiró a mis brazos fuertemente. Empecé a dar vueltas con ella en mis brazos, sin poder parar de sonreir. Paré de dar vueltas, y la solté con cuidado-. No me puedo creer que estés aquí- sonrió.

-Pues créetelo- la volví a abrazar.

-¿Cuánto tiempo estarás?- me preguntó cuando nos volvimos a soltar.

-Me voy mañana por la mañana- contesté triste y ella hizo un puchero-. Pero tranquila, ¿Sabes que vamos a hacer un concierto aquí, en Manchester? El 15 y 16 de marzo y el 19 de abril.

-¿De verdad? ¡Yo quiero ir!- gritó emocionada. Me invitó a pasar y justo me fijé que llevaba un gracioso pijama de Hello Kitty, pero ella pareció olvidarse-. Espera aquí, me iré a cambiar.

La agarré del brazo antes de que se fuese.

-Ponte un bonito vestido, tengo una sorpresa para tí- le sonreí. Besó mi mejilla y desapareció por las escaleras.

*Narra Gwen*

Busqué como loca el vestido que compré hace poco. Toda la ropa del armario acabó por el suelo, la cama y debajo de ésta. Al fin lo encontré, en la parte más alta del armario (que ni loca llegaba). Empecé a saltar como una tonta para intentar cogerlo, pero solo conseguí darme un golpe en el codo y caerme al suelo. Suerte que estaba lleno de ropa, que si no me habría pegado la ostia del siglo. Escuché a Liam que subía las escaleras con paso rápido. Abrí un poco la puerta de mi habitación y enseguida entró. Miró todo el desorden con los ojos como platos. Me sonrojé, completamente.

-¿Me coges ese vestido?- le señalé el vestido, en lo alto del armario. Sin ni siquiera ponerse de puntillas lo cogió, después me lo entregó-. Gracias.

-De nada- nos sonreímos. Se quedó allí unos segundos, mirándome sin parar de sonreir. ¿Se lo digo?

-Em... ¿Liam?

-¿Si?

-Me tengo que cambiar- señalé el vestido que estaba en mis manos. Se sonrojó y pidiendo disculpas se marchó cerrando la puerta suavemente. Reí por dentro. Me saqué el pijama y lo tiré encima de la cama. Me puse el vestido con cuidado para no arrugarlo. Ahora faltaban los dichosos zapatos. Encontré en el armario unos de un color parecido al del vestido, por suerte a una altura a la que llegaba. Me los puse y me fui a peinar. Me dejé el pelo completamente suelto. Luego me maquillé ligeramente, no solía maquillarme mucho. Busqué la americana marrón que hace un rato había tirado por la cama y me la puse. Lista. Bajé con cuidado las escaleras para no matarme y me encontré a Liam parado debajo de éstas, mirándome tiernamente. Quedé en un escalón más alta que él. Y no se por que, pero me dieron ganas de besarle. Pero no, Gwen, no puedes. ¿Por que no? Porque no ha venido hasta aquí para que solo lo beses. ¿Y quién dice que no? Jo, odio cuando hablo sola y tengo esas batallitas en mi interior.

-Estás preciosa princesita- cogió mi cintura y me bajó del escalón. Besó mi nariz.

-Gracias- sonreí y lo abracé. Lo había extrañado demasiado-. ¿Qué sorpresa tienes para mí?

-Una sorpresa- dijo divertido y reí irónica. ¿De verdad? No me digas.

-Que tonto eres- le pegué de broma en el brazo.

-Bueno va, refunfuñona- pasó un brazo por mis hombros-. ¿Nos vamos?

-Cuando quieras- nos sonreímos. Cogí el móbil y las llaves de casa, y antes de ir con Liam a la que se suponía que era su sorpresa, fui a casa de Shirley y le avisé a su madre de que estaría fuera casi todo el día (eso es lo que me dijo Liam). Saludé a Shirley y a Bic rápidamente.

-Pásatelo bién Gwen- me sonrió Shirley dulcemente.

-Diviértete- les di un beso en la mejilla a cada una y fui hasta el coche que Liam había rentado. Él ya me esperaba dentro, así que entré y me senté en el asiento del copiloto.

*Narra Laura*

-Jo Nialler, ya sabes que no me gusta que me metan prisa- dije entrando rápido a su casa. Me llamó hace una hora y me pidió urgente que estuviese aquí enseguida. Tenía una idea en la cabeza de para qué, pero igualmente me dijo que me pusiera algo bonito. Así que vine en unos tejanos negros ajustados, una camisa rosa clarita y unos tacones del mismo color que la camisa. También me puse una diadema de flores, me hizo gracia ponérmela.


-Oh... Estás preciosa, princesa- me cogió de la cintura y me regaló un beso en la frente. Me sonrojé con ese gesto que para mí significó mucho. Me entregó una rosa roja, preciosa.

-Gracias- acepté la rosa y aprobeché para mirarlo bién, llevaba una camisa medio desabrochada, unos tejanos oscuros y unas Vans negras-. Tú no te quedas atrás.

-Es lo primero que he cogido- dijo para quitarle importancia. A lo que reí tiernamente.

-¿Cúal es la sorpresa Horan?- pregunté levantando levemente un ceja. Me miró sorprendido.

-¿Cómo sabes que tengo una sorpresa?

-Louis tiene una sorpresa para Jenna, Zayn para Lexi, y Harry para Maddy. Y como Harry no sabe cerrar la bocota le dijo a Maddy que me tenías una sorpresa, y ella me lo ha dicho.

-Mataré al ricitos- murmuró con el ceño fruncido-. Bueno, ven- me cogió la mano, sonriente. Me llevó a la cocina, donde había una mesa puesta para dos, con todo de flores y velas, muy bonito.

-¿Lo has hecho tú?- pregunté sorprendida.

-No te mentiré, me ha ayudado Louis- dijo y reí-. Más bién, casi todo lo ha hecho él. Yo solo he probado la comida para ver si estaba envenenada o algo.

-¿Y lo estaba?- apartó mi silla y me senté-. Gracias.

-De nada- nos sonreimos-. Por suerte no- se sentó-, ya sabes como es Louis y de lo que es capaz.

-Mejor no fiarse- dijimos a la vez, nos miramos y enseguida reímos. La comida transcurrió divertida, entre bromas y muchas risas. Después vimos una peli los dos abrazados en el sofá y nos quedamos dormidos allí mismo. Pero antes de caer en un profundo sueño, escuché a Nialler decirme:

-Gracias por hacerme tan feliz, princesa- y se acurrucó a mi lado, con un brazo en mi cintura.

*Narra Lexi*

-Como me obliges a subirme a ese trasto otra vez, te las verás conmigo- lo amenacé cuando pasamos por debajo del London Eye. Por suerte no paramos y seguimos caminando, así que suspiré de alivio. Se rió de mi cara y le pegué con el puño de la mano que tenía libre en el hombro (íbamos agarrados de las manos, entrelazando nuestros dedos).

-Oye, que agresiva- hizo puchero con los labios mientras se sobaba el hombro con su mano libre.

-Te lo mereces por despertarme tan temprano. ¿No te he dicho alguna vez que me gusta, más bién dicho, me encanta y necesito dormir mucho?

-¿Y yo no te he dicho alguna vez que me gusta, más bién dicho, me encanta molestarte?- respondió con una sonrisa pícara. Solté su mano y me crucé de brazos, sin dejar de caminar. Obviamente me enfadé de broma, a mi también me gusta molestarle.

-¿Lexi?- me agarró de la cintura y con un movimiento brusco quité sus manos de ella-. Por favor cariño, era una broma.

Moría de amor cuando me llamaba cariño, y en este mismo instante estaba que explotaba de la risa por lo preocupado, confuso y triste que sonaba.

-Por favor, no te enfades cielo- lo miré de reojo y hacía puchero con los labios. Las ganas de reir disminuyeron un diez por ciento. Pero aún estaban-. Háblame, venga- otra vez lo miré de reojo y sin querer sonreí. Creo que no lo notó-. O me dices algo o te obligo a subir al London Eye otra vez.

Me paré de golpe y lo miré fijamente a los ojos. A sus preciosos ojos.

-No serás capaz- dije y al momento, Zayn esbozó una gran sonrisa y me abrazó fuertemente. Riendo, le correspondí al abrazo.

-Pensé que nunca más me hablarías- sonreí cuando lo dijo-. Lo siento por decirte eso, pero me pareció la única manera de que me hablaras. ¿Me perdonas?

-No estaba enfadada bobo- toqué la punta de su nariz-, me gusta molestarte.

-Por hoy te lo dejaré pasar. Pero eh, si algún día te despiertas con un bigote pintado en la cara no quiero saber nada- se encogió de hombros.

-Que malo eres, Malik- besé su mejilla rápidamente.

-Vamos Greenwood, tu sorpresa te espera- cogió otra vez mi mano y con paso rápido llegamos a un parque que no había visto nunca. Pero aún así era muy bonito. Pasamos por entremedio de unos arbustos-. ¡Tachán!

Había una manta de picnic, más bién dicho la misma manta de picnic del día en que me pidió ser su novia (o más bién dicho, yo me proclamé su novia primero). También había una cesta de picnic, con fruta, dulces, bocadillos y refrescos. Miré a Zayn dulcemente y me acerqué a besarlo. Cosa que me recibió con mucho gusto.

-Muchas gracias chico malo- me abrazó a él-. Te quiero.

-De nada chica mala- besó mi frente-. Feliz San Valentín.

*Narra Jenna*

Louis pasó a recogerme después de comer. Y mira que se veía bién con esa camiseta básica y la chaqueta vaquera. Pero bueno, ese no es el caso. Me tapó los ojos con una venda negra y me metió en el coche con cuidado. Después de una media hora noté como el motor del coche paraba y Louis abría la puerta del piloto. Unos segundos más tarde abría la puerta del copiloto y me ayudaba a bajar.

-No te saques la venda- dijo rápidamente al notar que subía las manos.

-Por favor- supliqué-. No veo nada.

-Ésa es la idea, cariño- besó mi mejilla, tomó mi mano y a regañadientes lo seguí. Nos paramos a los cinco minutos de caminar. Louis se puso detrás mío y quitó la venda con cuidado, dejándola caer al suelo. Me abrazó por la cintura desde atrás y puso su cabeza en mi hombro.

-¿El Támesis?- pregunté extrañada al ver ese río delante de mis ojos.

-Exacto, daremos un paseo por el Támesis, ¿Te parece?

-¿Nadando?- pregunté de broma.

-Claro que no, tontita. Vamos a navegar- señaló un pequeño barco turístico. Emocionada empecé a dar saltitos mientras daba palmas con las manos. Me giré para quedar de cara con Lou y lo abracé como nunca antes.

-Te quiero Boo Bear- le dije cerrando mis ojos.

-Te amo- susurró. Abrí los ojos de golpe, pero no me separé de él. ¿Me ama? ¿Louis Tomlinson me ama? Me quedé unos segundos callada, recordando a cada momento esas dos palabras. Hace días pensaba en éso. Creo que lo amo, pero no estoy preparada para decírselo todavía-. No hace falta que me contestes a la fuerza, entiendo que seguramente fue muy rápido, pero juro que siento ésto. Ya no podía aguantarlo más, Jenna, te lo tenía que decir.

Lo abracé más de lo que pude, cerré mis ojos y besé su mejilla. Es el chico más perfecto que jamás he conocido.

*Narra Madison*

Estúpidas películas románticas. ¿Acaso no hay una buena peli de acción para verla después de comer en la televisión con un enorme cuenco de palomitas? La respuesta seguro es no, hoy es San Valentín, el estúpido día de los enamorados. Y no me quejo, que yo estoy enamorada (de Harry, obviamente). Pero no entiendo por que tanta cursilería. Solo es un día más en el año. Dejé el cuenco en el sofá y me levanté con pereza, ya que alguien llamó a la puerta. No esperaba visitas, al menos, que yo recordase.

-¿Harry?- pregunté al abrir la puerta y ver al guapo del ricitos. Notó mi enorme sonrisa y también sonrió.

-¿Cómo estás?- besó mi mejilla suavemente, y reí.

-No hay nadie, no hace falta que actues- le dije sin parar de reír. Cuando acepté ser su novia estuvimos hablando y decidimos no contarles a los chicos, y al menos disimular delante de ellos. ¿La razón? Supongo que... La vergüenza. O no tener ganas de que nos molesten. Ni nosotros sabemos por que decidimos éso, pero lo hicimos.

-Es bueno saberlo- dijo y acortó la poca distancia que quedó entre nosotros, para juntar sus labios con los míos. Aún no me acostumbraba a ellos, pero me sentía de lo más cómoda cuando me besaba.

-¿Quieres pasar?- le pregunté entre sus brazos, después de un largo y dulce beso. Negó, con el ceño fruncido.

-Te dije que tenía una sorpresa.

-Si tiene que ver con San Valentín, paso- reí y Hazza me miró sorprendido.

-¿De verdad?- asentí-. Me acabas de quitar un peso de encima- suspiró divertido-. En realidad me daba mucho palo, pero estuve pensando y como todos tenían sorpresas para sus chicas, como ya te conté, pues me uní.

-¿Y cuál era la sorpresa?

-No es muy especial, pero sería dar un paseo por el parque mientras devoramos un helado triple de chocolate.

-Contigo cualquier cosa es especial Hazza- le sonreí con sinceridad y volvió a probar mis labios, con una risita suave.

-¿Qué hacías?- me preguntó después de dejarle entrar.

-Ver la tele y mirar si hacían una peli, pero todas son románticas- hice una mueca.

-¿No te gustan?- negé con la cabeza-. ¿Por que no te encontré antes?- parece que se lo preguntó a si mismo. Lo abracé suavemente por la cintura y lo achuché fuertemente. Puso su cabeza en mi cuello y me dio un pequeño beso, que me dio risa. Nos sentamos en el sofá, cambiando de canal todo el rato. Mientras íbamos comiendo las palomitas y en menos de diez minutos se nos acabaron. Así que nos cansamos de la tele y me recosté con la cabeza en sus piernas mientras él jugaba con mi pelo.

-Me gusta tu pelo Gnomito- dijo de la nada, haciendo que sonriese inconscientemente.

-Gracias, a mi el tuyo. Es muy tocable- reí por lo que dije. Se lo escuché a una chica que se lo decía a su amiga, y accidentalmente lo escuché.

-Y tus labios besables- me acarició la mejilla dulcemente, mirándome fijamente-. I find your lips, so kissable. And your kiss, unmissable- empezó a cantar y lo callé con un beso. ¿Por que siempre encuentra una canción acorde con la situación? Es perfecto.



*Narra Gwen*

-¿Qué es ésto?- le pregunté cuando nos detuvimos frente a un pequeño y rústico restaurante.

-Un restaurante, ¿Nunca has estado en uno?- dijo divertido.

-¿Me tomas el pelo?- pregunté un poco molesta por sus estúpidas (pero divertidas) respuestas. Nos miramos y reimos tontamente.

-Es un poco pronto para comer, así que he pensado que podríamos dar una vuelta, ¿Quieres?- me ofreció sonriendo tiernamente. Como decirle que no a esa sonrisa.

-Venga va, me parece que hay un parque por aquí cerca- nos bajamos del coche y efectivamente, a unos treinta metros había un parque bastante bonito y tranquilo. Pero se volvió un infierno cuando vimos a Jennette caminando hacia el banco donde estábamos sentados.

-Vaya, buenos días Gwen- fingió una sonrisa amable. Miró a Liam y se lamió los labios.

-Hola Jennette- dije fastidiada. Lo único que me faltaba era encontrarme con ella.

-¿Esa es la Jennette de la que me hablaste?- me susurró Liam en mi oreja. Asentí y escuché a Liam suspirar.

-Mm... ¿Eres Liam Payne, cierto?- le preguntó con una sonrisa pícara.

-El mismo, ¿Qué se te ofrece?- sonrió levemente, supongo que para ser un poco amable con ella, aunque no se lo merecía.

-Bueno, solo venía a aconsejarte- se acercó peligrosamente a él-. Será mejor que no te juntes con perdedoras como ésta- me señaló y le enseñé el dedo corazón, cosa que ignoró-, se te irá todo lo bueno que tienes- lo miró de arriba a abajo con una mirada juguetona-, y hay mucho- susurró mordiéndose el labio.

No aguanté y una gran carcajada salió de mi garganta. ¿Así es como las tontas como ella intentan seducir o lo que sea que hacía a un chico? Liam me miró divertido, intentando aguantar la risa. Jennette parecía querer matarme en aquel mismo momento.

-Lo siento Jennette- dijo Liam mirando a la tonta-. No cambiaría a Gwen por nada en el mundo. Ella es mi princesita, y la prefiero tal y como es.

-Tú te lo pierdes- dijo Jennette señalándose a si misma.

-Prefiero perdérmelo a perderla a ella- pasó uno de sus brazos por mis hombros y me acercó a él para besarme la mejilla. Jennette se marchó no muy contenta. Seguro que ahora mismo me odia más que antes.

-Eres el mejor Liam- dejé caer mi cabeza en su hombro.

-Todo por tí- dijo y besó mi cabeza.

*Narra Lexi*

Nos recostamos en la manta de picnic después de comernos un bocadillo cada uno. Zayn tiró de mí para estar más cerca de él, y puse mi cabeza en su pecho. Cerré los ojos mientras escuchaba su corazón latir con suavidad. Noté como una mano empezaba a acariciar mi pelo y sonreí ante aquello. Después de un rato, dejé de sentir el movimiento de la mano, así que levanté mi cabeza levemente para ver a mi precioso novio dormido plácidamente. Reí con dulzura a ver su carita inocente y tierna. Volví a la posición de antes, con los ojos cerrados. Y al poco tiempo, el sueño me venció.

Desperté al sentir como Zayn se movía lentamente, supongo que para levantarse. Abrí mis ojos con pereza. Miré a Zayn quien estaba bastante concentrado en intentar salir sin despertarme, cosa que ya lo estaba. Reí de su cara de concentrado y fijó su mirada en mí.

-¿Te he despertado?- dijo tomándome del mentón.

-No- sonreí y luego lo besé. En realidad si me había despertado, pero preferí decirle que no.

-Mentirosa- dijo riendo al separarse de mí. Le saqué la lengua. ¿Cómo lo ha sabido? Da igual-. ¿Damos una vuelta?

-¿Y quien recoge todo esto?

-Alguien lo hará, pero te aseguro que yo no- se levantó y me tendió su mano para levantarme también. Salimos de detrás de los arbutos y nos pusimos a caminar por el bonito parque.

-¿Lexi?- escuché una voz conocida detrás de nosotros y murmuré unos cuantos insultos. ¿Qué demonios hacía él aquí? Me giré para ver su estúpida sonrisa fingida. No le quitaba los ojos a Zayn, y éste, lo miraba con asco. Como el que sentía en estos momentos.

-Hola Flinn- apreté la mano de Zayn y este me devolvió el apretón, con suavidad.

-¿Qué hay? ¿Qué haces por aquí?

-Vine a pasar un agradable día de San Valentín con mi novio- sin querer acentué la palabra 'novio', a lo que Zayn rió por lo bajo.

-Oh, que casualidad, yo también vine con mi novia. Es rubia, alta, de ojos azules, modelo y con un cuerpo realmente admirable- ¿Me parece a mí o intenta darme celos? Porque no lo está consiguiendo.

-¡Flinn!- gritó una chica y nos giramos a verla. Era más o menos de mi estatura, morena, de ojos verdes y seguramente tonta a más no poder. Flinn se puso nervioso de golpe. La morena se acercó a él y le dio un salvaje beso en los labios-. ¿Cómo está el novio más guapo del mundo?

-¿Novio? ¿Pero no me acabas de decir que tu novia era rubia, alta y de ojos azules?- levanté una ceja incrédula. ¿Quién es el idiota que tiene dos novias a la vez? Quién no, Flinn. Zayn se empezó a carcajear, y me uní a él. La morena le pegó una fuerte bofetada al idiota y se fue gritando insultos a todo el mundo. Me encogí de hombros cuando Flinn me miró, sobándose la mejilla, y con Zayn nos alejamos de ahí-. No me puedo creer que salí con un idiota como él.

-¿Por que saliste con él, si dices que es un idiota?- Zayn pasó un brazo por mis hombros.

-Porque al principio se portaba genial conmigo, pero después ya me demostró que era lo que es. Un completo y estúpido idiota- dije con una mueca en el rostro.

-No importa, ahora estás conmigo cariño- tiró de mí y me dio un largo beso en los labios, que recibí con una tonta sonrisilla.

*Narra Jenna*

-A ver Louis, tonto, el señor dijo que no nos acercaramos mucho a ese lado del barco porque es el sitio donde uno se puede mojar más- le expliqué cuando lo vi irse al sitio donde el guía nos explicó que no fuéramos. Se giró con una sonrisa inocente.

-Hace rato que estaba mirando hacia aquí y no caía agua.

-¿Eso es lo que hacías mientras te estaba hablando?- dije refunfuñando.

-¿Me estabas hablando?- exclamó sorprendido.

-Pues claro, tonto. ¿A quién crees que le hablaba? ¿Al abuelito de enfrente?- lo señalé con disimulo. Louis se encogió de hombros y volvió la vista al río. Vaya, ahora un río es más interesante que yo. De repente, una lancha pasó rapidísimo por delante de Lou y lo mojó de la cabeza a los pies. Una fuertísima carcajada salió de mi garganta. El guía corrió a buscar una toalla para Lou y después de darle una buena regañina, nos dejó solos. Abracé a Lou que estaba sentado a mi lado y temblaba de frío.

-Lo siento Jenna- me susurró y lo abracé más a mí.

-No pasa nada Boo Bear, si aún así te quiero- besé su fría mejilla.

*Narra Madison*

-Venga Hazza, deja de hacer el tonto- cuando le dije eso se puso a hacer el cangrejo. Mis carcajadas augmentaron.


-Si en el fondo te gusta que haga el tonto- sonrió juguetón-. Y encima te ries.

-Porque me da risa- me encogí de hombros.

-Me aburro Mad- se sentó a mi lado, con las manos detrás de su nuca. Lo abracé por la cintura y puse la cabeza en su pecho, que subía y bajaba tranquilamente. Quitó sus manos de su nuca para abrazarme también.

-Te quiero Hazza- dije contra su pecho.

-Y yo a tí Maddy- besó mi cabeza. Nos quedamos viendo un documental sobre naturaleza que después de todo, era mejor que las películas que ponían; y sin darnos cuenta, nos quedamos dormidos tal y como estábamos.

*Narra Gwen*

Terminamos de comer y nos fuimos a dar una vuelta. No se cuanto tiempo pasó que al girar una esquina nos encontramos con el amor platónico de Shirley, Brad. Solo hemos intercanviado palabras un par de veces, pero nos llevamos bastante bién. Y las veces que hemos hablado casi nos hemos contado nuestras vidas enteras. Nos saludamos con un abrazo y un beso en la mejilla.

-Hola Gwen, hace días que no te veía- dijo con una risilla.

-Me viste el sábado, bobo- contesté divertida. Liam estaba serio, sin decir nada y con la mirada en el suelo-. Te presento a Liam. Liam, él es Brad, un amigo.

-¿Él es el famoso Liam?- preguntó con una sonrisa pícara.

-Cállate tonto- le pegué en el brazo de broma, y él y Liam se pusieron a reír. Que vergüenza, por favor.

-Bueno, me voy ya, Jennette me espera- hizo una mueca de desagrado.

-¿Para lo que hablamos?

-Para lo que hablamos- afirmó-. Un placer, Liam- estrecharon manos-. Nos vemos, Gwen. Ya te contaré- nos dimos un abrazo y desapareció en su tabla de skate.

-¿Con que el famoso Liam, eh?- me preguntó pasando un brazo por mis hombros. Me sonrojé a más no poder. Mataría a Brad.

-Le hablé de tí- me encogí de hombros.

-¿Mucho?

-Quizás más de lo necesario- reímos.

Después de caminar un rato, nos dirigimos a casa y le enseñé a Liam la habitación en la que se quedaría a dormir. Le insistí mucho en que se quedara, así que no le quedó más remedio que aceptar. Le di un tour por la casa como él hizo cuando me quedé con él en Wolverhampton. Acabamos y nos fuimos a jugar a la play mientras cenábamos una rica pizza. No era una manera muy romántica para acabar el día de San Valentín (si, me di cuenta que vino por éso), pero estar con él era lo único que quería. Y lo había conseguido.


Hellou bonitas♥ Aquí tenéis el capítulo 18 (me parece que ha salido un pocito largo, idk) (idk= I don't know jejeje). He subido cap porque hoy, 23 de abril, es Sant Jordi! El día del libro y la rosa. Y me pareció un buen día para subir jeje:P Pue' eso, espero que os guste! Besoooos♥
P.D. Éste es Brad:
 
 

4 comentarios:

  1. jcvhdxrfegxghvbhygtrxcrezxrecfhtgfvtrdcreszeasrecyghcvtrcredxewszersxtrgjcytctrxrfeszxrexfgcvghvghfreszretyguhikjuygtfdresdtfygihujouhygtfrdews434erdygthiujhygtfrdesw4trfyguhijmiuhygtfrdesw3dftrgyuhji

    Ayyyyyyyyyyy que monos todos por dios en San Valentin *-*

    Me encanta ¡SIGUIENTE! <3

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  2. veruuuuu por favor sabes el nombre del chico que hace de brad?? esque es perfecto para un personaje y me gustaria buscar mas imagenes suyas jejejej

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    1. lo siento mucho pero la verdad es que no tengo ni idea :(( creo que encontré la foto por tumblr!

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