*Narra Louis*
Me encontraba en una playa desertica. Solo estaba yo. La arena era blanca como el azucar y el agua cristalina. Habían algunas palmeras detrás mío moviéndose por la suave brisa tropical. De repente, de la nada, apareció un elefante con un tutú rosa paseando a una cebra morada. El elefante me saludó con un 'hola' muy alegre y desaparecio entre las palmeras. Otra vez, estaba solo. Cerré mis ojos y los volví a abrir cuando escuché música. Delante mío estaban Jenna, Lexi, Maddy, Gwen y Laura con los chicos, vestidos con faldas de paja y las chicas con camisetas de tirantes, además de la falda. Bailaban frente mío de una manera muy rara. Jenna se colocó a mi lado y daba vueltas sin parar de mirarme. Maddy y Harry rodaban por el suelo enfrentados en un pequeño duelo, en forma de baile. Niall y Laura también daban vueltas. Lexi y Zayn intentaban hacer piruetas pero todas las veces Lexi acababa en el suelo y Zayn encima de ella. ¿No pueden esperar a estar en la cama? Gwen y Liam movían las manos como mariposas y daban pequeños saltitos. Jenna chasqueó los dedos y todos ellos desaparecieron, dejandonos a ella y a mí solos. Me tendió la mano y la cogí, me ayudó a levantarme para después caminar hasta donde llegaban las olas. Me tumbo suavemente en la arena, colocándose ella encima de mí. Me dio un picante beso en los labios. Se separó lo suficiente y fue subiéndose la camiseta poco a poco...
Abrí de golpe los ojos al escuchar la melodía de mi móbil. ¿Quién me había despertado de ese delicioso sueño? Ni miré quién me llamo y descolgué medio dormido todavía. Juraría que no eran ni las nueve de la mañana.
-¿Si?
-¡¡Felicidadeeeeeeeees!!- gritó la preciosa voz de mi novia. Sonreí a más no poder al solo escucharla, la extrañaba y no habíamos pasado ni un día entero separados.
-Muchísimas gracias, cielo- me levanté de la cama y me dirigí a la ventana. Todavía no acababa de salir el sol por completo.
-De nada cariño. Y aunque ahora tengas veintiún años, ¿Seguirás siendo mi Peter Pan, no?
-Por supuesto- reí-. Oye, ¿Qué hora es?
-La siete de la mañana- contestó como si nada.
-Madre mía Jenna, me vuelvo a dormir- me metí de nuevo a la cama.
-Anda Lou, no me cuelges. Que me apetece hablar contigo- refunfuñó.
-Venga Jenna, que quiero dormir- supliqué. Escuché como suspiró molesta.
-Si me cuelgas no te hablo en una semana- amenazó. Sonreí, no nos veríamos en una semana y poco más, así que no hay problema.
-Adiós Jenna, te quiero- le mandé cuatro besos y colgé. Volví a acomodarme en mi cama, después de poner el móbil en silencio. Cerré los ojos e intenté volver al sueño de antes. Pero no, no puedo pensar en esas cosas. ¡Es Jenna! Y es... Es... Pues Jenna. Mi dulce Jenna.
*Narra Lexi*
Me desperté por culpa del gritito de Jenna. Ésa era la mala suerte de tener la habitación al lado de la suya. Golpeé la pared con la poca fuerza que tenía y me levanté arrastrando los pies. Fui al armario y elegí un jersey con estrellas estampadas, unos tejanos negros y unas Vans rojas con los cordones negros. Me peiné con las manos y salí al pasillo a la vez que Laura salía de su habitación. Me miró, sonriendo cansada. Llevaba unas ojeras increibles.
-Lau, ¿Y esas ojeras?- pregunté riendo. Se unió a mis risas.
-Me pasé más de dos horas hablando con Niall por el Skype, y hoy que quería dormir mucho, me despierto por el grito de Jenna.
-¿Y a Niall le ha gustado tu pijama de Bob Esponja?- reí con ella.
-Dice que se comprará uno igual, pero para chico. Le ha encantado.
Las dos juntas bajamos a preparar el desayuno, y en la cocina nos encontramos a Maddy con una taza de té y las mismas ojeras de Laura. Se miraron y se rieron a carcajadas al verse de la misma forma.
-¿Qué te ha pasado, Maddy?- le pregunté sentándome a su lado. Apretó los puños.
-El estúpido de Harry me ha llamado durante quinze veces esta noche porque no podía dormir. ¿Y sabéis por que no podía dormir? Porque todavía no le había perdonado por hacer que hiciese el ridículo delante de mucha gente.
-Aw, que mono- suspiró Laura burlona. Madison le sacó la lengua.
-Si se muere por tí, Maddy. Que bonito- reí.
-¿A tí que te ha pasado, catalana?- le preguntó a Laura. Laura nació en Barcelona y a los seis años vino a vivir a Londres, donde nació su madre. Ahora sus padres viven otra vez en Barcelona y Lau se quedó aquí, con nosotras.
-Me quede más de dos horas hablando con Niall por el Skype.
-Acaramelados- refunfuñó divertida.
-¿Celosa?- le pregunté bromeando. Me revolvió el pelo con las manos. Vimos a Jenna como entraba en la cocina con cara molesta y las tres la fulminamos con la mirada. No nos hizo caso y se sento a mi lado. Muy extraño en ella.
-Piña, ¿Estás bién?- le preguntó Maddy. Nos miró e hizo un puchero.
-No, no lo estoy- se tiró a mis brazos y la recibí gustosa. Laura le preguntó que le pasaba-. Que Louis es tonto.
-Ya lo sabemos- interrumpí sonriendo, pero me ignoró. Vaya, si que debe de estar mal.
-Me molesto en despertarme temprano para felicitarle- volví a interrumpirla.
-Y de paso despertarnos a nosotras.
-Lexi cállate y déjala que lo explique- me regañó Maddy.
-Gracias- susurró Jenna y continuó-. Pues le he llamado, le he felicitado y cuando le he dicho la hora que era me ha dicho que volvía a la cama. Le he dicho que si me colgaba no le hablaría en una semana y me ha colgado. Y esta tarde no le voy a dirijir la palabra, así de claro. Pero aaaaaaaaai, es que, no se... No se si voy a poder aguantar sin hablarle.
-Pero Jenna, él no sabe lo de esta tarde. No es su culpa de que quiera dormir.
-Lo se Maddy, pero... Mira, da igual. Al menos podía haber sido un poco más delicado y no decirme: Adiós Jenna, te quiero. Y colgarme. Así que la decisión está tomada. No, no le hablaré. Y tendrá que rogar mucho, si.
-Ui, que chica más mala- ironizé. Laura y Maddy se rieron por lo bajini.
-Por cierto, ¿Hacía falta gritar a estas horas de la mañana?- preguntó Laura molesta.
-Laura, por favor, estoy en medio de una crisis amorosa, no me vengas con tonterías- se levantó y se marchó, y antes de que Laura fuera a replicarle cualquier cosa la detuvimos.
-Déjala, ya se le pasará la tontería- le dijo Maddy.
*Narra Gwen*
Escuché como la puerta de mi habitación se abría lentamente, intentando que no me despertara. Aunque ya lo estaba. Me hice la dormida, pero tenía un ojo medio abierto para mirar quién entraba. Primero vi a la preciosa de Brit entrar con precaución, mirando atrás. Y después vi como entraba Liam, todavía en pijama. Me sonrojé al verle, no se por que. Pero se veía tan extremadamente guapo. Ai madre, Gwen, contrólate. Me mordí el labio. Se acercó hasta el borde de la cama y Brit subió las patas delanteras, para mirar mejor. Se sentó, mirándome. Sonrió dulcemente e hizo una palmada sobre el colchón para que Brit subiese. Empezó a acariciarla, sin dejar ni un solo instante de mirarme.
-¿No encuentras que está muy tierna dormida, Brit?- le dijo en susurros. Sonreí por dentro. ¡Él si era tierno!-. A mí me parece que si. Tiene carita de ángel. Bueno, ella es mi ángel. No la conozco desde hace demasiado tiempo, pero creo que ya es muy importante para mí. No lo se, es extraño. Es una sensación agradable. ¿Crees que yo también le gusto?
El color subió hasta mis mejillas con rapidez. Para disimular, hice un movimiento y me tapé con la manta hasta arriba, intentando parecer dormida. Ése '¿Crees que yo también le gusto?', ¿Era cierto? ¿Le gusto? Y que yo soy su ángel; morí de ternura. Otra vez mordí mi labio, me hice daño, pero cerré fuertemente los ojos para evitar gritar. Noté como Brit estaba a mi lado, mirándome juguetona. Le sonreí, pero no hice nada. Se acercó más y me lamió toda la cara. Al final acabé quitándomela de encima. Saqué la manta que cubría mi cabeza y miré a Liam, dulcemente.
-Buenos días, Li. ¿Qué haces aquí?- le pregunté. Sonrió nervioso.
-Eh, vine a acompañar a Brit. Q-quería entrar a verte y le abrí la puerta- se rascó la nuca.
-Oh- dije. Acaricié la cabezita de Brit-. ¿Qué hora es?
-Las diez y media. Se que me dijiste que querías dormir, pero me aburría.
-¿No era Brit la que quería venir a verme?- pregunté, aguantando una risita.
-Eh... Yo, q-quería decir... ¡Te espero abajo!- rápidamente salió de mi habitación y Brit le siguió. Sonreí y me fui a bañar. Terminé y me vestí con una sudadera, unos tejanos grises y unas zapatillas azul oscuro. Bajé y en la cocina estaba Liam, preparando chocolate caliente. Le di un beso en su mejilla, que contestó con otro en la mía. Me dio una taza de chocolate caliente y se sentó a mi lado.
-¿Dónde estan tus padres?- le pregunté.
-Han ido a comer fuera. Y mis hermanas han salido con unos amigos.
-Mm... Está muy rico- comenté después de probar el humeante chocolate. Me miró y riendo señaló encima de mi labio. Cogió una servilleta y me quitó un poco de chocolate. Nos miramos por largo tiempo a los ojos. Sin pensar fui acercándome lentamente a él, sin apartar la vista. Cerramos los ojos prácticamente a la vez y mágicamente mis labios quedaron junto a los de Liam. Después de unos segundos, nos separamos. Me di cuenta de lo que acababa de pasar, había besado a Liam. Y él había correspondido mi beso. Me sonrojé y más nerviosa que nunca, fui a mi cuarto corriendo. Cogí mi móbil y una chaqueta, volví a bajar las escaleras corriendo y al pasar por la cocina, Liam seguía igual que antes, totalmente desconcertado y quieto.
-Voy a salir, luego vuelvo- grité mientras abría la puerta y salía a toda prisa. Estuve caminando un rato sin alejarme mucho. Encontré un banco y me senté. Saqué mi móbil para llamar a las chicas.
-¡Hola Gwen!- escuché la voz de Maddy. Sonreí, acomodando un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Hola Maddy, ¿Estan las chicas? Quiero hablar con vosotras- dije nerviosa. Noté una risita de su parte.
-Estan conmigo, ahora pongo el altavoz- sonó un ruidito-. Ya está.
-Hola Coco- dijo Jenna con voz apagada.
-¿Qué pasa, bonita?- le pregunté.
-Nada cariño, Louis- suspiró.
-Luego me cuentas, Piña- reí.
-Oye, ¿Qué querías decirnos?- interrumpió Laura. Tragué saliva y me acomodé un mechón de pelo.
-¿Recordáis que os dije, que cuando tuviese mi primer beso, os lo diría?
-Si- contestó Lexi. Sonreí cuando recordé el beso.
-Fue hace nada, con Liam.
Escuché como mis locas amigas empezaban a gritar de emoción, y yo me escondía detrás de mi pelo por la vergüenza.
-Gweeeeeeeen, ¿De verdad?- gritó Jenna, ahora más animada. Sonreí.
-Si, ni yo misma me lo creo. A sido; mágico- reí. No sabía como expresarme. Bueno, si, pero no tenía palabras exactas para describirlo. Aix, ni yo misma me entiendo.
-¿Y luego qué ha pasado?- preguntó Maddy, ahora calmada después de los gritos que había dado.
-Me he puesto nerviosa y me he ido- suspiré.
-¿Y Liam?- ahora la que preguntó fue Lexi.
-Bueno, creo que se ha quedado un poco desconcertado porque ni se ha movido.
-¿Quién a dado el primer paso?- preguntó Laura.
-Yo- me sonrojé.
Otra vez empezaron a gritar emocionadas.
-Que mona- comentó Jenna.
-Gracias... Supongo. Pero ahora no se como le miraré a la cara- Lexi me interrumpió.
-Pues con los ojos, Coco listo.
-¡Lexi cállate!- le gritaron Maddy, Laura y Jenna a la vez.
-No importa chicas- reí.
-Yo de ti volvería a casa y intentaría a toda costa evitar el tema.
-No lo se, Laura. Liam me gusta de verdad, ¿Y si le hago daño?
-Gwen, de momento intenta evitar el tema. Que te conocemos y sabemos que la cagarás si dices algo, entonces, si le harás daño.
-Vaya, Maddy, muchas gracias- dije irónica. Vaya amigas más optimistas.
-No hagas caso a estas tres idiotas. Yo confio en tí, Gwen. Haz lo que te diga el corazón- al menos con las palabras de Jenna sonreí agradecida.
-Bueno chicas, nos vemos esta noche- les lancé cuatro besos y entre risas de todas cinco colgé. Guardé mi móbil y con un gran suspiro, volví camino a casa de Liam. Tardé unos quince minutos. Toqué la puerta y apareció Liam con una sonrisa tímida. Agaché mi mirada avergonzada. Se hizo a un lado y pase rápidamente.
-O-oye Gwen, sobre el- le interrumpí.
-¿Dónde está Brit? Me apetece jugar con ella.
-Está en el jardín- dijo con mirada triste. La verdad me dolía verle así, pero no se porque seguí el consejo de Maddy, Laura y Lexi. Seguro por los nervios. Asentí y fui al jardín, donde estaba Brit jugando con una pelota. Al verme corrió a mí. Sonreí y me senté en el suelo junto a ella.
-Hola bonita- dije acariciando su suave pelaje-. Soy una estúpida, ¿Sabes?
Era ridículo, pero hablar con Brit era confortable. Así estuve un buen rato, contándole mis penas. Se hizo la hora de comer y entré a casa, junto a la perrita. Liam estaba cocinando. Me acerqué por detrás y miré lo que hacía por encima de su hombro. No me di cuenta, se giró y chocó conmigo. Nos miramos estallando a carcajadas.
-Perdón, no quería asustarte- dije riendo.
-No importa. ¿Tienes hambre?- asentí-. ¿Me ayudas a poner la mesa? La comida estará enseguida.
Entre los dos pusimos la mesa y cinco minutos después, la comida estaba lista. Estuvimos charlando y riendo, olvidando por completo el tema del beso.
*Narra Laura*
Después del numerito de Jenna, volvió un poco más calmada y nos fuimos a ver la tele. Cuando era casi la hora de comer, sonó el móbil de Maddy. Nos enseñó la pantalla, era Gwen.
-¡Hola Gwen!- saludó. Soltó una risita-. Estan conmigo, ahora pongo el altavoz- apretó un botón y puso el móbil en medio de todas-. Ya está.
-Hola Coco- dijo Jenna desanimada.
-¿Qué pasa, bonita?- le preguntó Gwen.
-Nada cariño, Louis- contestó con un suspiro.
-Luego me cuentas, Piña- rió.
-Oye, ¿Qué querías decirnos?- interrumpí.
-¿Recordáis que os dije, que cuando tuviese mi primer beso, os lo diría?
-Si- contestó Lexi. Nos miramos entre nosotras esperando su respuesta.
-Fue hace nada, con Liam.
Empezamos a gritar como locas de lo contentas que estabamos. ¡Su primer beso con Liam! ¡Qué mona!
-Gweeeeeeeen, ¿De verdad?- gritó Jenna, que parecía haberse olvidado de su problema con Lou.
-Si, ni yo misma me lo creo. A sido; mágico- rió.
-¿Y luego qué ha pasado?- preguntó Maddy.
-Me he puesto nerviosa y me he ido- suspiró.
-¿Y Liam?- preguntó Lexi.
-Bueno, creo que se ha quedado un poco desconcertado porque ni se ha movido.
-¿Quién a dado el primer paso?- vale, soy un poquito directa.
-Yo- dijo y volvimos a gritar. No nos podíamos creer que la tímida de Gwen hubiese dado el primer paso.
-Que mona- dijo Jenna sonriente. Las demás asentimos de acuerdo con lo que dijo.
-Gracias... Supongo. Pero ahora no se como le miraré a la cara- Lexi le interrumpió.
-Pues con los ojos, Coco listo.
-¡Lexi cállate!- le gritamos Maddy, Jenna y yo a la vez. Puso los ojos en blanco.
-No importa chicas- rió.
-Yo de ti volvería a casa y intentaría a toda costa evitar el tema- dije.
-No lo se, Laura. Liam me gusta de verdad, ¿Y si le hago daño?
-Gwen, de momento intenta evitar el tema. Que te conocemos y sabemos que la cagarás si dices algo, entonces, si le harás daño- dijo Maddy.
-Vaya, Maddy, muchas gracias- dijo irónica. Jenna negó con la cabeza con el ceño fruncido.
-No hagas caso a estas tres idiotas. Yo confio en tí, Gwen. Haz lo que te diga el corazón- Jenna sonrió dulcemente. La fulminamos con la mirada por llamarnos idiotas. Aunque un poco si que lo éramos. El consejo de Jenna era mucho mejor y seguramente Liam no saldría herido.
-Bueno chicas, nos vemos esta noche- nos lanzó cuatro besos y entre risas de las cinco, colgó. Al momento volvió a sonar el móbil de Maddy.
-¿Qué quieres?- contestó de mala manera. Seguro era Harry-. Ya te he dicho que no te voy a perdonar.
-Pero te mueres por perdonarlo- susurró Lexi. Jenna y yo asentimos con la cabeza, divertidas.
-Adiós- colgó y tiró el móbil al otro lado del sofá. Volvió a sonar, Maddy nos dijo que lo ignorásemos. Sonó hasta más de quince veces, así que lo cogí yo. Nada más ponérmelo en la oreja, Harry dijo:
-Maddy porfavor, perdóname. Te quiero, ¿Vale? Creo que me he enamorado, estoy locamente enamorado de tí- paró cuando me escuchó reír-. ¿Qué es gracioso?
-Que no soy Madison, soy Laura.
-Jooooooooooooo Laura, por una vez que no me da miedo decírselo- se quejó. Me levanté del sofá e hice una señal a las chicas de que iba a la cocina. Entré cerrando la puerta.
-A ver, Hazza, no seas miedica. ¿Qué es lo peor que puede pasar?
-¿Que me mande a freir espárragos? Y mira que a mí no me gustan.
-Que tonto eres- reí.
-Maddy me lo suele decir- suspiró triste. Me mordí el labio suavemente.
-Mira, solo te diré que tienes que perder el miedo y decírselo. Seguramente no te mandará a freir espárragos. Por cierto, a mí tampoco me gustan- logré sacarle una risita.
-¿Puedo confiar en tí?
-Si- sonreí-. Oyeeeee, ¿Está Niall?
-Está aquí dando guerra porque quiere hablar contigo.
-Pásamelo, por faaaa- dije con voz de niña pequeña, que siempre utilizaba cuando quería conseguir algo.
-Bueno, vale, me has convencido- dijo y sonreí-. ¡Tú no, Niall!- ahora reí.
-¿Nialler?- pregunté.
-Hoooooooola Lau- saludó el irlandés.
-Hola- sonreí.
-¿Cómo estás?
-Bueno, por tu culpa muy cansada. Está tarde cuando me veas y no notes nada diferente, será para pegarte.
-¿Qué? ¿Cómo que algo diferente?
-Ya lo verás. Y no te comas el coco pensando, que te conozco. Se ve muy fácilmente.
-No me voy a comer a Gwen pensando, pobrecita- me reí a carcajadas-. Y sabes que no soy muy bueno para adivinar cosas.
-Lo adivinarás, te lo aseguro.
-Ya verás que no- rió-. Harry déjame, ahora estoy hablando yo.
-¿Qué pasa Niall?- pregunté.
-¡Cállate!- interrumpió y molesta colgé. ¿Cómo me mandaba a callar? ¿Y de esa manera tan desagradable? Sin duda esta noche no le pienso dirigir la palabra. ¿Me manda a callar? Pues yo me callo.
*Narra Niall*
-Bueno, por tu culpa muy cansada. Está tarde cuando me veas y no notes nada diferente, será para pegarte.
-¿Qué? ¿Cómo que algo diferente?- ya me estaba poniendo nervioso. Si no le encuentro nada, que es lo más probable, se enfadará seguro.
-Ya lo verás. Y no te comas el coco pensando, que te conozco. Se ve muy fácilmente.
-No me voy a comer a Gwen pensando, pobrecita- se rió a carcajadas-. Y sabes que no soy muy bueno para adivinar cosas.
-Lo adivinarás, te lo aseguro.
-Ya verás que no- reí.
-Vamos Niall, acaba ya. Es mi móbil- dijo Harry a mi lado.
-Harry déjame, ahora estoy hablando yo.
-¡Pero es mi móbil!- se quejó gritando.
-¡Cállate!- le contesté de mala manera. Yo solo quiero hablar con mi novia, ¿Qué tiene de malo? Volví mi atención al móbil y no escuchaba nada, bueno si, solo unos pitidos molestos que indicaban que había colgado. Volví a llamar pero me mandó al buzón de voz. Lo intenté hasta tres veces pero siempre hacía lo mismo. ¿Qué le ha pasado? Ai no. Habrá escuchado lo que le dije a Harry y se pensaría que era para ella. Muy bién Niall, solo llevas con ella dos días y ya la has cagado.
*Narra Lexi*
Laura volvió y se sentó a mi lado, totalmente molesta. Le iba a preguntar qué le pasaba, pero sonó el móbil de Maddy (otra vez). Laura lo tenía en las manos. Mandó la llamada al buzón de voz, y así tres veces más.
-Em... Lau, ¿Qué pasa?- pregunté. Me miró y se tiró a mis brazos, como hizo Jenna esta mañana. Nos lo contó rápidamente.
-Pero Laura, si antes estaba hablando con el estúpido, lo más probable es que se lo dijese a él- razonó Maddy con tono obvio.
-¿Qué estúpido?- preguntó Jenna.
-Harry- murmuró molesta.
-Te mueres por él, y él por tí.
-Que no, Lexi. Él no me gusta y yo a él tampoco. Así de simple. ¿Si no por que crees que siempre me está molestando?
-Los que se pelean se desean- canté-. Te lo dije una vez, no me importa volver a repetírtelo. No es problema- sonreí pícara.
-Ahora mismo vosotras estáis peleando. ¿Éso cuenta?- rió Laura, un poco más animada. Miré a Maddy y de broma hice que me daban arcadas.
-No te pases Greenwood- amenazó con el dedo.
-¿Sabes? Tu dedo da mucho miedo. Mira, tiemblo- reí irónica. Me enseñó el dedo corazón, a la vez que sacaba la lengua.
-Bueno chicas, ya basta- interrumpió Laura-. Tengo hambre, ¿Pedimos pizza?
Nos logró sacar una carcajada a todas.
***
A éso de las cinco nos fuimos todas a arreglarnos. Yo ya tenía preparado el vestido desde ayer por la noche (se lo robé a Jenna mientras no miraba), y aunque era un poco 'estilo princesita', no se me ocurre otra manera de llamarlo, me gustó. Las otras parecían histéricas corriendo por toda la casa buscando la ropa 'ideal', como lo había llamado Jenna.
-¡Lexi! ¿Me dejas unos tacones rojos?- gritó Laura detrás de mi puerta.
-¿Los de la boda de mi tía?- grité como ella.
-¡Siiiiii, porfavor!
Los busqué dentro del armario, estaban dentro de una caja. La cogí, abrí la puerta y se la tiré a los brazos. Me sonrió agradecida y volví a cerrar la puerta. Caminé hasta mi cama y me agaché, allí estaban los tacones. Que cogí prestados de la habitación de Laura. Lo se, cojo muchas cosas prestadas. Me los puse y al levantarme me tambaleé un poco. Caminé hasta mi joyero y saqué un brazalete de leopardo, regalo de mi hermana. Me maquillé un poquito. Rímel, pintalabios y raya de ojos. Ya estaba lista.
-¿Ya estáis?- grité abriendo la puerta.
-Caaaaasi- dijo Jenna saliendo de su habitación y entrando a la de Laura como un rayo. Al rato salió Maddy de la suya. Iba guapísima. Se paró delante mío e hizo una vuelta sobre si misma.
-¿Te gusta?- preguntó sonriente.
-Mucho. Por cierto, ¿Tienes baberos?- me miró esperando una respuesta-. Porque a Harry se le va a caer la baba.
Se ruborizó un poco, pero negó con la cabeza y se puso seria.
-Maddy, dime la verdad. ¿Te gusta? Te juro que puedes confiar en mí.
-Bueno, ¿Me lo juras de verdad?- asentí-. Si, me gusta- sonrió totalmente sonrojada. Le pellizqué una mejilla.
-Ni que fueras Gwen hablando con Liam- comenté de su sonrojo. Soltamos una risita divertida.
-Buena comparación.
-¿Qué os parece?- dijo Laura saliendo de su habitación. También estaba guapísima. El rojo le quedaba muy bién.
-Me encanta tu collar- dijo Maddy cogiéndolo. La puerta de la habitación de Laura se abrió. De allí salió Jenna, que iba preciosa.
-Aunque digas que estás enfadada con Louis, se que te has puesto así de guapa por él, y no mientas.
-No voy a mentir Lexi; si, es por él- sonrió pícara. Escuchamos el timbre de casa sonar y bajé yo, ya que las otras tres no querían ver a ninguno de ellos. De Maddy y Laura lo entiendo, ¿Pero Jenna? Louis no estaba allí. Abrí la puerta y delante de mis ojos se encontraba Zayn, embobado mirándome. Le pasé una mano por la cara, pero no reaccionaba. Chasqueé los dedos y tampoco. Solo me quedaba una cosa por hacer. Me acerqué y le besé rápidamente en los labios. Sacudió la cabeza para volver en si.
-¿Ya estas mejor?- le pregunté riendo.
-Perdón, no se que me ha dado- me miró otra vez, sonriendo tímidamente-. Estás preciosa.
-¿Tú crees?- me miré. Me acercó a él con los brazos en mi cintura, le susurré:-. El vestido es de Jenna, pero no se lo digas que de momento no se ha dado cuenta.
-Pues creo que te queda mejor a tí. Aunque a Jenna no se lo he visto puesto, pero tu hazme caso.
-Claro chico malo- le iba a besar pero me interrumpió la bozina del coche que estaba detrás de nosotros. La ventanilla se bajó y vimos a Niall.
-¿Os falta mucho?- preguntó. Las chicas bajaron al momento que preguntó éso. Salimos y nos montamos en el coche, que conducía Harry. Durante el viaje a la estación de trenes, los únicos que hablábamos éramos Jenna, Zayn y yo. Los otros cuatro completamente callados.
*Narra Gwen*
Llegamos al local donde celebraríamos la fiesta de Louis. Liam sacó unas llaves de la chaqueta de su traje y abrió la puerta. Entramos ya que fuera hacía un poquito de frío.
-Parece que somos los primeros en llegar- comentó riendo.
-Pues si- hice una pequeña pausa-. Tengo hambre.
-¿Qué?- preguntó riendo.
-No he merendado, y tengo hambre. Lo se, suena un poco infantil, pero así soy yo- sonreí cerrando los ojos.
-Oye Gwen.
-Dime- seguro y quiere hablar del tema del beso. Por favor, no. Por favor, no.
-De lo de esta mañana, del b- la puerta se abrió, interrumpiéndolo. Por dentro agradecí de corazón a esa persona.
-Te dije que la puerta estaba abierta, Zayn- entró Lexi riendo, detrás de ella iban los otros-. Hola tontitos- saludó sonriente. Le saqué la lengua.
-¿Solo estáis vosotros?- preguntó Niall entrando y cerrando la puerta, ya que era el último.
-Harry, ¿Enviaste las invitaciones?- le preguntó Zayn.
-Pues claro que las en... Mierda. Estan en mi mesita de noche- se mordió el labio ante las asesinantes miradas de todos-. ¿Lo siento?- susurró.
-Mueres- amenazó Zayn.
*Narra Louis*
Después de la insistente suplica de Lottie y Fizzie, acepté ir a dar un paseo. Me quedé con la ropa que llevaba y salimos. Andamos durante una media hora y nos paramos delante de una puerta. Miré a mis hermanas esperando una respuesta, pero no decían nada. La curiosidad me mataba por saber por que me habían traido aquí. Abrí la puerta.
-¡Sorpresa!- gritaron Jenna, Maddy, Laura, Lexi, Gwen y los chicos. Estaban todos alrededor de una tarta que decía mi nombre, con una figurita que creo que era yo. Mitad yo, mitad Power Ranger. Los chicos corrieron a abrazarme, y les acepté todavía un poco en shock. Entonces miré a Jenna que hablaba con Gwen, sonriente, y me acordé de esta mañana. Me pegué en la frente con la palma de la mano por haber sido tan estúpido. Me acerqué para hablar con ella.
-Felicidades Lou- me abrazó Gwen. Le di un beso en la frente y le di las gracias.
-Jenna, ¿Podemos hablar?- le pregunté y negó con la cabeza sin decir ni una sola palabra. Agarró a Gwen del brazo y se fueron junto a Lexi y Zayn. Tendría que rogar mucho, lo se.
*Narra Madison*
Después de la aparición de Louis, y las felicitaciones de todos, nos quedamos sin hacer nada. No había venido ni el DJ. Por suerte la tarta llegó a tiempo. Louis nos preguntó si era una fiesta privada o algo, porque solo estábamos nosotros, así que me tocó explicarlo a mí. Me daba un poco de pena Harry, que estaba con la cabeza agachada y mirada triste. Quizás he sido un poco dura con él.
-Oye Zayn, ¿A tí no te llaman DJ Malik? Pues ya sabes que hacer- dijo Lexi empujándolo hacia la mesa del DJ.
-Pero te quedas conmigo- Lexi asintió.
-Zaaaaaayn, pon la canción Shine Ya Light de Rita Ora- le suplicó Gwen. Asintió y puso la canción. Me acerqué a Harry y le cogí del brazo para llevarlo a fuera y poder hablar. Antes cogimos las chaquetas. Una vez fuera, no sabía que decirle. Metí las manos en los bolsillos de la chaqueta. Hacia frío.
-Em... Harry- susurré. Levantó su mirada y por un momento me perdí en sus ojos.
-D-dime- susurró de vuelta.
-Perdóname.
-No tengo que perdonarte nada Maddy.
-Si tienes, me he portado mal contigo. Y aunque hay veces que si has sido un poco estúpido, no tenía porque enfadarme tanto. Nadie es perfecto.
-En todo caso eres tú la que me tienes que perdonar- acarició mi mejilla. Cerré los ojos por el frío tacto.
-Te perdono Hazza- noté como besó mi frente y sonreí al instante. Saqué las manos de los bolsillos para poder rodear con mis brazos su cuello, y abrazarle fuertemente. Podría ser un estúpido, pero aún así le quería.
*Narra Laura*
En todo momento intenté ignorar a Niall, aunque era difícil. Una parte de mí decía que Maddy tenía razón, que quizás se lo decía a Harry. Y la parte irracional de mí decía que era un idiota, que me lo decía a mí pero sin saber por que motivo. Yo quería creer que se lo decía a Harry, pero no podía. Era extraño.
-Laaaaaura- Jenna agitó las manos delante de mí. Reaccioné y la miré-. Hasta que vuelves.
-¿Qué pasa?
-Vamos a la discoteca- informó Lexi al lado de Zayn. Gwen estaba de brazos cruzados.
-Yo no quiero ir- refunfuñó.
-Te lo pasarás bién Coco, lo prometemos- habló Zayn abrazando a su novia.
-¿Vienes Lau?- preguntó Jenna sonriente. No me quedaba otra que decir que si.
-Si- le devolví la sonrisa. Salimos fuera y allí estaban Harry y Maddy abrazados. Lo raro es que no se estaban peleando. Noté como alguien me agarró del brazo e hizo que girara. Me encontré con unos bonitos ojos azules mirándome tristemente.
-Laura porfavor, quiero hablar contigo- intentó sonreír pero le salió una mueca. Otra vez una parte de mí decía que si, pero la otra decía que no. Estaba completamente segura que lo mejor sería hablarlo, pero de nuevo esa parte irracional me decía que le ignorase otra vez. Hice lo que me dijo el corazón.
-Está bién, habla- soné más fría de lo que quería.
-Te juro que se lo había dicho a Harry. Nunca te diría algo así Laura, no soy tan estúpido como para tratar a una chica de esta manera.
Mordí mi labio suavemente. ¿Por que esa parte irracional no quería creerle?
-Te demostraré que se lo decía a Harry- se fue junto a él.
Vamos Laura, te está diciendo la verdad. Tienes que creerle.
-Oye Laura- habló Harry, estaba delante mío-. Niall dice la verdad, me lo decía a mí. No es por nada, pero es que quería mi móbil y solo le estaba molestando un poquito. Pero muy poco, ¿Eh? Venga Lau, Niall te quiere mucho, no le hagas sufrir más.
Al final la parte irracional perdió. Me acerqué a Niall y le di un dulce beso en los labios, como muestra de que le perdono. Aunque no había nada que perdonarle, solo había sido un mal entendido.
*Narra escritora*
Todos juntos emprendieron camino a una discoteca que les dijo Louis. Lexi y Zayn iban por delante. Les seguían Louis y Harry, detrás Niall y Laura, Maddy y Jenna, y por último Gwen y Liam. Éste último no podía dejar de pensar en el beso de esta mañana. No podía comprender por que Gwen siempre evitaba el tema. ¿Qué tenía de malo? ¿O a caso quería olvidarlo? Sin duda, él nunca lo olvidaría, e intentaría hablar con ella.
Por otro lado, Jenna, no podía dejar de mirar a Louis, que iba por delante de ella. Se moría de ganas de perdonarlo, besarlo y a saber que más. Porque como le había dicho Maddy, él no sabía lo de la sorpresa, así que no tenía la culpa de querer dormir. Pero al menos podría haber sido un poco más delicado. En su cabeza había un gran lio.
-Aquí es- indicó Louis mirándolos a todos. Gwen cerró los ojos, respiró profundamente y entró. Odiaba las discotecas y nunca en su vida había bebido alcohol. ¿Por que había aceptado ir? Ni ella misma lo sabía.
La música estaba altísima. Sonaba Candy de Robbie Williams y una gran masa de gente se movía a su ritmo. Gwen y Liam fueron a la barra.
-¿Qué me pido?- le preguntó a Liam.
El camarero que tenían delante escuchó lo que dijo Gwen.
-¿Te apetece una Piña Colada?
Gwen no escuchó muy bién lo que dijo, pero le pareció que había dicho algo sobre piña, y a ella el zumo de piña le encanta, así que asintió con la cabeza. Liam de momento no pidió nada, pero solo quería acompañar a Gwen. El camarero le trajo la bebida a Gwen, que le dio las gracias. Liam se miró la bebida detenidamente.
-¿Qué te has pedido?
-No se qué de piña- sonrió. Se encogió de hombros y la guió hasta donde estaban sus amigos, sentados en unas butacas. Gwen probó su bebida. Al principio le pareció demasiado dulce, y notó un poco de coco. Pero le encantó. Al rato Lexi y Zayn se levantaron y se metieron entre la multitud a bailar. Les siguieron Niall y Laura, totalmente acaramelados.
*Narra Jenna*
Louis me cogió del brazo y me obligó a salir a fuera. Intenté zafarme de su agarro, pero me cogía fuertemente y me hacía daño, pero no quise decirle nada. Salimos y por fin me soltó. Me llevé la mano al brazo. Tenía una marca roja. Le miré de mala manera.
-Jenna, por favor, perdóname- suplicó cogiendo mis manos.
-No- dije secamente. Puso sus manos en mis mejillas e hizo que le mirara fijamente a los ojos.
-Mírame a los ojos y dime que nunca más me vas a hablar.
-Solo dije una semana, no seas llorica- escupí.
-No soy llorica Jenna, pero te quiero mucho y no me gusta verte enfadada conmigo.
-Lo podías haber pensado mejor esta mañana, señorito- sonreí irónica.
-Venga ya, que no tenía ni idea de la sorpresa. Y además, tú dijiste que no me hablarías en una semana y no nos veríamos en una semana y poco más. Bueno, sin contar ésto.
-Pero L...- me interrumpió.
-Pero nada. Jenna, estaba medio dormido. Y cuando lo estoy normalmente hago y digo tonterías. Sabes de sobras que te quiero muchísimo y me encanta hablar contigo.
-Yo también te quiero muchísimo- le abracé. Lo sabía, no aguantaría mucho enfadada. Aunque tampoco lo estaba demasiado.
*Narra Gwen*
Volví por tercera vez a la barra. El camarero, que se llamaba Timmy, me dió lo mismo de antes. El zumo raro de piña con coco. Todavía no me había aprendido el nombre. Lo único que importaba era que estaba delicioso. Me lo entregó y antes de que me fuese me paró.
-¿No crees que ya has bebido demasiado?- le ignoré y seguí mi camino. Me senté en mi butaca, al lado de Liam y Maddy, y di un gran sorbo a mi bebida. Deliciosa.
-¿Gwen?- miré a Liam. Me acerqué a él.
-D-dime- no se por que pero me costaba un poco hablar.
-Madre mía, ¿Qué has tomado Gwen?- preguntó alarmado. Logró sacarme una gran carcajada, aunque no fue muy difícil. Había estado todo el rato riendo por cualquier tontería.
-Ésto- le di mi vaso. Se acercó a él y parecía que lo quería probar, así que se lo quité-. Oye, si quieres uno te lo pides.
-Solo estaba oliendo, y me parece que lleva ron, Gwen.
-Im-po-si-ble- reí. Era divertido hablar separando las sílabas.
-¿Estás segura que solo era zumo?- arqueó una ceja.
-No lo se, Li. Solo escuché piña y me encaaaaaaanta el zumo de piña. ¿Y sabes? También lleva un poco de mí. Quiero decir que lleva coco. Pero como soy un coco, pues éso- reí. La cabeza empezó a darme vueltas y me la agarré con una mano.
-¿Estás bién?
-Me duele la cabeza y me da vueltas.
-Creo que es hora de volver a casa.
-¡No!- levanté mi cabeza de golpe y logré marearme más. No le di importancia y me levanté- Voy a bailar- grité guiñándole el ojo.
*Narra Liam*
Esta chica quiere volverme loco. Avisé a Maddy y Harry que nos íbamos y fui a buscar a Gwen. La encontré rápidamente, estaba caminando hacia Laura y Niall con paso lento. La agarré de la cintura y la llevé a fuera, después de coger su chaqueta y la mía.
-¿Qué haces?- me gritó, y empezó a reír. Le di la chaqueta y se la puso.
-Nos vamos a casa, Gwen.
-No quiero ir, no quiero ir- se quejó haciendo un puchero. Iba a entrar otra vez pero la sujeté del brazo. Se giró bruscamente-. Auuu, mi cabeza- susurró cerrando fuertemente los ojos.
-Vámonos- susurré.
-Vale, pero me llevas a caballito- pidió riendo. Puse los ojos en blanco, pero le dije que si-. Gracias- subió a mi espalda. Durante el camino a la estación de trenes, que tampoco estaba muy lejos, Gwen iba hablando como loca, riendo y lanzando piropos a todos los chicos que veíamos. Alguno que le hizo caso y se acercó, le fulminé con la mirada y se fue. Quizás si estoy un poco celoso.
***
Ya en Wolverhampton de camino a casa, Gwen volvió a subir a mi espalda, pero a los pocos minutos se durmió. Llegamos y como pude abrí la puerta. La subí hasta su cuarto, la tumbé en la cama y le quité los tacones. Fui al armario a buscar una manta.
-No, espera, ven- susurró. Me giré y la vi como la había dejado, pero con un ojo abierto y el otro cerrado. Me acerqué mientras ella se sentaba.
-¿Qué quieres?- susurré. Me miró y de repente me besó. Cerré los ojos para poder disfrutar mejor de ese dulce tacto. Pero estaba mal, ella estaba ebria y sería como aprovecharme de ella. La empujé suavemente aunque en realidad no quería separarme nunca de esos adictivos labios. Me miró triste.
-¿No me quieres?- hizo un mohín. Negé con la cabeza y le acaricié la cabeza, que callese en sueño, pero ella misma luchaba contra sus párpados.
-Duerme Gwen.
-No, no quiero. ¿Y sabes? Yo se que tu a mí en realidad me quieres, te escuché hablar con Brit esta mañana.
-¿Cómo?- pregunté nervioso. ¿Me había escuchado? Creo que voy a morir de la vergüenza.
-Estaba despierta cuando entrásteis, pero me hice la dormida- se encogió de hombros, como el que no quiere la cosa.
-Oh- solo me salió decir éso. Ya tenía bastante por controlar mi terrible sonrojo y que se notara lo menos posible.
-Tengo sueeeeeeeeeeeño- canturreó-. Y me duele la cabeeeeeeeeeeeza. Me muero del sueeeeeeeeeeeño. Pero me quedaré despierta para seguir hablando cooooontigo- rió y echó los brazos por detrás de su cabeza. Que tierna, tiene sueño y se quedará despierta para hablar conmigo.
-¿Y de qué quieres hablar?- le pregunté rezando para que no volviese al tema de esta mañana.
-¿Por que siempre intentas sacar el tema del beso?- soltó, me miró y sonrió sonrojada. Aunque estaba ebria y ni ella misma sabía lo que decía, seguía siendo la misma Gwen de siempre. Seguro.
-Lo hablaremos cuando estes en mejores condiciones.
-¿A qué te refieres?
-A cuando no estes borracha, Coco listo- sonreí y ella rió divertida. Se palmeó la frente con la mano.
-Oye Liam, ¿Te gusta Oasis?- me preguntó.
-Si, desde pequeño. ¿Por?
-¿De verdad?- se incorporó de golpe y me miró con una gran sonrisa, asentí con la cabeza- ¡A mí también! Desde que era una mocosa.
-Pero si ahora también eres una mocosa- bromeé.
-No tanto como tú- contraatacó. Nos sacamos la lengua mutuamente y una gran carcajada salió de nuestras cuerdas vocales. Bostezé después de varios minutos de silencio mirando la nada. Me fijé en Gwen y la vi completamente dormida, de vez en cuando salían pequeños suspiros de su boca. Del armario saqué una manta y la tapé con cuidado, besé su frente y la miré fijamente. Después besé su nariz y bajé hasta la comisura de su labios.
-Buenas noches princesita- susurré y volví a besar su frente. La arropé bién y me fijé en la gran sonrisa que se había formado en sus labios. Yo también sonreí y me marché cerrando la puerta cuidadosamente.
Holaaaaaaaaaa!!♥ Aquí tenéis el capítulo 10;) (especialmente subido por el día de San Valentín) Cómo os ha ido el día? Alguna cartita de amor? Eeeeh? Eeeeeeeh? Ok, ya paro ajjaja. Bueno, igualmente que os guste mucho el capítulo y seguramente subiré el once dentro de poco (ya que ya lo tengo escrito). Besitooooooooos♥
Pues no, ni cartas ni nada...jajajajaja
ResponderEliminarMe ha encantado este capitulo, además ha sido super largo y ajhsfvbghdfvbhgsvfsbrhgrvfshgvdghfswehgfws
Pues eso, que es genial.
¡SIGUIENTE!
A mi tampoco jajajajajja
EliminarOix, gracias♥ A veces me pongo a escribir y me salen capítulos super largos porque nose como acabarlos jajaj
Pues eso, que gracias.
♥
Veruuu Lni una cartita pero si k ise alguna k otra broma jejejeje zoy mala ;P mencantamenCantamencanta ( se m cansa la mano . . jejejeje ) pero resumiendo ...sube pronto xk m muero <333
ResponderEliminarHeeeeeey ♥ Jajajjajaja que malotaaaa:D jajaj
EliminarGraciasGraciasGraciasGracias (a mi también se me cansa:( jusjus)
Jopetis, no te mueras:(
Un besooooooooo♥