jueves, 7 de febrero de 2013

Capítulo 9.

Capítulo 9. Lo siento.

*Narra Laura*

Después de la maravillosa salida con Niall a Nando's (donde la mayoría del día estuvo gritando a las fans 'Potato', y yo sin entenderlo), volvimos a casa a éso de las seis de la tarde. A pocos metros de llegar a casa, vimos como un señor salía de allí, y Niall nada más verle salió corriendo hacia él. Lo abrazó con fuerza, se separaron y Niall volvió corriendo a mí. Me cogió la mano, tiró y casi corriendo fuimos donde se encontraba ese señor.

-Lau, él es Paul, nuestro guardaespaldas; Pauly, ella es Laura, mi novia- nos presentó. Paul me dio un abrazó y riendo le correspondí. Niall nos miraba sonriendo.

-¿Tu también vives en esta casa?- me preguntó Paul. Asentí confundida, ¿A qué venía la pregunta?- Procura no hacerle mucho daño a Harry, por favor- terminó, riendo. Se despidió.

-Hacerle daño a Harry, ¿Por que?- me preguntó Niall, cuando Paul ya estaba bastante lejos. Me encogí de hombros. Saqué las llaves de casa y abrí la puerta. Al entrar, pude observar como la moqueta estaba completamente destrozada, y varios pedacitos de ella pegada a una silla, que estaba tirada por el suelo. Me quedé con la boca abierta, al igual que Nialler. ¿Qué animal podía haber hecho ésto?

-Hola chicos- nos saludó Maddy, saliendo de la cocina. Le devolvimos el saludo y me atreví a preguntar sobre la moqueta-. Verás, el estúpido de Harry pegó la silla con pegamento extra fuerte. Después quiso quitarla, se cayó y la silla cayó encima de él. Pero resulta que también había puesto pegamento en las patas, así que se quedó atrapado en el suelo. Y hemos llamado a Paul. Fin de la historia- sonrió cansada.

-¿Y se puede saber por que la pegó?- pregunté algo molesta.

-Esta mañana me enfadé con él, ¿Recuerdas?- asentí-. Salí y cuando volví me lo encontré sentado en esa silla frente la puerta. Me pidió perdón, le perdoné y después le pregunté que por que no quitaba la silla. Me dijo que era por si no quería perdonarlo e intentaba empujar la silla para pasar. Y... Éso.

-Lo mato, yo lo mato- susurré cerrando los puños. Niall me cogió de la cintura y me besó la mejilla, calmando un poco mi rabia.

-Déjalo, pobre. Bastante mal se siente por haberlo hecho- dijo Maddy. Le sonreí y entró de nuevo a la cocina.

-Ahora entiendo lo que ha dicho Paul- comentó mi Nialler, haciendo que riese. Me giré, quedando los dos muy cerca. Acortó la distancia y besó mi nariz dulcemente.

*Narra Gwen*

-¡Brit! ¡Muérdele!- grité a todo pulmón. Como por arte de magia, la perrita me obedeció y se acercó a Liam para morderle la mano. Sonreí victoriosa, ante la divertida mirada de Liam.

-Que mala eres, Coco. No le enseñes esas cosas a Brit- me regañó. Me hice la sorda y seguí gritando cosas como loca que era. Pero me callé cuando escuché la puerta abrirse. Avergonzada me senté en el sofá al lado de Liam. Brit, que al escuchar la puerta de casa fue corriendo a recibir a los que llegaban, volvió junto a una chica rubia de pelo largo. Y detrás de ésta, otra chica con gafas pero de pelo mucho más corto, igual de rubio. Las dos saludaron a Liam con un abrazo. Al separarse me miraron sonrientes.

-Bueno chicas, ella es Gwen. Gwen, ellas son Ruth- señaló la chica de pelo largo-, y Nicola- señaló la otra chica-, mis hermanas.

 

-Mayores- concretó Nicola en un tono burlón. Se sacaron la lengua mutuamente, provocando las risas de Ruth y mías. Las dos chicas se acercaron y me abrazaron casi estrangulándome. Quedé más roja que un tomate, por la falta del aire. Al final Liam tuvo que separarlas de mí.

-Pobre chica, la acabaís de conocer y ya la quereís matar- comentó riendo. Sus hermanas negaron rápidamente.

-Solo nos alegra conocer a la chica de la que últimamente siempre hablas- informó Ruth y corriendo se marcharon antes de que Liam procesara las palabras. Tardo más de tres segundos, me miró y sonrió apenado.

-No tengo ni idea de de dónde han sacado esas ideas, lo prometo- noté como tenía una mano en la espalda, seguramente con los dedos cruzados. Levanté una ceja, divertida-. ¿Qué quieres hacer? ¿Sacamos a pasear a Brit?

-Venga va, vamos- asentí. Cogimos los abrigos y la correa de Brit. Liam la ató y abrió la puerta para poder salir. A medio camino me apetecía mucho llevar a Brit, así que empezé a quejarme. Liam solo negaba y negaba, pero al final le convecí, y me dejó. Por mala suerte, un momento que me giré para mirar a Liam y que viese lo bién que lo llevaba, no me di cuenta que Brit siguió andando, me hizo avanzar y tropecé con una piedra cayendo de culo a la hierba. Brit se sentó a mi lado y las dos miramos a Liam, quien se partía la caja de la risa. Si, si, muy gracioso. Cuando le pase a él ya me reíre. Li sacó su móbil y nos sacó una foto.

-¡Eh, eh, eh! ¡No se admiten fotos!- grité intentando levantarme. Solo conseguí caerme de nuevo. Y ya me dolía el culo lo suficiente. Después de guardar su móbil, corrió a rescatarme. Me levantó del suelo, agarró a Brit y me miró como diciendo lo ovbio-. Vale, lo se. Ya no la llevaré más. Lo sieeeeeeeeento.

Me medio abrazó (con la mano que tenía libre) y volvimos a casa. Cuando llegamos los padres de Liam ya habían llegado. Nos presentamos y ayudé a Karen a empezar a preparar la cena.

-¿Qué hacéis chicas?- dijo una voz a nuestra espalda. Me giré y vi a Liam mirándonos atentamente.

-Un elefante de arcilla, ¿Tú qué crees?- Karen rió por lo que dije. Liam me sacó la lengua.

-¿Puedes venir un momento Coco?- me preguntó. Asentí.

-¿Cómo que Coco?- preguntó su madre para los dos. Soltamos una pequeña risita.

-Es una larga historia- dijo Li, antes de arrastrarme hasta yo que se dónde. Al parecer fuimos al estudio. Se sentó frente al ordenador e hizo un gesto para sentarme en la silla de al lado-. ¿Tienes Twitter?

Negé con la cabeza.

-¿No?- volví a negar-. ¿Te puedo hacer uno?

-¿Por que tanto interés?- sonrió travieso y no dijo nada. Me ayudó a crearme la cuenta, y al segundo de hacerla se buscó a si mismo para seguirse-. ¡Oye! Éso tendría que decidirlo yo.

Me ignoró y cerró mi twitter para meterse en el suyo. Me tapó un momento los ojos cuando puso la contraseña. Me buscó a mí, y por mi parte no me lo esperaba, pero apretó el botón de seguir.

-Ya te puedes ir, Gwen- sonrió.

-¿Cómo que ya me puedo ir? Me iré si yo quiero- dije con los brazos en jarra.

-¡Gwen! ¿Puedes venir un momento cielo?- gritó Karen desde la cocina. Me levanté entre las risas de Liam y abandoné el estudio.

*Narra Lexi*

-¡Qué no Zayn, bájame!- gritaba subida en la espalda de mi chico malo. Estabamos en la cola para subir al London Eye. Por suerte, no había mucha gente hoy, así que solo hacia un 'poco' el ridículo.

-Vamos Lexi, no tengas miedo- dijo riendo. Le pegé un golpe en la espalda y me sacudió un poco por respuesta.

-¡Yo no tengo miedo, te he dicho!- noté como la cola avanzaba un poco, y Zayn caminaba-. ¡No, no, no! ¡Bájame Zayn, bájame!- suplicé a punto de ponerme a gritar.

-Venga Lexi, hazlo por mí, ¿Si?- resignada susurré un si como respuesta. Después de menos de diez minutos nos tocó nuestro turno. Zayn todavía no me bajaba y yo tenía que aguantar las risas de una niña que iba detrás nuestro. Le sonreí con ironía. Sin darme cuenta, el aparato mortal (vamos, la cabina de la noria) empezó a moverse lentamente. Zayn me dejó en el suelo, y rápidamente me senté en el suelo, abrazando sus piernas. Soltó una gran carcajada al verme de esta manera, como una niña pequeña.

-Te juro que si no me bajas de aquí, no te hablo más- amenazé.

-Lexi, cariño, yo no puedo hacer que pare- sonrió tierno. Levanté mi cabeza y sonreí medio atontada.

-¿Cariño?

-¿No te gusta?- preguntó triste. Negé.

-Me encanta como suena, pero... Es que nadie me lo había dicho nunca. Bueno, aparte de mis padres o mi hermana- me salió una mueca al recordar a mis padres.

-¿Ni Flinn?- preguntó, apunto de cerrar los puños por rabia. A canvio los cerré yo.

-Ni loco lo dijo- volví mi vista al suelo. Noté como se iba a sentar, así que solté mis manos de alrededor de sus piernas. Puso sus manos en mis mejillas e hizo que lo mirara. Me perdí en sus preciosos ojos.

-Te quiero Lexi- se acercó un poco más.

-Te quiero igual, Zayn- acortó más la distancia hasta tocar nuestros labios y juntarlos como solía hacerlo. Sus besos eran siempre dulces y suaves. Como a mí me encantaban.

*Narra Madison*

-Lo siento, Mad- repitió por quinta vez Harry. Y por quinta vez le ignoré-. Maddy, perdóname. Venga, Madison, lo siento muchísimo.

-¿Qué lo sientes mucho? ¿Después de tirarme harina por el pelo? ¿Después de tirarme un vaso de agua helada? ¿Hasta qué extremo vas a llegar?

-Al menos me has hablado- suspiró divertido.

-Si sigues así nunca más te hablaré- dije y negó con la cabeza.

-Nunca dejes de hablarme, por favor. Todo menos éso.

-Ahora no vayas de sentimental ricitos, que no funciona siempre.

-¿Alguna vez funciona?- sonrió picarón, hizo sonrojarme. Se acercó un poquito. No me alejé, y al parecer sonrió al verlo. Se volvió a acercar, estaba más cerca. Y de repente, me cogió de la cintura y me levantó, dejándome en su espalda. Le pegé unos cuantos puñetazos bien fuertes en la espalda pero pareció no enterarse, como si fuera un pluma haciéndole cosquillas. Me cansé, y paré, sabiendo que Harry no se daría por vencido nunca. Empezó a caminar, saliendo del salón, llegó a la puerta y la abrió con lentitud.

-No, Harry, ni se te ocurra salir- amenazé.

-¿Me perdonas?

-No- contesté así de simple. Murmuró algunas palabras que no logré entender y se dispuso a caminar todavía más deprisa. Giró la esquina más cercana. ¿Acaso iba a ir a esa plaza que íbamos cuando nos aburriamos, y que estaba completamente transitada por gente? ¡Este chico está loco si cree que le voy hablar después de ésto! Entre la gran multitud de gente que había pude reconocer la fuente del ángel, la misma fuente de la plaza donde siempre íbamos. También escuché algún que otro murmullo nada agradable sobre nosotros, flashes de cámaras y risas. Resoplé, moviendo algunos mechones de mi pelirroja melena.

-Maddy- susurró Harry al borde de la risa.

-Dime- contesté con un poco de mala leche.

-Seguramente mañana estarás en todo twitter, lo siento mucho- acabó diciendo con una risita traviesa. Le pegé un fuerte puñetazo en la espalda, me soltó y caí al suelo, prácticamente de cara. Levanté la mirada, y vi a Harry en el suelo muriéndose de la risa.

-¡¡YO TE MATO HARRY EDWARD STYLES!!- chillé levantándome. Toda la gente de la plaza, repito, TODA la gente me miró divertida. Sin más, me quité un poco de suciedad de los pantalones y me marché, dejando a ese estúpido tumbado en el suelo riendo a carcajadas.

*Narra Jenna*

Por suerte todavía quedaban quinze minutos para que llegara el tren. Pero para mí no era tan buena suerte, Louis me miraba con carita triste, y ya no lo soportaba más. Le sonreí como pude. Aunque en vez de una sonrisa, me salió una mueca algo graciosa, ya que Lou se rió.

-Ai, Lou. No quiero que te vayas- dije dramáticamente. Louis se agachó, se sentó en el suelo y abrazó mis piernas fuertemente.

-¡No me dejes!- gritó imitando el llanto.

-Es lo mejor para los dos, William- seguí con el juego, intentando no estallar en risas.

-¡Pero yo no me quiero ir! ¡Quiero quedarme aquí, contigo!

-Pero conmigo no puedes quedarte. Ahora levántate, y deja de hacer el crío- contesté severamente, y muriéndome de la risa por dentro. Lentamente se levantó y sin más me abrazó. Le correspondí al abrazo. Se separó y vi una lágrima bajar por su mejilla. Empezé a reír suavemente-. Lou, ¿Sabes que era una broma, no?

-Lo se- rió-. ¿A que soy buen actor?

-Muy buen actor, Lou- le regalé un pequeño beso en los labios-. Prometo llamarte muy muy temprano para felicitarte.

-Y yo prometo coger el teléfono- sonrió.

-¿A caso no me lo ibas a coger, mala persona?- refunfuñé cruzándome de brazos.

-Buenooooooooooooooo...- alargó, tocándose el brazo levemente.

-Louis, la verdad.

-Muy muy temprano no te lo iba a coger, que si es mi cumpleaños quiero dormir, Jenna- explicó. Le pegé de broma en el pecho-. Auch, éso ha dolido.

-Pero si te he dado muy flojo.

-Tu concepto de fuerza no es igual al mío.

-¡Louis!- reí. Me cogió de la cintura y pegó nuestras frentes.

-Baby let me be your last, your last first kiss- susurró cantando.

-¿Quieres dejar de cantar y besarme de una vez?- rió y me besó lenta y dulcemente en los labios. En unos días no los volvería a probar. El tren llegó y me despedí de mi Louis con un gran abrazo y un montón de besos (que no le faltaran para el viaje). Salí en busca de mi coche y me llegó una llamada de Harold.

-¿Jenna? ¿Estás con Lou?- preguntó en cuanto descolgé.

-No, se acaba de ir Hazza.

-Vale. ¿Dónde estás?

-En busca de mi coche- reí.

-¿Vienes ahora para casa?

-Si, Harry, voy para allá- volví a reír. Parecía ésto un interrogatorio.

-Nos vemos, tenemos que contarte una cosita- sin más colgó, dejándome con la duda. Después de unos diez minutos en el coche llegé a casa. Abrí la puerta y fui directa al salón. Estaban todos frente a un portátil. Me saludaron y me dijeron que me sentase con ellos. En la pantalla estaban Gwen y Liam.

-Bién, ya que estamos todos, lo decimos, ¿No?- preguntó Harry. Las chicas asentimos-. Pero es un secreto, y Jenna como se lo cuentes a Lou me enfadaré.

-¿Y qué tiene que ver Louis con ésto?

-Mañana iremos todos a Doncaster. Le hemos preparado una fiesta sorpresa para su cumpleaños- explicó Zayn. Esbocé una gigantesca sonrisa en mi rostro.

-Que chulo- comentó Gwen por la pantallita del ordenador.

-Si a tí también te hicimos una fiesta sorpresa- le recordó Laura, riendo.

-¿Qué? Yo me refería a ésto- nos enseñó un dibujo de una revista de un precioso gato. Harry se acercó más a la pantallita y imitó el sonido de un gatito, acariciando la pantalla. Nos reímos de él, mientras Gwen sujetaba el dibujo y lo movía de un lado al otro y Harry seguía el gatito con el dedo. Finalmente pararon y Liam aprovechó para hablar.

-¿Sabéis? Gwen se ha hecho Twitter- sonrió divertido y Gwen le dio un golpe en el brazo. Nosotras la miramos impresionada. Hace mucho tiempo dijo que nunca se haría Twitter porque le parecía una total perdida de tiempo, ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión? Laura sacó su móbil.

-Laura, que te veo. No te lo voy a decir- gruñó Gwen.

-Coco_Gwen- interrumpió Liam con una sonrisa burlona. Gwen se dio una palmada con la mano en la frente. Laura tecleó algo en su móbil y de repente se puso a reír como una loca.

-Lau, ¿Te pasa algo?- rió Lexi. Nos mostró la pantallita de su móbil. Empezamos a reír como locos al ver una foto de Gwen caída en el suelo junto a una perrita al lado y las dos mirando a la cámara.

-Jooo Liam, eres un tonto- medio chilló nuestro Coco levantándose y yéndose.

-Oye, ¿Qué es este TT llamado Harrison?- preguntó Laura riendo. Volvió a teclear y giró de nuevo su Blackberry para enseñarnos la pantalla. Al menos pudimos ver una foto de Harry riendo con Madison a sus espaldas dándole golpes, ya que Maddy le quitó el teléfono hecha una furia.

-¡¡Aquí nadie ha visto nada!!- chilló yéndose con el móbil de Laura. Ésta se levantó y junto a Niall fue a buscar su móbil.

-¿Harrison?- preguntó Gwen, volviendo a aparecer por la pantalla.

-Harry y Madison, todo junto- explicó Zayn, riéndose. Gwen abrió la boca en forma de O y rió.

-Bueno, ¿Y qué habéis planeado para Boo Bear?- pregunté para cambiar de tema.

-Hay una tarta muy chula- comentó Niall, que ya había vuelto y se había sentado al lado de Zayn.

-¿Hecha por vosotros?- preguntó Lexi, refiriéndose a él y a Laura. Nialler negó con la cabeza. Y no nos dijo como era, para que fuese sorpresa.

-Pues mañana nos iremos todos a Doncaster a éso de las seis de la tarde, para preparar todo. Lottie y Fizzie le llevaran allí hacia las ocho y ¡SORPRESA!, todos estaremos allí- explicó Harry sonriente.

Nos quedamos por más de una hora hablando todos juntos sobre la fiesta de Louis, hasta que Liam y Gwen se desconectaron y los chicos empezaron a irse. Quedamos en que vendrían mañana para recogernos e irnos a la estación de trenes. Con Liam y Gwen quedamos en que nos veríamos en Doncaster. Me fui a dormir temprano, pero antes programé una alarma para despertarme a las siete. A esa hora llamaría a Louis para felicitarle, y de paso, molestarle un rato.

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