Capítulo 1. De nuevo en casa.
*Narra Madison*
Jenna nos abrió la puerta de casa y entré corriendo. Me metí en el baño a toda prisa. Estuve aguantándome las ganas de ir todo el trayecto del aeropuerto hasta aquí. Salí y vi a las chicas sentadas en el sillón hablando.
-¿De que hablábais?- pregunté en cuanto me senté al lado de Laura.
-De como les había ido el viaje a España- me contestó Jenna, sentada entre Gwen y Lexi.
-¿Y? ¿Cómo os fue?
-¡Muy bien! La familia de Lau es encantadora- comentó Gwen con su típica sonrisa en el rostro.
-Claro bonita, tú dices eso porque es la primera vez que vienes- dijo Lau con el ceño fruncido y los brazos cruzados sobre el pecho.
-Lau, a todas nos parecen majos- intervino Lexi con una ceja enarcada.
Laura murmuró cosas que no llegamos a entender, pero paró cuando un móvil empezó a sonar.
*Narra Lexi*
Era mi móvil. Sonaba mi móvil. Resoplé, harta de sus llamadas y descolgé.
-¿Qué quieres, Flinn?- pregunté suspirando.
-Otra oportunidad, muñeca.
Vaya, lo mismo de siempre.
-Te he dicho ya que no, no te la voy a dar- levanté un poco mi voz.
-Vamos preciosa, sabes que solo fue un simple error.
-¡Un simple error!- mis ojos se humedecieron, pero no podía llorar, por él no- ¡Te pillé haciéndolo con otra chica el día de mi cumpleaños! Eres un estúpido...
-Vamos Lexi, madura. Ya te he pedido perdón, ¿Qué más quieres?
-Que me dejes en paz.
-¿Hay otro, verdad?
-¿Y si lo hay, qué?- reté.
-¡Lo hay!- gritó realmente enfadado.
Me quería divertir, me inventaré un novio falso.
-Sí, lo hay.
-¿Cómo se llama?
-No te lo diré.
-Porque estás mintiendo.
-¡No miento!- le grité, también enfadada. Aunque mentía, siempre tengo mi genio.
-Tienes un mes para presentármelo- y sin más, colgó.
Ahora sí, las lágrimas inundaron mis ojos, y en poco tiempo mi rostro. Las chicas, que habían escuchado la conversación (solo lo que yo decía, pero podían imaginarse lo que decía Flinn) me abrazaron. Lentamente las separé de mí y limpié mis lágrimas, como si aquí no hubiese pasado nada. Todas ellas me miraron con los brazos en jarra. No les gustaba demasiado mi imagen de chica dura, ellas preferían como era yo en realidad, una chica dulce con miedo a que le rompiesen el corazón.
*Narra Jenna*
Odiaba cuando Lexi se ponía así. Aunque ella no quisiese, era la chica más dulce que había conocido en mi vida.
-Bueno chicas, ¿Qué hacemos?- preguntó Lexi, como si nada hubiese pasado.
-Me apetece ir al parque, ¿Os apuntais?- sugerí.
Una por una dijeron que sí con la cabeza.
-¿Y la maleta?- preguntó Gwen.
-Ya la desharéis cuando volvamos- concluyó Maddy.
Cogimos las llaves y nuestros respectivos móviles, y salimos de casa. La misma casa que compramos entre todas hace un año. Caminamos alrededor de quinzc minutos y llegamos al parque. Todo estaba repleto de árboles y en medio había un pequeño lago con algunos patos. Nos sentamos debajo de la sombra de un gran árbol.
-¿Y cómo era el chico con el que chocaste, Gwen?- preguntó Laura de la nada y vi como Gwen se ruborizaba un poco.
-Pensé que me ignoraste- comentó.
-Pensaste mal.
-Como siempre- intervino Maddy riendo.
-¡Yo no soy mal pensada!- gritó Gwen, también riendo.
-Claro, ves un platano y ya piensas cosas raras- rió Lexi.
-¡Eso es mentira!- volvió a gritar. Todas reímos a carcajadas.
-Bueno, ¿Y cómo era?
-Mm...- pensó- Guapo.
Me reí y me pegó en el brazo.
-¡Auch!- me quejé.
Se rió de mí, y yo también le pegé, pero en la nuca.
-¿Te dijo su nombre?- preguntó Maddy.
-Liam- suspiró mirando al cielo.
Me acerqué a Lexi, que estaba sentada a mi lado y le susurré:
-Me parece que nuestro Coco se ha enamorado.
Lexi asintió con la cabeza, divertida. Y recibimos una colleja cada una por parte de Gwen.
-Oye- dijo Lexi hacia Gwen, con una mano en la nuca.
-Oigo- contestó y chocó los cinco conmigo.
-¿Y no te dijo su número de teléfono ni nada?- preguntó Laura.
-A ver bonita, con tanta prisa que llevabas no me dio tiempo a nada.
Laura refunfuñó y se tumbó en la hierba con los ojos cerrados. Nos reímos un poco.
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