*Narra Madison*
Había pasado ya un mes desde que conocimos a los chicos, y durante ese mes, habíamos quedado casi cada día con ellos. A veces juntos, a veces por separado. Ayer mismo, Harry y yo fuimos a la bolera. Y por supuesto, le gané yo por mucha diferencia. Y creo también, que Jenna y Louis fueron al parque de atracciones con Gwen y Liam. A Gwen le encantan los parques de atracciones, y por lo que me contaron, la lió un poco. Pero es una historia demasiado larga. Bueno, al parecer, según me contó Harry, Louis le quería pedir a Jenna que fuese su novia, pero cuando Gwen se enteró de adonde iban se puso muy pesada porque ella también quería ir, y por supuesto Liam se unió. Aún así se lo pasaron realmente bién. Y claro, yo con Harry también.
Esta mañana estaba en casa yo sola con Gwen, cuando sonó el timbre y fuí a abrir. Era Liam.
-Hola Liam- le saludé con un beso en la mejilla. Pasó a dentro y fuimos a la cocina, le serví un poco de café que estaba tomando.
-Gracias Maddy.
Sonreí.
-¿Y a qué se debe tu visita?
Sacó un colgante con un signo de infinito de su bolsillo. Era el colgante de Gwen.
-Ayer se le cayó en el coche cuando volvíamos.
-Me parece que está arriba- me levanté y delante de Liam caminé hasta el final de las escaleras-. ¡Gwen!
La aludida bajó las escaleras y cuando estaba abajo, Liam ahogó un grito. Gwen le miró raro, yo igual.
-¡Llevas gafas!- soltó por fin. Gwen se echó a reír a carcajadas y yo tan solo rodé los ojos y volví a la cocina. Los dos me siguieron, Liam volvió a coger su taza de café y Gwen sacó un poco de pastel de chocolate que Niall y Laura se dedicaron a hacer ayer.
*Narra Lexi*
Zayn me cogió de la mano y me llevó quien sabe dónde. Solo sé, que olía a flores. Flores frescas. Y sí, tenía los ojos vendados. Noté que el suelo ya no era duro, y pensé que estabamos en el barro. Pero me equivocaba. Zayn me quitó el pañuelo que me pusó para que no pudiese ver su supuesta sorpresa. Estábamos sobre un mantel rodeado de flores, las flores que olía. En el centro del mantel había un cesta de picnic. Zayn se sentó e hizo que me sentara a su lado. Todavía no tenía palabras para decir nada. Zayn me miraba sonriente, pero al ver que no decía nada cambió su cara completamente.
-¿No te gusta?- me preguntó preocupado. Sacudí mi cabeza y lo abrazé. En el oído le susurré:
-Me encanta Zayn, es precioso.
Me apretó más a él y nos quedamos así por un buen rato. Nos separamos lentamente.
-Eres el mejor, chico malo- sonreí pícara. Él empezó a reír a carcajadas. Y pasamos la mañana comiendo lo que había en la cesta de picnic, hablando y sobretodo riendo. A la hora de volver a casa, nos encontramos con Flinn. Por un momento lo maldije, pero cuando se acercó a nosotros y abrió su boca, definitivamente lo maté.
-Vaya Lexi, ¿Tu nuevo novio?- me miró con superioridad. Miré a Zayn que nos miraba a Flinn y a mi sin entender nada. Sonreí y cogí su mano, miré a Flinn y solté secamente:
-Pues si, es mi novio.
Se le desfiguró la cara por completo. Y él que pensaba que yo le mentía. Aunque si le mentía. Agachó su cabeza y huyó a paso rápido. Alcé la mano libre en forma de victoria.
-Así que, ¿Tu novio?- Zayn se me acercó peligrosamente. Miró mis labios, después mis ojos.
-Si, ¿Acaso no lo sabías?- dije pícara. Me acerqué más a él e hice que nuestras frentes chocaran. Rió.
-¿Y no te lo puedo pedir yo?
-Hazlo- susurré casi sobre sus labios.
-Lexi, ¿Quieres ser m...- no le dejé terminar porque mis labios ya se encontraban sobre los suyos. Si, nos besamos. Nuestras labios se movían al compás de una dulce melodía. Fue uno de los mejores momentos de mi vida. Al final nos separamos por falta de aire, pero nos quedamos como antes, juntando nuestras frentes.
-Por si no queda claro; si, acepto- murmuré antes de besarlo otra vez.
*Narra Gwen*
-No me dijiste que llevabas gafas- me dijo Liam. Estábamos sentados en el suelo de mi habitación, en una gran alfombra. Reí por su comentario, pero él se mantenía serio.
-Solo las llevo en casa, me quedan mal- hice una mueca. Sonrió dulcemente.
-A mi me gustan como te quedan, te hacen más lista.
Lo miré incrédula, ¿Me estaba llamando tonta?
-¿Me estás llamando tonta?
-¿Qué? ¡No! Ai, lo siento, no quería decir éso- dijo preocupado y moviendo varias veces las manos. Le cogí las manos e hice que parara.
-No pasa nada, la verdad es que lo soy- reí.
-No digas éso, Gwen. Eres muy lista.
Empezé a reír a carcajadas. ¿Este chico hablaba de verdad?
-No sabes muchas cosas de mí.
-Pues cuéntamelas.
-Cogé esa libreta y un boli cualquiera de allí- señalé mi escritorio y él rápidamente corrió a coger lo que le pedí. Volvió y se sentó en frente de mí. Abrió la primera página y encontró una caricatura de Jenna sacándose los mocos. Me la enseñó y no pudo contener una fuerte carcajada. Me sonrojé y le arrebaté la libreta. Pasé unas cuantas páginas más, ya que las otras eran otras caricaturas de las chicas, y me detuve en una en blanco. Le devolví la libreta-. Empiezo, ¿Listo?
-¡Listo!
-Pues... Mi nombre completo es Gwen Ann Bennet. Tengo diecisiete años y...- Liam me interrumpió.
-Espera ¿Qué?- dijo muy rápido-. ¿Tienes diecisiete años?- preguntó sin creerse mis palabras.
-Si, hago dieciocho el veintidós de diciembre. Apúntalo- reí. Lo apuntó riendo también y me volvió a mirar.
-¿Sabes que el cumpleaños de Lou es el veinticuatro?
-¡Que chachi! Podríamos celebrar el cumpleaños juntos- Liam rió cuando dije 'chachi'.
-Me parece que estará con su familia en Doncaster. Pero podemos celebrar tu cumpleaños, ¿No?
-Perfecto. Las chicas nunca me han hecho una fiesta para mi cumpleaños. Para esas fechas estan con su familia y yo las tengo que pasar sola.
-¿Y tus padres?- me preguntó.
-Se pasan el día trabajando y apenas me visitan. Solo hubo una vez en la que celebramos mi cumpleaños todos juntos como una familia.
-Vaya, lo siento Gwen- cogió una de mis manos y la apretó con delicadeza. Sonreí tiernamente y le devolví el apretón.
-No lo sientas, estoy acostumbrada a estar sola.
Esa frase lo mató por completo.
-No digas éso. ¿Sabes? Este año te voy a invitar a venir a mi casa para Navidad.
-No lo sé Liam, ¿Estás seguro?- pregunté. Me acomodé un mechón de cabello detrás de la oreja y lo miré directamente a los ojos. Ya había aprendido a no sonrojarme cuando lo miraba.
-Segurísimo. Y me da igual si me dices que no, te voy a llevar contra tu voluntad- reí por lo bajini.
-Está bién, iré.
*Narra Laura*
Niall y yo fuimos a desayunar a un Starbucks que estaba cerca de casa. Nada más entrar, una chica de unos doce años o así se acercó al irlandés y le pidió un autógrafo. La pobre chica casi lloraba de la emoción y las manos le temblaban. Niall le dio el autógrafo y la abrazó. Allí la chica se puso a llorar y se marchó de nuevo con sus amigas. Después nos sentamos en una mesa apartada de todos. Niall se levantó a pedir.
-Ya estoy aquí- me dijo felizmente con los dos Frapuccinos en las manos.
-Gracias Nialler.
Di un sorbo a mi bebida.
-¿Cómo crees que estará nuestro pastel? ¿Habrá sobrevivido de las garras de la malvada Gwen?- me preguntó dramaticando.
-No lo creo. Te dije que te lo llevases.
-Es que se lo comería Harry.
-Nos lo podíamos haber comido nosotros, ¿No?- reí.
-Recuerda que antes de hacer el pastel nos zampamos dos litros de helado de fresa.
-Error. Dos litros de helado de mí.
-Cierto- rió a carcajadas-. Tú eres la fresa.
-¿Estaba buena?- pregunté pícara. Él volvió a reír y me miró con una gran sonrisa en los labios.
-Muy buena. ¿Quedamos otro día para volver a comerte?
-Prefiero no volver a comerme, no soy caníval. Tu si quieres me puedes comer, yo comeré de chocolate.
Frunció el ceño e hizo un pequeño puchero que me pareció super bonito.
-Noooo, tenemos que compartir el helado. Si no, no tiene gracia.
-Cierto- sonreí.
***
Ya volvíamos hacía casa. Niall, cuando pasamos delante de una pastelería, entró y compró dos pastelitos de nata para el camino. Y durante el trayecto, ibamos poniendonos nata por la cara y haciendo caras raras a la gente. Alguna vez, alguna que otra fan pasaba y le pedía a Niall un autógrafo o una foto. Pero lo que me sorprendió más, fue la última chica que se nos acercó.
-Madre mía, eres Niall Horan- susurró cerca de nosotros. Niall le sonrió.
-Hola pequeña, ¿Cómo te llamas?- la chica parecía tener unos once años. Tenía el pelo completamente rizado de color rojizo y los ojos verdes muy vistosos.
-Bonnie- susurró otra vez, muy nerviosa.
-¿Quieres una foto Bonnie?- le preguntó Nialler dulcemente. La pobre no podía articular casi ni una sola palabra.
-Si, porfavor- sacó de su bolsillo del pantalón un móbil.
-¿Nos puedes hacer la foto, Laura?- me preguntó el irlandés y asentí sonriente. Bonnie me dio su móbil con las manos temblorosas. Niall la abrazó y Bonnie se sonrojó. Estaba tremendamente tierna. Hice la foto y le entregé el móbil a su propietaria. Me miró y sonrió.
-¿Me puedo hacer una foto contigo?- me preguntó y me quedé desconcertada.
-¿Conmigo?
-Si, si no te importa, claro- aclaró con otro susurro. Asentí todavía en estado de shock y nos colocamos para la foto. Niall nos la hizo y le entregó el móbil a Bonnie.
-Gracias- volvió a susurrar la mar de feliz. Se alejó de nosotros mirando las dos fotos con una enorme sonrisa. Miré a Niall atónita. Me sonrió y volvimos a poner rumbo a casa. Llegamos y nos encontramos a Maddy bebiendo café y mirando una revista en la cocina.
-Hola Maddy- la saludé y le di un beso en la mejilla. Niall hizo lo mismo pero en la otra mejilla.
-Hola chicos- contestó pasando de página su revista. Niall se sentó a su lado para ver lo que leía en la revista. Fui a la nevera y cuando la abrí solté un pequeño gritito. ¡Falta un trozo del pastel!
-¿Qué pasa Lau?- me preguntaron Maddy y Niall a la vez. Cogí lo que quedaba de pastel y lo puse delante de Niall. Él también dio un pequeño grito y se tapó la boca con la mano. Maddy nos miraba con una ceja levantada-. ¿Me queréis decir que pasa?- puso los brazos en jarra.
-Gwen se ha comido un trozo de nuestro pastel- hize un puchero y Niall me abrazó.
-¡Gwen!- la llamó Maddy. La aludida llegó a la cocina moviendo los brazos como una mariposa. Y detrás de ella, Liam imitándola. Los dos reían.
-¿Ves como es más divertido así?- le comentó. Liam asintió sin parar de reír.
-Te has comido un trozo de nuestro pastel- la regañó Niall como un padre. Me sequé una lágrima invisible y miré a Gwen fulminándola con la mirada.
-Lo siento, pero el pastel me dijo que estaba muy rico y yo solo quise comprobarlo- se encogió de hombros.
Escuchamos la puerta de casa abrirse y después un montón de risas del chico zanahorio. Jenna llegó a la cocina y Gwen la abrazó, Louis la apartó mientras gritaba:
-She's mine!
Y él mismo la abrazaba a sí. Jenna se reía tontamente.
-¿Me he perdido algo?- preguntó Maddy mirando a Louis y a Jenna levantando las cejas varias veces. Louis se encogió de hombros divertido.
-Lo que no pude hacer ayer, lo he hecho hoy- Maddy sonrió. Y creo que fue la única que lo entendió porque a los otros se nos quedó la misma cara de antes.
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ResponderEliminarTraducción de lo anterior: ¡ME ENCANTA! Jo, quiero leer más, más, más!
Bueno, dije que me pasaría a leer y aquí estoy :) Una cosita, ¿puedes poner lo de los seguidores en el blog? ¿o avisarme por twitter (@SaraiLoveSlayer )cuando subas? Gracias! Y feliz año! <3
Graciasgraciasgraciasgracias♥
EliminarJajajja gracias por pasarte, en serio. Me ha hecho ilusion:) Lo de los seguidores lo acabo de poner, creo. O si no también te lo digo por twitter (@Veru_1D ) jiji:)
Feliz año a ti tambieeen♥