*Narra Madison*
Por la tarde decidimos ver un maratón de películas. A mi me tocó escoger la primera, y pusimos Titanic.
-No Maddy, que voy a llorar- dijo Jenna buscando los pañuelos en un armario.
-Vamos chicas, llorar es bueno.
-Ni me lo recuerdes- Lexi se tapó hasta arriba con las mantas.
La película comenzó. Durante las tres horas siguientes, Lau, Jenna y yo, estábamos abrazadas llorando sin parar, mientras que Lexi dormía y Gwen no tenía ni una sola lágrima en el rostro.
-Chicas solo es una película- nos dijo Gwen, intentando consolarnos. Le iba a contestar pero el rujido de la barriga de Laura nos hizo reír a todas.
-Tengo hambre, ¿Por que no habéis hecho palomitas?
-Ahora las hago- indicó Lexi mientras se levantaba haciendo crujir levemente su cuello.
-Gracias- sonrió Lau.
-Le toca escoger a Gwen- comentó Jenna y al momento, Gwen dio un salto de su asiento y se puso a buscar como loca la película que ella quería. Al rato nos la enseñó: Phineas y Ferb, a través de la segunda dimensión.
-¡No!- chillé. No me gustan las películas de dibujos animados. Gwen puso su carita de niña buena, resoplé-. Está bién.
Llegó Lexi con dos tazones llenos de palomitas. Nos dio uno a Laura, Jenna y a mi, y el otro se lo quedó ella para compartir con Gwen. Ésta puso su película y antes de que empezara Lexi preguntó:
-¿Cuál vemos ahora?
-Phineas y Ferb- contestó Gwen emocionada. Le encantaba esa peli.
-Genial- ironizó. Puso los ojos en blanco y se volvió a acomodar para dormirse durante lo que durara la película.
*Narra Jenna*
Después de acabar de ver la película de Gwen, ya eran las diez de la noche, así que cenamos una pizzas que hizo Maddy cuando se cansó de ver la peli.
-Tengo sueño, voy a la cama- dijo Gwen después de terminarse el último trozo de pizza de jamón y queso de su plato.
-Yo también, ¿Vamos Coco?- le pregunté levantándome y extendiendo mi mano. La cogió y se levantó con mi ayuda.
-Vamos Piña- rió. Subimos las escaleras para ir al piso de arriba y cada una nos metimos en nuestro cuarto, que estaban justamente uno al lado del otro.
Me pusé mi pijama con estampado de vaca (sí, me gustan las vacas) y lavé mis dientes. Me metí en la cama y en cuanto cerré los ojos, una imagen vino a mi cabeza, Louis. Él, sus ojos, su sonrisa, sus labios, su pelo, todo. ¿Qué me pasa?
***
Por la mañana desperté con las risas de Gwen, que retumbaban por toda la casa. Aunque creo que no fui la única que se despertó. Cuando salí de mi cuarto, Lexi salía del suyo con la peor cara que había visto en mi vida y un cojín como arma.
-Yo la mato, tenía un sueño muy bonito y me ha despertado- me dijo entrecerrando los ojos.
-Soñabas con Zayn, ¿Verdad?- pregunté pícaramente. Su frotó los ojos y tras unos segundos de silencio me contestó con una sonrisa:
-Puede.
Reí y las dos juntas entramos dentro de la habitación de Gwen. Nada más entrar, Lexi le tiró el cojín que llevaba. Gwen estaba delante de su viejo ordenador con los cascos puestos y un cuenco de cereales a medio terminar. Se quitó un auricular y nos miró divertida.
-¿Qué hacéis?
-¿Como que qué hacemos?- gritó Lexi- ¿Encuentras normal reírse a estas horas?
-Reír es algo natural en mí.
-Yo te mato Gwen- la amenazó. Salió del cuarto y yo me acerqué a ella para ver lo que hacía. Me senté en su cama y pusé la vista en el ordenador.
-¿Qué miras?
-Vídeos de los chicos- me enseñó uno. Eran unos vídeo-diarios que hacían mientras estaban en The X Factor o algo así. Gwen me lo explicó resumidamente. La verdad que si eran para partirse de risa, sobretodo con Louis.
-Oye, voy a desayunar, ¿Vienes?- le pregunté cuando terminó el tercer vídeo que veíamos. Me señaló su cuenco de cereales ya vacío y rió. Sonreí y bajé a la cocina.
*Narra Laura*
Acabámos de desayunar y nos fuimos a vestir. Yo me puse una camiseta con la bandera de Estados Unidos, unos pantalones azules y unas deportivas azules. Y encima una chaqueta cualquiera. Bajé y las chicas ya estaban listas. Nos sonreímos. Cogimos los móbiles y fuimos hacía el coche de Jenna.
-¿Cómo creéis que se lo tomaran los chicos?- preguntó Gwen cuando quedaban pocos metros para llegar a Nando's.
-Se van a reír, o eso espero- nos dijo Maddy. Jenna aparcó el coche y todas nos bajamos. Entramos en Nando's y nada más entrar, oímos a los chicos gritar:
-¡Soy yo!
Se rieron a carcajadas al vernos. Nos sentamos cada una con su chico. ¿Qué digo? ¿Con su chico? ¿En qué piensas Lau?
-Estas guapísima- oí que le decía Harry a Maddy.
-Me gusta tu chaqueta chica mala- Zayn se lo decía a Lexi.
-¿Eres mi otra mitad?- me susurró Niall al oído y sonreí como una tonta.
-Puede- susurré en su oído también.
-¿Idea tuya Gwen?- le preguntó Liam con una sonrisa en su rostro. Gwen asintió riéndose. Al final acabámos todos riéndonos.
-En realidad soy un Coco muy listo, aunque hay veces que las chicas me dicen que estoy mal del coco- bromeó y consiguió sacarnos una carcajada a todos.
-Nunca hemos dicho que no fueses lista, solo que hay veces que te portas como una niña pequeña- le dijo Lexi. Gwen frunció el ceño y cruzó los brazos sobre el pecho, hizo un pequeño puchero que me parece a mi, o a Liam, ¿Le encantó?
-Yo no quiero crecer. Quiero ser siempre una niña pequeña- sonrió risueña. Louis levantó una mano y Gwen la chocó.
-Eres de las mías- indicó. Gwen sonrió y ya no dijo nada más- ¿Y qué os ha parecido lo de la banda?- preguntó a continuación.
-Me encanta What Makes You Beautiful- dijo Jenna mirándolo tiernamente. Louis le susurró algo en el oído y se sonrojo nuestra Piña.
-¿Cómo se llaman vuestras fans?- preguntó Gwen inocentemente.
-Directioners- aseguró Harry.
-Pues yo soy una de ellas, sí. Me declaro Directioner.
-Me alegra de que lo seas- le dijo Liam dulcemente. Gwen lo miró y apartó la vista inmediatamente sonrojándose a más no poder. Las chicas nos reímos, estaba muy mona cuando se sonrojaba. Gwen era la más pequeña de nosotras. Jenna ya tenía los diecinueve; yo, Maddy y Lexi teníamos ya los dieciocho, y Gwen todavía tenía diecisiete. Cumpliría los años dentro de poco. Pero siempre la habíamos considerado una niña pequeñita. Nuestra niña pequeñita.
-Tengo hambre- dije sin pensar. Todos me miraron y se rieron, y cuando por fin se callaron, Niall me pasó un caramelo de fresa. Le sonreí y me lo comí como si nada. Total, nadie se dió cuenta. Me lo acabé y le di un beso en la mejilla a Niall, que hizo sonrojarse. Me pareció muy tierno y le di otro. Me miró con esos ojos azules tan bonitos y cuando parecía que me iba a decir algo, el móbil de Lexi sonó. Era un mensaje de texto. Lo abrió, y resoplando, se levantó.
-¿Dónde vas?- le preguntó Jenna con el ceño fruncido.
-Con Sally- resopló otra vez.
-¿Te acompaño?- dijo un Zayn preocupado.
-No hace falta chico malo- sonrió-. Luego os llamo, chicas.
Nos despedimos de ella. Cuando la vimos salir por la puerta, Zayn nos preguntó:
-¿Quién es Sally?
-Su hermana mayor. Está embarazada de cinco meses y necesita mucho a Lexi- contestó Jenna.
-¿Y sus padres?- volvió a preguntar. Las chicas nos miramos entre nosotras, ¿Lo decimos?
-Sus padres murieron hace dos años, en un accidente automovilístico- comentó Maddy con la cabeza agachada. Harry le levantó la cabeza y la medio abrazó. Los padres de Lexi eran muy buenas personas, y para nosotras eran como unos padres más. Fue muy dura la perdida para Lexi. Y esa fue una de las razones para volverse una chica mala. Decidimos olvidarnos de éso y empezamos a hablar de tonterías. Riéndonos por cualquier cosa, y sobretodo, conociéndonos mejor.
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