sábado, 29 de junio de 2013

Capítulo 28.

Capítulo 28. Su pasado.

*Narra Madison*

Acabé de calzarme las Converse blancas y me puse la chaqueta con cuidado. Está bien, respira hondo. Tú y yo sabemos que quieres ir a verlo por encima de todo. ¿Tú y yo? Cuando hablo sola digo bastantes tonterías. Metí todo lo esencial en mi bolso y cerré la puerta de mi apartamento con llave. Con ritmo lento fui andando por las calles de Londres. No tenía claro que le diría al verle. Ni tampoco tenía claro si él quería verme. Después de estar más de una semana entre mis pensamientos, luchando conmigo misma por si debería ir o no, decidí hacerle caso a mi corazón y presentarme en su casa, de sorpresa. Tardé más de lo que esperaba en llegar. Justo cuando iba a llamar al timbre, la puerta se abrió.

-... I just want you to dance with me tonight...- dejó de cantar al clavar su verdes ojos en los míos. Noté como el corazón salía de mi pecho rápidamente. Apreté los puños en mis costados. No podía apartar la vista de sus ojos-. Madison- consiguió decir, con una leve sonrisa en sus labios. Como si unas manos invisibles me empujasen por la espalda, me abracé a él lo más fuerte que pude. Harry rápidamente me abrazó también.

-Dime por favor que te besó a la fuerza- susurré contra su pecho, aguantando las lágrimas de mis ojos-. Dímelo.

-Es verdad Maddy- susurró de vuelta, echando su aliento en mi frente-. Fue ella, lo juro.

-Soy una tonta- sollocé, mojando la camiseta de Harry con mis lágrimas-. Perdóname Harry, por favor.

-No tengo que perdonarte nada, amor- besó mi frente. Por su voz notaba que también estaba llorando-. Tendrías que perdonarme tú a mí.

-Te perdono- levanté mi cabeza, busqué sus labios y los besé con desesperación. Los necesitaba. Harry retrocedió y entramos a su casa. Con un pie empujé la puerta y la cerré detrás de nosotros. Todavía sin separar nuestros labios, dejé caer mi bolso al suelo. Harry colocó sus manos en mis mejillas, para profundizar el beso. Agarré el borde de su camiseta y tiré hacia arriba lentamente. Harry se separó levemente de mí, pegando nuestras frentes.

-¿Estás segura?- con su pulgar acarició mi mejilla. Asentí sin poder esconder una tímida sonrisa. Cada vez notaba más calor, y era realmente insoportable. Conseguí quitarle la camiseta, y Harry, con movimientos torpes, empezó a sacarme la mía. La dos juntas acabaron volando a alguna parte del salón. Cogió mis piernas e hizo que las enroscara alrededor de su cintura. Mientras, subía las escaleras agarrándome fuertemente para no caerme. Los besos no cesaban nunca. Harry me dejó caer suavemente sobre su cama. Subió encima de mí y empezó un camino de besos desde mi oreja hasta mi cuello, pasando por mis labios durante unos largos segundos.

-Te quiero Harry- miré fijamente sus ojos, con la respiración acelerada.

-Te quiero Maddy.

Después de eso nos deshicimos de toda nuestra ropa, con más de una caricía de por medio. Y esa noche, nos hicimos uno.

*Narra Laura*

Nialler estiró la manta en el césped con cuidado de no arrugarla demasiado. Me tendió su mano y juntos nos recostamos en ella. Con otra manta, nos tapé para que no sufriéramos por culpa del frío de la noche. Habíamos tenido la idea de observar las estrellas, a causa de no tener nada mejor que hacer. Aunque de estrellas, pocas veíamos.

-Mh... Cuéntame algo que no sepa de tí- Nialler rompió el silencio, agarrando mi mano y entrelazando nuestros dedos por debajo de la manta.

-Tengo una prima Directioner- reí al recordar a Berta, mi prima-. Casi se desmaya cuando le dije que os conocía, y ni te cuento como se puso cuando le dije que eras mi novio- una fuerte carcajada salió de mis labios al recordar como se puso, se lo dije un día que hablábamos por Skype. Su cara fue de película-. Además, se medio enfadó conmigo.

-¿Por qué?- preguntó aguantando la risa.

-Porque eres su preferido- reí levemente-. Luego ya me perdonó, al día siguiente. Ahora es feliz sabiendo que me haces feliz.

-Que mona- sonrió.

-Lo sé, es un amor de chica.

-¿Cuántos años tiene?

-Catorce. ¿Y sabes qué?- negó con la cabeza-. Estuvo en el concierto de Barcelona, el 22 de Mayo.

-¿Vive en Barcelona?- asentí.

-Sí, yo también soy de allí.

-Me gustó Barcelona, es bonita- susurró.

-Hace mucho que no voy, extraño al resto de mi familia.

-Mh... ¿Qué te parece si por Navidad, vamos? Me gustaría conocer a tu prima.

-¿De verdad?- exclamé contenta, sería el mejor regalo que le pudiese hacer a mi prima-. Aw Nialler, eres un cielo- besé su mejilla.

-Entonces señorita, ¿Le apetece ir estas Navidades a Barcelona conmigo?- fijó la mirada en el cielo, con una enorme sonrisa. Lo imité.

-Claro que sí, acepto.

*Narra Lexi*

Desperté por los rayos de luz que entraban por la ventana de la habitación de Zayn. Levanté la cabeza de su pecho, donde me había quedado dormida, y recordé la noche anterior. No pude evitar sonreir, mientras mis mejillas tomaban un color rojizo. Levanté con cuidado la mano de Zayn que reposaba sobre mi cintura y las mantas que nos cubrían. A paso rápido busqué mi ropa interior por cualquier rincón de la habitación. Después de encontrarla y ponérmela, cogí la camiseta de Zayn que anoche tiré cerca de la puerta (eso lo recuerdo perfectamente) y me la puse. La mía a saber dónde estaba. Escuché unos suaves gruñidos y giré sobre mis talones. Zayn a penas abría los ojos, pero sonreía como un bobo. Estiró sus brazos hacia mí y riendo me acerqué. Me abrazó tiernamente, dejando un beso en mi frente.

-Buenos días cariño- susurró en mi oído. Una sonrisa cruzó mis labios.

-Buenos días a tí también, cielo- besé sus labios suavemente.

-Me gusta como te queda mi camiseta- sonrió frotándose los ojos. Bostezó. Me fijé en la enorme marca que había en su cuello y no pude evitar soltar una gran carcajada.

-A mí me gusta como te queda mi marca- me levanté de su lado y abandoné la habitación con una sonrisa pícara en mis labios. Bajé a preparar el desayuno.

*Narra Gwen*

Mi mente solo podía estar en una cosa. En menos de una semana sería mi cumpleaños. Y todavía no me podía creer que en poco más de un año, conocí a una banda de chicos conocida mundialmente, acabé trabajando como modelo y siendo la novia del chico más perfecto del mundo. Mi vida dio un giro radical. Yo solía ser una chica muy normal.

-¡Gwen!- gritó riendo el chico de rizos, a mi lado. Me había perdido en mis pensamientos. Enrosqué mi brazo al suyo, como hacía siempre.

-Lo siento Hazza- me uní a su risa-. ¿Qué me decías?

-Te preguntaba que qué querías para tu cumpleaños, por algo hemos salido al centro- dijo e hice un pequeño puchero.

-Te dije que no quería un regalo.

-Pero sé que lo quieres- rió divertido.

-Bueno vale, sí, me encantan los regalos. Y por cierto señorito, no solo hemos salido al centro para eso, si no que un tal Harry Styles quería ver a escondidas a su novia trabajando y me ha llevado a rastras con él- sonrió levemente sonrojado.

-Me gusta verla trabajar, ya lo sabes- asentí sonriéndole.

-¿Mañana tenéis una entrevista, no? Me lo dijo Liam- sonreí como tonta al decir su nombre.

-Jo, ahora todo te lo dice Liam- refunfuñó, de broma.

-Los dos sóis unos celosos- reí-. Siempre que te digo que Liam me ha dicho algo, te quejas; y con él lo mismo.

-Lo hacemos de broma, tontita. Además, Liam y yo tenemos una relación secreta. Chínchate.

-Pero seguro que a mí me quiere más- negó con la cabeza, sacándome la lengua-. Pues Maddy y yo también, chínchate más.

-¿Con Maddy? Noooo- lloriqueó-, ella es mía, Coco malo.

-¡Y Liam es mío, tonto!- así nos pasamos un buen trozo del camino, discutiendo quién era de quién.

*Narra Jenna*

A dos días de su cumpleaños, Gwen tenía su primera sesión de fotos con Topshop. Querían que fuese la nueva imagen de la marca. Nos invitó a ir con ella a Liam y a mí. La pobre estaba que se comía las uñas de los nervios, Liam intentaba calmarla pero solo conseguía un 'cállate' o 'déjame' de su parte, y yo, pues solo me reía. Con tantas sesiones de fotos que ha hecho, con ésta está más nerviosa que nunca en su vida. Finalmente se fue con una chica que llevaba una cámara colgada del cuello y Liam y yo nos quedamos solos. Es hora de hablar seriamente con él.

-Oye Liam- llamé su atención, me sonrió.

-Dime.

-¿La quieres?- mi pregunta lo dejó un poco confundido, pero no tardó en sonreir tontamente.

-Mucho- también sonreí.

-Mira Liam, cuida mucho de Gwen. Supongo que todavía no te lo ha dicho, pero eres su primer novio- ladeó la cabeza, ligeramente confundido y sorprendido-. Y sí, tú fuiste su primer beso.

-¿De verdad?- se tocó los labios incoscientemente, haciéndome reir.

-Sí Liam, así que cuidala bien. No le hagas daño. Bastante ha tenido que sufrir ya- frunció los labios.

-¿De qué hablas?- negué con la cabeza.

-Mejor que te lo cuente ella- me levanté de mi asiento-. ¿Vienes a por un café?- se levantó también y fuimos un momento a la cafetería de al lado a por uno.

*Narra Liam*

Al día siguiente, las chicas sacaron fuera a Gwen de su casa y me pidió venirse a la mía, así que acepté. Tenía una 'charla' pendiente con ella. Lo que ayer me dijo Jenna me dejo un tanto confundido. Sonó el timbre un par de veces y me levanté. Abrí la puerta y divisé a mi novia hablando por el móbil.

-... ¿Pero cuando me dejaréis entrar en casa? ... ¿¡Mañana!?- exclamó sorprendida, no se había dado cuenta de que yo estaba ahí. Me apoyé en el marco de la puerta, mirándola divertido-. ¿Pero cómo que mañana? ¡Si mañana es mi cumpleaños! ... ¡Ni se te ocurra colgarme Jenna Clarette Morrison! ... ¡Per...! Me colgó- suspiró con un poco de diversión. Levantó la mirada y rió al verme ahí. Apoyó su cabeza en mi pecho a la vez que me rodeaba con sus brazos. La abracé igual por la espalda.

-Mejor para mí, podré desearte el feliz cumpleaños yo primero- besé su frente, mientras escuchaba su risa revotar contra mi pecho. Levantó su cabeza y besó mis labios.

-Pues la idea me gustaría, si te digo la verdad- me hizo sonreir-. El problema es que las tontas no me han dejado coger ropa, ni nada. Suerte que llevaba el móbil encima que si no, ni eso me dejan- besé otra vez su frente.

-Ven, pasa; nos congelaremos de frío aquí afuera- juntos pasamos y nos sentamos en el sofá a hablar un poco de cosas tontas. No dejaba de pensar en la 'charla', pero no sabía como empezar. Gwen me notó un poco distraído, y me preguntó. Cogí sus manos suavemente-. Quiero hablar contigo, Coco- le sonreí para que no pensase en lo peor. Ni loco cortaría con ella, que hasta estaba seguro que esa idea había cruzado fugazmente por su mente.

-Dime- instó devolviéndome la sonrisa.

-¿Es eso verdad de que fui tu primer beso?- mi pregunta la dejó totalmente sonrojada. Rápidamente se escondió entre su pelo para no poder ver su sonrojo. Reí tiernamente-. ¿Y también es verdad... Que soy tu primer novio?

-Déjalo ya, Li; moriré de la vergüenza- rió detrás de su pelo. Le saqué el pelo de la cara y la acerqué más a mí, abrazándola fuertemente.

-Para nada, me parece una cosa tiernísima- besé su nariz-. Y es un placer poder ser el primero, lo juro- ahora besé sus labios, con una gran sonrisa.

-Te conozco Liam, ¿Qué es lo otro que querías preguntarme?- soltó una risita. Jo, que bien me conocía. Pero ésta era la parte difícil. Tragué saliva y me preparé para hablar.

-Verás, ayer hablé con Jenna. Bueno, más bien me amenazó y para hacerlo más resumido, me contó lo de tu primer beso y tu primer novio, es decir, yo- rió-. Y también me dijo una cosa que me dejó un poco confundido, y me gustaría que me lo explicases, pero solo si tú quieres princesita, no te obligaré- me dio un beso.

-Hablas demasiado rápido Liam- rió-, siempre te tengo que callar con un beso- ahora fui yo el que se echó a reir.

-En realidad había terminado de hablar- sonreí inocentemente.

-Bueno, ¿Qué es lo que te dejó confundido?- preguntó divertida, con una sonrisilla en los labios.

-Jenna me dijo que no te hiciese daño, que bastante habías tenido que sufrir ya. ¿Qué significa eso, Gwen?- me preocupé al ver que su sonrisa se borraba. Agachó la cabeza ligeramente-. Oye princesita, si no quieres hablar no imp...- me interrumpió.

-No, no, no importa. Te lo contaré, confío en tí Liam.

Sonreí tiernamente. Gwen se recostó en mi pecho, mirándome.

-Verás, antes de conocer a las chicas digamos que no era del todo feliz. Estoy hablando de cuando tenía menos de diez años. Supongo que pensarás que a esa época todos los niños son felices y eso, pero yo no lo era. Tenía varios motivos. Perdí a mi mejor amiga de la infancia. Murió, tenía una terrible enfermedad que acabó con ella. Solo tenía ocho años cuando me enteré de eso, y fue la peor notícia de todas. Pero lo de después fue a peor. Después de unos meses, conseguí olvidar mínimamente su muerte, pero una tarde paseaba con mi abuelo por la calle. Iba jugando con una pelota, cuando ésta se fue a la carretera. No escuché los avisos de mi abuelo cuando ya estaba cruzando la calle rápidamente para poder recuperar mi querida pelota. Tampoco me di cuenta como un coche venía a toda velocidad hacia mi dirección. Luego todo pasó demasiado rápido. Recuerdo como alguien me empujaba hacia otra dirección. Me rompí una costilla y me raspé las piernas, pero quien me salvó la vida murió atropeyado por el coche- de su rostro no dejaban de caer lágrimas. Me partía el alma verla así-. Liam, vi a mi abuelo morir ante mis propios ojos. No sabes lo terrible que fue eso.

Escondí a Gwen en mi pecho, mientras ésta no paraba de soltar un mar de lágrimas. Supongo que era muy duro recordar todo esto, y todavía más explicarlo. La abracé tan fuerte como pude, pero no sabía que hacer. La historia me había dejado completamente sorprendido, y algo me decía que aquí no acababa. Después de unos minutos intentando calmarla, dejó mínimamente de llorar.

-A los nueve años, sin saber la razón, los niños de mi escuela se empezaron a meter conmigo. Al principio me lo tomaba un poco a broma, pero luego todo empeoró. Llegaron al punto de atormentarme con la muerte de mi abuelo, y de que todo había sido culpa mía. Me llamaron asesina. Mi madre decidió cambiarme de colegio, sin saber nada de lo que me ocurría allí. Nunca lo supo. En el nuevo colegio es donde conocí a las chicas. Y sé que quizás es una estupidez, pero siempre he pensado que fue mi culpa, su muerte- una solitaria lágrima recorrió su mejilla, la limpié con mi pulgar.

-Gracias por confiar en mí, Gwen- la abracé de nuevo fuertemente-. Te quiero mucho, más de lo imaginas.

-Yo igual Liam- dijo entre sollozos-, más de lo que imaginas.


Me ha costado mucho escribir la última parte, pero bueno :( ESPERO QUE OS GUSTE!:) Bueno, ya tenéis la reconciliación de Maddy y Hazza ;) Jajaja O quizás, mejor dicho de Harrison jajja
Dejando mis tonterías a parte, en serio espero que os guste el cap, que tampoco es que me acabe de gustar como ha quedado pero... Da igual, lo importante es que os guste a vosotras, no?
Un beso princesitas! xx
P.D: Sorry, pero para este capítulo no hay fotos:) En el próximo intentaré poner algún gif o foto de los chicos juju

P.D2: Si alguien quiere que la avise de cuando subo, este es mi Twitter: @Veru_1D :) Me lo decís por un mensaje directo o como preferáis y yo os avisaré de cuando haya nuevo cap :)

4 comentarios:

  1. Asfkjfhskjfb poooor fin se reconcilian ^_^
    Eeeeste cap es genial tontiiii, amo tu novela, enserio *-*
    Beeeesitos<3 <3.

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    1. Jajajaja wiiii ya era hora jajjaja:P
      Awwwwww muchas gracias♥ Eres un amor, de verdad *-*
      Besooooooos♥

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  2. ksajbdvfjhsdbgjf es un capitulo PERFECTO.
    La reconciliacion ha sido tan bonita, jo *-* QUe ganas tenía de que esos dos panolis hablaran y volvieran a estar juntos *-*
    La ultima parte ha sido muy triste, estaba con la lagrimilla fuera... :''(

    ¡SIGUIENTE!

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    1. Asdfghjkl Muchísimas gracias! :))
      Jajajjaja es que ya era hora, la verdad cx
      Lo sé:( Me costó mucho escribirla.
      Kisses!♥

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