jueves, 20 de junio de 2013

Capítulo 26.

Capítulo 26. Don't let me go.

*Narra Harry*

Lo tenía todo listo. La canción estaba completamente terminada. Con Liam fuimos al estudio y me ayudó a grabarla. Ahora solo tenía que apretar un botón y ya estaría circulando por Youtube. ¿Cómo se lo tomaría Madison? Si es que la llega a escuchar, si no, ya tengo el plan b. Ahora no pienses en eso, Styles. Finalmente subí el video, con una pequeña sonrisa de esperanza. Ojalá la escuche, y ojalá a alguien le guste. Volví mi vista hacia el hueco donde antes había una foto de Maddy, en esa esquina. Recuerdo que salía con esa sonrisa divertida. Su melena rebelde a merced del viento. Y fue cuando todavía me pertenecía su corazón. No me dejes ir, Mad.

*Narra Lexi*

-¡Eh, chica mala!- llamó mi atención. Me acerqué hasta él y clavé mi mirada en su ordenador-. Escucha esto.

Espera, espera, espera. ¿Qué demonios es eso? ¿Harry ha publicado una canción en solitario? Escuché atentamente la letra. Este chico es una caja de sorpresas. La letra es preciosa. Pero, tengo una duda, ¿No estará escrita para Madison, verdad?

-Creo que piensas lo mismo que yo- miré a Zayn, confundida-. ¿También crees que es para Maddy, verdad?- asentí.

-Es una canción preciosa, espero que Maddy la escuche- recosté la cabeza en su hombro.

-Jo, que buena idea ha tenido el rizos- ¿Y ahora de qué habla?.

-¿Qué dices?- pregunté riendo, y después, besando su cuello.

-Eh, eh, que haces cosquillas- reímos-. Digo que ha sido una buena idea.

-¿El qué?

-Hacer una canción.

-¿Y vosotros no hacéis canciones o qué? Pues vaya grupo...- comenté sin parar de reir. Zayn me palmeó la pierna, intentando parecer enfadado.

-No me refiero a eso, tontita; y lo sabes.

-Pues explícate cielo- me encogí de hombros.

-Que ha sido buena idea hacer una canción para su enamorada.

-Que cursi te ha quedado Malik- volvió a palmear mi pierna.

-No me chinches Greenwood, o te quedas sin besos.

-Eres tú el que no puede vivir sin mis labios- los señalé burlona. Me sacó la lengua.

-Eso ya lo veremos- murmuró, burlón.

-Pues mira, a partir de ahora nada de besos. El primero que bese al otro pierde.

-¿Y si pierde, qué?

-Tendrá que hacer lo que el otro diga. ¿Trato hecho?- le tendí mi mano, que él estrechó decidido.

-Pues claro. Prepárate para perder Lexi.

No cantes victoria tan rápido, Zayn. Tengo mis tácticas.

*Narra Gwen*

-Oh, venga ya Liam, ¿Tiene que ser hoy?- le hice morritos, en un intento de darle pena. Intento fallido.

-Sí Coco listo, hoy. ¡Es tu último día! ¡Tenemos derecho!- sacudió las manos con gracia.

-Pero...- intenté quejarme, otra vez.

-Nada. Ahora llamo a los chicos y nos reunimos aquí, así ya vamos todos juntos- besó mi nariz. Seguidamente sacó su móbil. Me recosté tranquilamente en mi asiento y observé a la familia que había a nuestro lado. Era un matrimonio joven, eso se notaba. Habían dos niños adorables junto a ellos. Una niña de unos tres años, y otro niño, seguramente a punto de cumplir los dos. No pude evitar pensar en mí y en Liam. ¿Podríamos formar una familia? ¡Baah, solo tengo dieciocho años! Ya tendré tiempo de pensar en eso. Sin poderlo evitar, tampoco, mis mejillas se encendieron, provocando la risa a Liam-. ¿Qué te pasa, Coco?

-Nada Li, solo pensaba- alargó su mano, hasta coger la mía por encima de la mesa.

-Dímelo, anda- jo, si me sonríe de esa forma me convence fácilmente.

-¿Ves a esa familia de ahí?- los señalé disimuladamente, él asintió echándoles una miradita rápida. Bajé un poco la cabeza, para lo que iba a decir ahora-. Me estaba imaginando, a tí y a mí, con una familia. Así, todos juntos- creo que mis mejillas iban a explotar en cualquier momento.

-Es la cosa más tierna que alguien me ha dicho nunca- agarró mi mano con fuerza. Levanté la mirada.

-¿De verdad?- vi como sonreía ampliamente.

-De verdad- acarició mi mano suavemente-. Te quiero mucho, Gwen- recostó su cabeza en mi hombro, con su boca en mi cuello, donde depositó un suave beso.

-También te quiero Li, mucho.

-Que amorosos que estáis- rió una voz conocida. Ni hizo falta girarme para saber que era el tonto de Louis. Nialler y él se sentaron frente a nosotros.

-Ui, Lou. Les hemos cortado el royo- nos apuntó con el dedo.

-Cállate Nialler- soplé, medio riendo.

-¿Quién falta por llegar?- preguntó Boo Bear.

-Mh... Zayn- hice una pequeña pausa-, y Harry.

Louis bajó un poco la cabeza, sin saber que decir.

-Oh vamos Lou, si sabes que lo echas de menos- vi como intentó sonreir.

-Pues sí- murmuró.

-Luego hablas con él, ¿Vale?

-Vale Gwen- sonrió.

-Vas happenin'?- ese grito nos sobresaltó. Bueno, a nosotros y a la mitad de la cafetería. Por suerte, todavía nadie reconocía a los chicos. La mayoría de los que había ahí eran mayores de cuarenta años. Zayn saludó a los chicos con un abrazo y a mí me dio un beso en la mejilla. Cogió una silla y se sentó con nosotros, ahora a esperar a Harry. El tardón de Harry. Finalmente me envió un mensaje diciendo que fuesemos saliendo, que enseguida llegaba; así que pagamos nuestras bebidas y salimos a fuera, donde efectivamente lo vimos a punto de llegar a la cafetería. A los pocos metros salí corriendo para abrazarle. A lo que él me recibió con gusto.

-Que contenta estás hoy Gwen- me dijo riendo.

-Luego te cuento una cosa- susurré en su oído, para después separarme de nuestro abrazo. Los chicos llegaron a nuestro lado-. ¿Vamos ya? Grace nos estará esperando, seguramente.

Disimuladamente todos miramos a Harry.

-¡Está bien! ¡Está bien!- rió-. Lo sé, culpa mía- acabamos riendo todos. Y eso en parte me puso feliz. Volvían un poco a estar como antes. Pusimos rumbo a nuestro destino, divididos en tres pequeños grupos de conversaciones. Lou y Hazza por delante, lo más seguro que hablando de lo que le dije antes a Louis. Luego, detrás de ellos dos, Niall y Zayn haciendo el tonto (como no). Y por último íbamos Liam y yo, un poco más tranquilos.

-¡Hasta que llegáis!- exclamó Grace, divertida, nada más vernos entrar por la puerta de su oficina. Liam y yo reímos, ya que los otros chicos se habían quedado un poco avergonzados, como si Grace lo dijiese en serio-. Es una broma chicos, la verdad que no importa. Gwen la mayoría de las veces llegaba tarde.

-¡Oye!- ahora reían todos sobre mí.

-Es broma cielo- Grace acarició mi mejilla, maternalmente-. Bueno, ¿Estáis listos?- asentimos sonrientes-. Bien. Me parece que nos queda algo de tiempo antes de empezar, así que Gwen, si quieres, enseñales un poco el estudio.

-Claro Grace, nos avisas cuando tengamos que ir- hizo un gesto con la mano mientras miraba su ordenador. Lo tomé como un vale y arrastré a los chicos fuera de su oficina-. ¿Dónde vamos primero?

-Ni idea, eres tú la que conoces este sitio- dijo Zayn, encogiéndose de hombros.

-¿Hay cafetería aquí?- preguntó el glotón de Nialler.

-Mh, no. Pero en el pasillo donde estan los camerinos hay una máquina con comida y otra con refrescos.

-¡Vamos ahí, rápido!- me tomó por los hombros y empezó a tirar de mí, pero en la dirección contraria.

-Nialler, que es en la otra dirección- los chicos estallaron en carcajadas. Cuando por fin dejaron de reir, fuimos a por algo de comer a la máquina.

-¡Anda mira!- exclamó Harry, señalando una puerta con el nombre de One Direction-. ¿Es nuestro camerino, Coco?

-Pues supongo que sí, si está el nombre de la banda.

-¡La máquina!- exclamó Niall, feliz. Luego se rascó la nuca, pensativo-. ¿Alguien me presta algo de dinero? No llevo nada encima- nos empezamos a reir ante su inocente mirada.

-Venga, irlandés, yo te invito- caminé junto a él hasta la máquina-. Me sé un truquillo para abrir la máquina, pero no se lo digas a nadie- le susurré en el oído, y él asintió energéticamente. Desenrrosqué un tornillo que estaba medio suelto y con un par de maniobras más, abrí la puerta de la máquina dando a escoger a Niall cualquier cosa que él escogiese. Pilló una bolsa de patatas y unos M&M, y se esperó a que acabase de cerrar la puerta para que quedase como antes y nadie se diese cuenta-. ¿Una carrera hasta ellos?- los señalé.

-Venga- asintió divertido-. Pero no soy muy bueno corriendo.

-Yo tampoco, tranquilo- reímos.

-¡A la de tres! Uno...

-... Dos...

-¡Tres!- gritamos a la vez y echamos a correr lo más rápido que pudimos, aunque parecíamos tortugas. Nialler llegó antes que yo, pero por poco lo ganaba. Nos echamos los dos al suelo muertos del cansancio. Y mira que tampoco estaban tan lejos.

-¿Estáis bien?- rió Louis. Liam me tendió su mano para ayudarme a levantarme del suelo, a la vez que Zayn le tendía la suya a Nialler. Le hice un gesto a Liam de que me quedaría en el suelo, al igual que Niall le hizo a Zayn.

-¿Gwen?- escuché la voz de Roxanne a lo lejos. Me levanté prácticamente de un salto.

-Corred chicos- susurré lo bastante fuerte como para que me escuchasen todos ellos. Iba a echar a correr pero Niall agarró mi tobillo desde el suelo y caí, suerte que mis manos evitaron que me rompiese la nariz. Enseguida perdí de vista a los otros cuatro y me temí lo peor. El sitio es bastante grande, se perderán.




*Narra Louis*

Harry y yo corrimos todo lo que pudimos, sin saber por qué. Pero bueno, Gwen nos lo dijo. Encontramos una puerta medio abierta y nos metimos ahí. Detrás de ésta, habían unas escaleras un poco oxidadas que daban a otra puerta. A los dos nos dio curiosidad, así que dejamos la puerta medio ajusada otra vez y subimos las escaleras con cuidado. Harold abrió la puerta, dejando a la vista una bonita azotea.

-Wow- fue el único sonido que pudo salir de mis labios. La vista era increible, y todas las plantas que lo adornaban hacían de ese lugar un sueño. Corrimos como niños a sentarnos en la hamaca balancín.

-Es un lugar precioso- susurró Hazza.

-Lo sé- sonreí contemplando la vista una vez más.

-Oye Lou, ¿Por qué corríamos?- cuestionó mi amigo. Ya hablé con él, está todo solucionado.

-Ni idea, solo hacía caso a Gwen- reímos.

-¿Bajamos? Quizás ya es hora de empezar- asentí de acuerdo. Caminamos hasta la puerta y luego me di cuenta de un error que cometimos, cerrarla.

-Mierda Harry, solo se puede abrir desde el otro lado- nos miramos asustados, pero no pudimos evitar soltar una carcajada. Corriendo volvimos a la hamaca balancín.

-Alguien tendrá que notar que faltamos- comentó. Saqué mi móbil y envié un mensaje a Zayn, que siempre lleva el móbil encima.



*Narra Zayn*

Al ver la máquina rápidamente me escondí a un lado de ella, y Liam que iba conmigo, se escondió detrás de una planta lo bastante grande como para taparle. Nos fijamos bien, y no venía nadie detrás de nosotros. ¿Dónde se habían metido? Mientras corríamos escuchaba la risa traviesa de Lou.

-Zayn, no veo a Gwen- murmuró Liam, preocupado. Solté una carcajada.

-No te preocupes Leeyum, al menos ella conoce este sitio mejor que nosotros- asintió un poco más aliviado. Estuvimos unos minutos callados, por si las moscas. Hasta que noté como vibraba mi móbil y lo saqué.

Zayn, Harold y yo estamos encerrados en la azotea :(

P.D. Harry dice que eres sexy y le gusta tu trasero.

Reí. Me lo temía. Esos dos juntos son de lo peor. Volví a reir al leer la última frase. Me llegó otro mensaje, ahora de Harry.

Louis dice que te daría duro toda la noche.

Empecé a reir de nuevo. Y otra vez, otro mensaje.

A Harry le gusta verte sin camiseta. Se excita mucho.

Estos chicos están muy mal. Guardé el móbil en el bolsillo ignorando los mensajes que me iban llegando.

-Hay un problema, Liam- el aludido quitó la vista de su móbil y me miró atento-. Louis y Harry están encerrados en la azotea.

-¿Dónde está eso?- preguntó, intentando mantener la calma.

-Ni idea- me encogí de hombros.

-Tenemos que ir a buscarlos Zayn, o Gwen me matará.

-¿Lo haces por ellos o por Gwen?- enarqué una ceja, divertido.

-Por todos- sonrió sonrojado, y empezó a caminar para evitar el tema.

-¡Eh, chicos!- escuchamos la voz del pequeño irlandés a unos metros de nosotros. Corrimos hasta él, quien comía una enorme piruleta de colores-. ¿Qué hacéis? Gwen está como loca buscandoos.

-Me matará Zayn, me matará- me zarandeó fuertemente de los hombros.

-¡Liam cálmate!- grité para que me dejara. También se estaba volviendo loco-. Lo mejor será que llames a Gwen y le digas.

-¿Decirle qué?- nos preguntó Niall.

-Que Lou y Hazza están encerrados en la azotea, pero no sabemos donde está eso- expliqué. Liam cogió su teléfono y marcó el número de Gwen. A petición nuestra, puso el altavoz.

-¡Liam! ¿Dónde estáis?- chilló preocupada. Que tierna.

-Con Nialler- dijo-. Oye Coco, no te enfades pero...

-¿Pero...?

-Louis y Harry están encerrados en la azotea- escuchamos la gran carcajada de Gwen.

-Ahora mismo voy a buscarlos. Os quedáis con Niall, ¿Eh? Ni se os ocurra iros. Roxanne me matará, o aún peor, Grace- colgó sin dejarle decir nada más a Liam.

-¿Ves Liam? No hacía falta ponerse como un loco. Gwen no te iba a matar- palmeé su hombro, con una sonrisa divertida. Nos sentamos en el suelo con la espalda apoyada en la pared mientras esperábamos a que llegasen-. Oye Niall, ¿Y esa piruleta?

-Me la ha dado Roxanne- sonrió inocentemente. Volvió a darle una lametada.

-Chicos, tardan mucho- murmuró Liam, claramente preocupado por su princesita. A lo lejos escuchamos la risa de Lou y Liam relajó los músculos de la cara.

-Ya estamos aquí- rió Gwen, poniéndose de cuclillas frente a Liam y dándole un beso en la nariz-. Necesito que me ayudéis; lo más seguro es que Roxanne me mate por vuestra culpa.

-¿Nuestra culpa?- exclamó Hazza, divertido-. ¡Tú nos dijiste: corred! Y te obedecimos- se cruzó de brazos.

-Niña mala- murmuré de broma. Todos imitamos a Harry, cruzándonos de brazos y mirando a Gwen fijamente.

-Pues me voy a un rincón a llorar- empezó a caminar con pasos decididos, pero Liam, que se levantó de golpe, la cogió de la cintura y riendo la trajo de vuelta con nosotros.

-Era broma tontita- le dijo Nialler.

-Ya lo sé tontito, lo mío también. Yo soy más de llorar en el baño- nos reímos ante su tonto comentario.

-¿Gwen?- sonó la voz de antes, antes de que Gwen nos mandara a correr. La aludida rió levemente.

-Ya estamos todos Roxanne- elevó la voz para que la tal Roxanne la escuchase. Más tarde vimos aparecer una chica pelirroja de unos veintinueve años, con un moño como peinado.

-Hola chicos, encantada de conoceros- nos tendió la mano a cada uno, menos a Nialler que le revolvió el pelo. Seguro se conocían de antes, cuando todos echamos a correr y él se quedó en el suelo, ya que él mismo dijo que le dio la piruleta ella-. Gwen, enseguida estoy contigo cielo, pero la sesión será para ellos primero- Gwen asintió con la cabeza-. Esperame donde siempre.

-¿No puedo quedarme con vosotros, please?- sacó el labio inferior hacia fuera. Roxanne emitió una pequeña risa y nos hizo un movimiento con la mano para que todos entrasemos. Abrió la puerta donde un papel escrito a mano reposaba el nombre One Direction y nos dio vía libre para entrar.

-Venga, pero me ayudarás, ¿Vale?- la chica asintió, mirando maliciosamente a Liam.

-¡A mí no me hagas nada!- chilló asustado, escondiéndose detrás de mí. Gwen sacó una gran carcajada de su boca, mientras se acercaba hasta su novio. Finalmente lo abrazó dulcemente, depositando un beso en su mejilla.

-Era broma Leeyum- le revolvió el pelo.

-¿Empezamos?- Roxanne se giró hacia nosotros, con una brocha en una mano y un pote raro en el otro. No conseguía distinguir qué era eso-. ¿Quién quiere ser el primero?

Niall se escondió detrás de Gwen, que a la vez se escondió detrás de Liam, que se escondió detrás de Louis, que estaba detrás de Harry. ¿Y Harry dónde se había escondido? Detrás de mí. Roxanne agarró mi muñeca y tiró de mí hacia una silla de cuero negro. Me giré hacia mis amigos, dramatizando.

-Decidle a Lexi que la quiero- provoqué una gran carcajada en todos los presentes de la habitación.

*Narra Niall*



Acabamos la sesión de fotos más rápido de lo que creíamos. Fuimos de vuelta a nuestro camerino y nos cambiamos de ropa lo más deprisa posible, queríamos ver a Gwen en su sesión. Cuando todos estuvimos listos, volvimos al sitio donde estábamos antes, solo que esta vez, la que estaría enfrente de la tela blanca sería Gwen. Esperamos un rato más hasta que la vimos aparacer hablando animadamente con otra chica. Inconscientemente todos miramos a Liam, quien sonreía como un bobo, con los ojos brillantes.

-¿Qué tal estoy?- nos preguntó nuestra amiga. Llevaba el pelo recogido en una especie de moño y a los lados de su cara caían mechones rizados de pelo. Vestía un simple jersey negro y unos tejanos con estampado trival, junto a unos botas.

-Preciosa, como siempre- el primero en hablar fue Liam. Se acercó a darle un beso a su chica, pero ésta lo empujó por el pecho suavemente, riendo.

-Se irá el maquillaje y Roxanne se enfadará; es muy quisquillosa con eso.

-¡Gwen, cariño! ¿Empezamos?- Grace llamó la atención de la chica. Ella asintió y empezó con su trabajo.

***

-Vamos Gwen, ésta será la última foto- Grace, que hacía las fotos, se acercó hasta la aludida y le tomó una foto desde más cerca. El curioso de Liam se acercó para ver el resultado, como había hecho durante la pasada media hora.



-¡Envíamela!- chilló contento-. ¡Me encanta!

Grace empezó a carcajearse, junto a Gwen.

-Está bien, luego pásate por mi oficina y me das una dirección de correo electrónico para poder enviártela- Li asintió energéticamente con la cabeza. Que ilusionado que estaba, madre mía.

-Anda, voy a cambiarme- Gwen rió dulcemente mientras desaparecía de nuestra vista. Seguimos a Grace hasta su oficina. Estuvimos hablando sobre como es la vida de un cantante famoso (Grace sacó el tema) y después de veinte minutos entró Gwen. Grace se levantó de su asiento y abrazó a la chica fuertemente.

-Te voy a echar de menos Gwen, sin tus tonterías no será lo mismo.

-Anda Grace- se echó a reir-, me vas ha hacer llorar- se separaron.

-¿Prometes venir a darme una visita de vez en cuando?

-Lo prometo.

Estrecharon sus manos para cerrar su promesa.

*Narra Madison*

Maldita sea, otra vez el timbre. ¿Qué se les habrá olvidado ahora? Les dije que quería descansar. Ah, por cierto. Encontré un pequeño apartamento en el centro de Londres encima de un pequeño Starbucks, donde desde hace una semana soy camarera por las tardes. Y me mudé al apartamento. Quizás temporalmente, quizás no. Necesito pensar. Me levanté con pesar del sofá y caminé lo pocos metros que habían hasta la puerta.

-¿Qué queréis chi...- paré de hablar al ver a la persona que estaba delante de mí. Fui a cerrar la puerta, pero ella puso el pie y se coló-. ¿Qué haces aquí?- gruñí bruscamente.

-Quiero hablar contigo- dijo con voz segura.

-¿Y quién dice que yo quiero hablar contigo?- cerré la puerta de golpe, haciendo que Gwen se sobresaltase. Cerró los ojos intentando mantener la calma.

-¿Me escucharás?- preguntó con cuidado, yo sé que luchaba por controlarse.

-¿Qué parte de no quiero hablar contigo no has entendido, eh?- solté bruscamente. Y esa fue la gota que colmó el vaso.

-¡Madre mía Madison! ¿¡Cuándo abrirás los ojos y te darás cuenta que encerrándote en tus problemas no vas a solucionar nada!? ¿¡Alguna vez te paraste a pensar si realmente Harry fue besado a la fuerza!? ¿¡O solo crees lo que ves!? Madison, tú más que nadie sabes todo lo que te quiere Harry, y te lo ha demostrado las suficientes veces como para dejarte claro que no se iría con cualquiera. Te quiere a tí- cerró los puños con rabia-. Ojalá pienses en lo que te he dicho; porque de los dos, el que lo está pasando peor es Harry- sacó una especie de cajita de su bolso y me lo entregó sin mirarme a los ojos-. Espero que al menos antes de tirarlo le eches un vistazo- sin decir nada más, abrió la puerta y se marchó dando un gran portazo, como el día que discutimos. Miré la cajita con curiosidad. Descubrí que era un CD, pero estaba envuelto en papel de regalo. Lo abrí cuidadosamente. Abrí mi boca en una perfecta O. En la parte delantera del CD, habían las letras Don't let me go escritas con una letra muy bonita, hecha a mano. Giré para mirar la parte trasera. No había nada. Pero me fijé mejor y descubrí en la esquina inferior derecha, el nombre de Harry escrito en pequeño. Estaba en una pequeña batalla interior, no sabía si tirarlo ya que no quería saber nada de él o hacerle caso a Gwen y al menos echarle un vistazo. Cogí el CD y lo puse en el reproductor de videos. Me senté en el suelo frente al televisor. La verdad esperaba algún video o algo, pero cuando empezó a sonar una melodia de piano mis ojos se cristalizaron. ¿Una canción? Durante los más de tres minutos siguientes escuché atentamente la letra de la canción, sin poder evitar soltar un mar de lágrimas. Mierda Harry, no puedo dejarte ir.


Bueno, finalmente lo he podido subir hoy juju me voy a bailar un rato porque ya estoy de vacaciones cx así que espero que os haya gustado y feliz verano princesitas:)

2 comentarios:

  1. ¿vas a subir más? Me ha encantado*-*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sip, luego subiré el próximo o mañana, no lo sé:S
      Aww graciaaaaaaaas♥

      Eliminar